« Verano »

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Las luces apuntando sobre mi rostro, los gritos del público oyéndose al unísono y los carteles con mi nombre escrito en ellos siendo alzados en el aire, mientras la música sonaba de fondo y yo con la mano en mi cintura y mi mentón elevado, caminaba con confianza sobre la pasarela de Fashion Model's, Paris.

Mi sonrisa se ensanchaba a su vez que giraba sobre mi eje y enseñaba los conjuntos puestos en mi cuerpo, luciéndolos con elegancia y destreza en cada paso que daba. Los flashes de las cámaras disparaban como rayos sobre mi cara. "¡Hanna!", gritaban mi nombre una y otra vez, "¡Hanna Grey!". Les sonreía y saludaba con mi mano, lanzando un par de besos al aire, adoraba lucirme, sin embargo mientras llegaba al final de la pasarela la gente comenzó a gritar con menos fuerza, sus rostros empezaron a distorsionarse y mis oídos se sentían tapados. Agarré mi cabeza con ambas manos, sentía un mareo horrible y mi corazón parecía salirse de su lugar, la gente seguía gritando, aunque ya no lograba entender muy bien, solo mi nombre resonaba en mis oídos, "Hanna, Hanna, Hanna", repitiéndose en un bucle, "Hanna, Hann-"

—¡Hanna!, ¡despiértate!
Gritó Noah, mientras me zamarreaba en mi hamaca, dándome vueltas sobre esta y provocando que en mi garganta se acumulara bilis. Al abrir los ojos de golpe solté la revista que sostenía en mis manos. Me froté el rostro y le di una mirada asesina. Me levanté y le di un golpe en la cabeza a mi mejor amigo, la cual se frotó con una sonrisa adolorida.

—¡DEJA DE GRITAR!, dios... ¿Que haces aquí?, son las 1 am Noah.

—Noche de películas— Sonrió mostrándome su computadora.
Rodee los ojos y noté que la revista estaba aún en el suelo. Me agaché y la recogí sacudiéndole el polvo del piso.

—He encontrado la película que llevabas buscando hace siglos, la descargué de una página de estas raras, pero la tengo en HD— Su sonrisa se hizo notar con más fuerza mientras conectaba la película a la televisión de mi cuarto.
Noah era mi mejor amigo desde que con mi familia me mudé a Florida, tenía aproximadamente seis o siete años cuando a mi papá lo contrataron en este lugar y allí, al bajarme de la camioneta se me acercó quien sería mi vecino para toda la vida. Me saludó con una mano y en la otra sostenía una nintendo, en la cual jugaba mi juego favorito, Crash Bandicoot. "Me llamo Noah, ¿Quieres jugar?", preguntó sin nada de temor mientras yo permanecía quieta y con una sonrisa que poco a poco fue apareciendo en mi rostro, acepté; y desde ese momento nos volvimos inseparables, al igual que mis padres y mi hermana, con la familia de él.

—Mientras no me salgan chicas enseñando medio culo a mitad de la película no tengo ningún problema.

—No hay chicas Hanna.

—Más te vale, no quiero más interrupciones.

—Tranquila..., por cierto, ¿Que soñabas?, ¿Otra vez la gente alabándote mientras desfilabas en la pasarela más famosa de Paris?, ¿O la gente alentándote a terminar de comer la hamburguesa más grande del mundo?— Preguntó con ironía.

—Ja Ja.., eres tan gracioso, por supuesto que la segunda, es la que más sentido tiene a decir verdad.—Mis manos comenzaban a sudar un poco y mi respiración se aceleraba, cerré los ojos intentando dejar de pensar en ello y en cuanto sentí el tacto de Noah sobre la parte superior de mi mano, abrí los ojos y comencé a calmarme poco a poco. Le regalé una media sonrisa y él me la devolvió. Agarró la revista que tenía en una de mis manos y la guardó en un bolsillo de su mochila.

—Tenemos que dejar los sueños perdidos donde nadie pueda buscarlos, por ahora. Voy a por patatas para ver la película, ¿bien?.

Asentí y ya no hice ningún esfuerzo para quitarle la revista, porque su frase comenzó a darme sentido después de mi último sueño. Mi pánico escénico jamás me permitiría pisar una pasarela y menos aquella. Hace unos meses tuve una valentía que hizo que me inscribiera a un casting para esa agencia de modelaje, la cual me habían rechazado, porque nunca recibí una respuesta, pero era de esperarse.
Suspiré sin mucho ánimo y apoyé mi cabeza en el respaldo del sofá esperando a que Noah trajese las patatas para empezar a ver la película, cerré mis ojos relajándome pero la vibración de mi celular me hizo sobresaltar de mi lugar.

—¿Número oculto?— Colgué, no tenía tiempo para bromas en ese momento, sin embargo un minuto después volvió a sonar. "Brr...Brr.."

—Que ganas de molestar...—Dije y le deslizé mi dedo para contestar. No dije nada, esperando que ellos hablasen primero.

—¡Bonjour!, nos es grato comunicarle que está siendo contactada de la agencia de modelaje más grande del mundo, Fashion Model's, ¿Señorita Grey?..

Dejé de respirar y se me detuvo el corazón.

Al final de todo, iría a por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora