Baje del auto de Melanie y me dirigi al restaurante. En la entrada me recibio el recepcionista que me indico por donde encontrar la mesa. Cada paso que daba me sentia mas extraña que de costumbre. El vestido, el peinado, los zapatos que llevaba. Todo era algo con lo que definitivamente no conocian muchos de mi. Odiaba los vestidos. Sentia que no iban conmigo y al ser de baja estatura, el usar zapatos a veces podia ser molesto. Siempre me paso que en todas las citas que habia tenido, me sentia nerviosa y siempre terminaba por no disfrutar el momento. No queria seguir sintiendo todo
eso menos ahora que por primera vez me sentia segura de lo que llevaba puesto. Hice una pausa antes de dirigirme entre la nochedumbre, observé al chico que esperaba mientras bebia una copa con agua. Sonrei segura y decidi dar mis pasos de diva empoderada como me habia enseñado Alia.
Erik estaba allí, sentado en una mesa cerca de la ventana, y al verme llegar, su rostro quedo como
si hubiera visto un bacilisco y quedara petrificado.
- Bien aqui estoy. ¿Que cuentas?
- ¿Di... disculpa?
- ¿Que?
- Espera que me acomode. ¿Y tu eres...?
- ¿Es broma?
- No. Es que, esperaba una chica. Y aparecio toda una bella mujer.
- Oh. Bueno... el lugar lugar decia, vistete elegante.
- En serio? No lo vi en ningun lado.
- Ya, por favor.
- Estas bellisima. Solo queria que lo supieras.
Aunque su sorpresa inicial parecía haber pasado, aún podía sentir la tensión flotando en el aire entre nosotros. Traté de mantener la compostura mientras continuábamos con la conversación, pero no podía evitar preguntarme qué pensaba realmente Erik de mí. Durante la cena, traté de relajarme y disfrutar del momento, pero la sensación incómoda persistía. Erik seguía mirándome de una manera que me hacía sentir expuesta y vulnerable, y me costaba concentrarme en lo que decía. Pero aun asi, trate de ser natural durante nuestras charlas.
- ¿Qué tal estuvo tu día?
- Fue... interesante.
-¿Pasa algo?
- No, nada en absoluto.
La tensión entre nosotros era evidente, y luché por encontrar algo más que decir. Sin embargo, antes de que pudiera abrir la boca, Erik tomó la iniciativa.
- Lo siento si mi reacción inicial fue... sorprendente
- Está bien. Supongo que no era lo que esperabas
- No, definitivamente no era lo que esperaba. Pero eso no significa que no pueda ser agradable
- ¿Qué quieres decir?
- Quiero decir que... tal vez esto sea algo bueno. Tal vez necesitaba algo diferente, algo inesperado. Y tú... definitivamente eres eso
Me quedé sin palabras, sorprendida por su confesión. Por un momento, la tensión entre nosotros se disipó, reemplazada por una sensación de curiosidad y posibilidad.
- Tal vez tengas razón. Tal vez podamos disfrutar de algo diferente,
al menos hoy
Con cada palabra que intercambiábamos, sentía cómo la tensión entre nosotros se desvanecía, dejando lugar a una conexión más genuina. Hablamos de nuestras vidas, nuestros sueños, nuestros miedos, y con cada historia compartida, nos acercábamos un poco más. Cuando terminó la cena, en lugar de despedirnos en la puerta del restaurante, Erik hizo algo inesperado.
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La noche estrellada
RomanceLina accede a ayudar a su universidad comprando un boleto para un festival a beneficio. Claramente sabia a que se enfrentaba comprando ese boleto, pero la suerte esta por cambiar su vida... cuando consigue una cita con el mas guapo del campus. Histo...