Capítulo 12

46 10 2
                                    

Peat no podía respirar mientras miraba un par de ojos que eran de un color azul tan brillantes que casi resplandecían, especialmente contrastando con la piel y el pelo negro.

—¿Qué está pasando?

—Y-y-yo. —Cerró los ojos y apretó los dientes. Después de unos segundos, volvió a intentarlo—. Y-y-yo... he perdido todos m-m-mis p-p-poderes.

—Bueno, así que no podemos conjurar ninguna cosa.

Negó con la cabeza.

—S-s-soy mortal d-d-de n-nuevo. —Trató de decir algo más, pero no le salía, con lo que sólo se frustraba más. ¡Maldita sea! Sin esos poderes era un tartamudo, un jodido idiota.

Peat levantó la mano y le tiró de la cabeza suavemente hacia abajo, hasta que tuvo la frente apretada contra la de él. Sonriendo, pasó las manos contra sus mejillas.

—Respira, cariño. Tómate tu tiempo. Lo único de tu forma de hablar que me molesta es lo mucho que te disgusta a ti. Tómate un descanso y deja de utilizar apelativos insultantes hacia ti mismo en la cabeza.

Fort frunció el ceño.

—Sí —continuó—. Sé que lo estás haciendo. Ahora déjalo.

Fort respiró hondo antes de hacer otro intento.

—Ahora puedo morir.

—Bueno, me gustaba más cuando estabas tartamudeando y no podías soltar eso. ¿En serio?

Él asintió con la cabeza.

Liberándolo, Peat dio un paso atrás.

—¿Qué necesitas que haga?

Fort se encogió de hombros y luego vaciló como si le horrorizara hablar. Pero cuando lo hizo, su voz era tranquila y perfecta.

—Nunca antes los he perdido completamente. No tengo ni idea.

Cuando Peat abrió la boca para hablar, oyó un ruido en los árboles detrás de él.

Fort se volvió al mismo tiempo que una bola de fuego salía volando hacia Peat. Estuvo tan cerca que Peat sintió el ardor un instante antes de que Fort lo tirara al suelo y lo cubriera con su cuerpo. Extendió la mano para devolver el fuego, y luego maldijo al recordar que no tenía sus poderes.

Momento hermoso aquí.

Bueno, todavía tenía el arco, e incluso como humano, podía hacer una enorme cantidad de daño con él. Mientras más bolas de fuego los bombardeaban, empezó a moverse delante de Peat para cubrirlo; pero antes de que pudiera, Peat soltó un disparo. Fue directo entre los ojos del demonio. Tres flechas más fueron pasándole en rápida sucesión, eliminando más demonios.

Maldita sea, era impresionante.

Fort se trasladó para dar fuego de cobertura.

—Adéntrate en el bosque.

Peat disparó dos flechas más, luego obedeció. Escondiéndose detrás de las ramas de un árbol, lo cubrió mientras él corría a su lado.

Joder, lo que Fort daría por ser capaz de conjurar armaduras para ellos. Aunque no los salvaría por completo, les daría al menos un poco más de protección que la piel desnuda. A la velocidad que estaban disparando, pronto estarían sin flechas.

Se encontró con la mirada nerviosa de Peat.

—Debes seguir adelante.

Peat lo hizo y él se quedó un paso detrás. De repente uno de los árboles negros intentó agarrar a Peat.

˗ˏˋ 23 FortPeatˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora