Naruto: El Conquistador.

Capitulo 88. País de las Llaves.

Capitulo 88. País de las Llaves.

Mañana del 6 de agosto del 1222.

Aldea Oculta entre la Cerradura. País de las llaves.

En la entrada de la aldea, un señor de avanzada edad estaba de pie, a su alrededor, habían decenas de ninjas de la propia aldea y de la alianza K I K.

Ceradu, jefe de la aldea oculta entre la cerradura estaba ansioso, impaciente, nervioso.  Estaba expectante de que sus informantes bien repartidos y comunicados alrededor del país, le dijeran dónde estaba el ejército de Konohagakure.

Tenía que saber cuál era su objetivo, si atacar la aldea, o ir directamente por la capital y matar al señor feudal. Claro que no podía permitir que eso pasara, el país colapsaría de inmediato con la toma de la capital.

Ya se habían enterado de la caída de los bosques, la garra y el colmillo. Él mismo y sus hombres temían ser los siguientes en caer.

Pero, no iba a decepcionar a la gente del país de las llaves, tenían que mostrarle a la nación y al mundo, que todavía había esperanza, que todavía podían vencer a la nación del fuego.

"Parece preocupado, señor Ceradu". Un ninja de kumogakure pronunció.

"No más que tú, Atsui". Verbalizó jefe.

Atsui frunció el seño un poco. "No es miedo lo que guardo en mi interior, es rencor y deseo de venganza". Atsui pronunció.

Cuando Atsui se enteró de que su hermana Samui, había desembarcado con éxito en las playas de Narisame, se sintió profundamente orgulloso y feliz.

Estaba ansioso por qué Samui y las tropas de Kiri abrieran paso al corazón del país del fuego, Konohagakure, y así, pudieran acabar con esta guerra de una vez.

Atsui no estuvo muy de acuerdo con que el Raikage, Darui, que los haya enviado a zonas tan lejanas y distantes, pero siempre confío en que volvería a ver a su hermana.

Sin embargo, no pasó ni una semana desde la victoria de kumogakure, para que se enterara de la muerte de su hermana a la puertas de Kazaana.

Una gran tristeza invadió el cuerpo de Atsui, una profunda melancolía y sentimientos de impotencia y culpa.

Pero sabía que no pudo hacer nada, únicamente confiar y rezar por su bienestar. Aún así, todo fue en vano, Samui estaba muerta, y quién sabe dónde estaría su cadáver.

Más que preocupado, Atsui estaba ansioso, ansioso por encontrase con los ninjas de Konoha y cobrar venganza por haber matado a su hermana.

Debía matar a la escoria, debía aniquilar al enemigo cueste lo que cueste, esto ya no era solo por Samui, era por todo el daño que la tierra del fuego había provocado a sus semejantes.

Alguien, debía detener la voluntad de fuego. Y no tenía dudas de que él, frenaría el avance del ejército de Sasuke Uchiha.

Xxxxx.

Sasuke estaba de pie tranquilamente, la hierba corta a su alrededor se asomaba por encima del suelo.

Y unas piedras se posaban alrededor del paisaje como si fueran granos en la piel de la madre tierra.

"¿Qué sigue, Sasuke?". Sakura cuestionó a un lado de su novio y general a cargo.

"No tiene caso atacar la aldea, ellos ya deben de haber partido hacia la capital, es ahí donde iremos". Sasuke pronunció cruzándose de brazos. "Deben estar concentrando todos sus esfuerzos el proteger la capital, si cae, sería prácticamente la derrota para el país, sin un señor feudal, la nación no tendría dirección". Finiquitó Sasuke.