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Promesas verdaderas
...

Jimin.

Rápidamente tomé los hombros de Minjeong y la empujé hacia las escaleras. Mimjeong, la cual estaba algo aturdida, me miró con confusión. Miré hacia atrás, esperando que Jaewook no nos encontrase.

— ¡Rápido, sube a mi habitación! — susurré. Minjeong asintió torpemente y subió las escaleras, seguida por mí.

Entramos a mi habitación y se escondió dentro del closet, no le dió tiempo a protestar cuando cerré la puerta de este, dejando un poco abierto para que pueda respirar. No quería tener a una Minjeong muerta en mi casa.

— ¿Amor? — Jaewook abrió la puerta de la habitación. Me giré lentamente hasta poder verlo, el sonrió al verme —. Te estaba buscando.

— No escuché, lo lamento — murmuré.

Jaewook se acercó a mí, pasó una mano por mi vientre y luego la posicionó en mi cadera. Besó mis labios lentamente y acarició mi mejilla. No pude seguirle el paso ya que mi preocupación estaba dentro de ese armario.

— Eres tan hermosa — murmuró contra mis labios. Sus besos fueron a mi cuello. Él quería más, lo sabía —. Jimin, no sabés cuánto te amo.

Acercó más nuestros cuerpos. Me separé unos centímetros, pero él volvió a unir nuestros labios en un beso lento.

— Jaewook..

— Por favor — suplicó —. Déjame tenerte.. sólo hoy, ¿sí?

— No.. no quiero — me negué.

Su mirada cambió rápidamente. Tragué saliva cuando lo ví apartarse de mí y pasar una mano por su muy arreglado cabello. Iba a hablar cuando lo ví negar lentamente.

— Dime, ¿tienes a alguien más?

— ¿Q-qué?

— Ya no quieres tener sexo conmigo, estas distante — murmuró, viéndome a los ojos. Tragué saliva nuevamente —. ¿Crees que esto pondrá feliz a tu padre si se lo digo? ¿Eh?

Miré mis zapatos. Mi padre no podía saber que no estaba contentando a Jaewook, después de todo, él era el candidato perfecto para ser mi esposo. Miré a Jaewook nuevamente y apreté mis labios. Él sonrió de costado mientras se acercaba a mí.

— ¿Crees que sería bueno si se entera que su linda hija no se la quiere chupar a su futuro esposo? — preguntó, con un tono amargo. Cerré los ojos al escuchar sus palabras —. No creo que sea buena idea, ¿no es así? ¡Dime, Jimin!

— N-no — murmuré, en un hilo de voz.

— Genial, porque si tu padre se llegara a enterar, sabes que es capaz de dejarte en una habitación junto a mí para que cumplas con tu palabra de ser mi esposa. ¿No quieres ser una buena esposa y aceptar tener sexo conmigo?

Iba a hablar hasta que logré ver como la puerta del armario se abría lentamente. Abrí mis ojos con miedo cuando ví a Minjeong hacerme una seña de que guarde silencio.

— ¡Jimin, te estoy hablando!

No pude responder cuando ví el cuerpo de Jaewook caer inconscientemente al suelo. Me sobresalté y miré a Minjeong, quién estaba con un bate viejo de béisbol que había en el armario. Pude ver enojo en sus ojos, tiró el bate a un lado y se agachó para verificar el estado de Jaewook.

Más que una noche - WinrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora