ENOUGH FOR YOU [Jacob Black• Crepusculo]

-°•'★ＣＡＰＩＴＵＬＯ ８！°•'★-

★

•

°

•

°

•

★

MARILYN SE sentía casi enferma como si algo dentro de ella hubiera cambiado, y no solo mentalmente su cuerpo estaba extraño, se veía igual pero se sentía distinto. Incómodo.

Mari se había pasado los dos siguientes días en el hospital, hasta que al tercero que su padre la obligó a volver a clase, al ver que no había ningún cambio en el estado de su madre.

Y aunque le hubiera gustado replicar, se tragó sus palabras para no tener más problemas y, accedió. Aprovecharía tener que volver al mundo exterior para cenar aquella noche en casa de los Cullen.

Mari bajó perezosamente hasta la entrada, era más temprano de lo usual para ella, había aceptado que Jacob la acompañara hasta la escuela y para ello tenía que salir más temprano de casa.

Charlie la paró en la puerta dándole unos papeles. —Toma, cielo, para justificar tus faltas. —Mari miró el papel, era una nota escrita a mano contando la situación de los últimos días, junto a una nota del doctor de su madre. Ella asintió y salió sin despedirse.

Al salir se acercó con rapidez a Jacob casi resbalando con el hielo de la calle. Mari le dio un ligero abrazo y le agarró la mano antes de empezar a caminar.

—¿Como va la situación en casa? ¿Charlie ha recapacitado? ¿Te dejará quedarte aquí? —Preguntó con una ligera ansia.

Ella suspiró. —No, me tendré que ir, y sinceramente los días cada vez son más raros. Bella tiene una especie de celos raro, porque piensa que yo y Edward estamos juntos, papá está cada vez más insensible hacia mi y ya no se qué hacer.

Jacob la miró con lástima y golpeó su hombro con el de ella. —Seguro que todo irá bien, yo cuido de la señora Luz mientras no estás.

—Gracias.. —Respondió suave, antes de perderse un poco en sus pensamientos.

El silencio se hizo entre los dos y ella miraba al suelo como si fuera lo más interesante del mundo. —Entonces.. ¿Es verdad?  —Preguntó el peli negro.

Ella lo miró confundida. —¿Eh? ¿Es verdad el que? 

Él suspiró al haber perdido la atención de la castaña. —¿Es verdad que estás con el chico Cullen?

Ella puso una mueca. —¡Dios, no! Es casi como mi hermano mayor, que asco. —Negó con la cabeza quitándose esa imagen de la mente. —¿Y tú porqué me preguntas esto?

Las mejillas se pusieron rosas y se pasó la mano por el pelo. —Debes entenderme, siempre estáis muy juntos y me preocupo por ti.

Mari casi se ilusionó, pero no iba a caer de nuevo, Jacob no sentía nada por ella. Ella no era suficiente para él. —Tu y yo también estamos muy juntos siempre y no somos pareja. ¿O si? —Se burló ligeramente.

Él le tapó la boca mandando la a callar, lo que acabó en un juego de ligeros golpes mientras llegaban al instituto de Mari.

Quedaban personas en el aparcamiento, pero la pocas personas que lo hacían se fijaban en el chico. Jacob desentonaba de una forma muy llamativa, y Mari, a su manera, también lo hacía.

Ella se tiró a sus brazos para despedirse y el dejó un beso en su frente antes de marcharse, mientras caminaba dos personas se unieron a ella, enganchándose a los brazos de la castaña. Jessica y Ángela.

—¿Era tu novio? —Preguntó Jessica con 0 disimulo. 

—No. —Respondió Mari con amargura recibiendo una mueca por parte de la rubia.

 Notó el coche de Edward aparcado junto a los del resto de la familia Cullen, eso fue un ligero alivio, cruzó la puerta y vio como Angela iba a la sala donde grababan los anuncios matutinos. Cosa a la que ella había renunciado.

Caminó hasta el aula donde tenía su primera clase, clase de química, junto a Alice y a Jasper. En otra ocasión hubiera dado volteretas de la alegría, pero eso solo implicaría miradas de pena. Se sentó al fondo, como usualmente, y los chicos vampiro se unieron a ella poco después.

No abrió la boca para hablar, y podía notar como Jasper evitaba que Alice empezará despotricar por horas. Seguramente la de pelo pixie tenía unas ganas terribles de preguntarle cosas sobre el inminente baile. Ella tomaba apuntes, solo para distraerse un poco.

Sonó la campana y se levantó despacio mientras recogía sus cosas, Alice se enganchó a su brazo y Jasper pasó el brazo por los hombros.

—Estamos contigo, Mari. —Dijo, con simpleza y dulzura, Alice.

Mari forzó una sonrisa y caminaron por los pasillos viendo a lo lejos como Bella y Edward charlaban. No tenía ni la más mínima intención de meterse en aquello.

Ella se separó suavemente de la pareja. —Gracias, de verdad. —Respondió sincera. —debo irme a Arte, pero nos vemos a la hora de la comida.

La pareja asintió y se despidieron con una sonrisa, Mari se dirigió a su clase de arte, se puso los auriculares aún sabiendo que podría ser regañada, pero era la niña lista de la escuela nunca le dirían nada.

Puso cualquier canción, no se molestó ni siquiera en mirar qué playlist había puesto. Se sentó sobre el escritorio mientras que los demás se iban pintar sus cuadros en los caballetes, cosa que también debería haber hecho.

Suspiró y escondió la cabeza entre los brazos, que tenía apoyados sobre la mesa, cerró los ojos y se dejó llevar por la música, una canción lenta sonaba.

El sueño empezó a atacar, llevaba días sin dormir bien, y su cuerpo pesaba como si cargará ladrillos. Su cuerpo se estiró contra la mesa cayendo en los brazos de Morfeo casi al instante.

★

•

°

•

°

•

★