Soulmates [Musan]

XV

Los gemelos esperaban alguna explicación fe porque estaba el albino con ellos. No les dieron muchas explicaciones para luego llevarlos en sus motocicletas (a Ran le tocó llevar también a Sanzu) para invitarlos a comer. Era algo incómodo al haber pasado pocos días desde que dejó Toman, pero tampoco le importaba sus opiniones… Solo un poco…

Tendría que ir como la tercera rueda o mejor dicho la quinta rueda.

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Subaru caminaba al gimnasio donde le tocaba gimnasia pero sin darse cuenta unas manos lo arrastraron a un callejón oscuro, los reconoció eran los de antes, Moebius.

-Malditos -escupió sangre.

-No te creas gran cosa Soldado Verde.

-Dejemos de jugar y cuando lo sepan, no tendremos piedad.

Cogió el palo de una escoba y se puso en posición, no pensaba dejarse derrotar por ellos.

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Sanzu tenía ganas de irse de aquella cita de Soulmates, el aún no sabía quién era el suyo pero tampoco tenía grandes esperanzas por relacionarse con él/ella. Nadie le iba a querer cuando supiesen de su pasado y verdadera esencia. Además debía cumplir su promesa. Cautelosamente se marchó corriendo, escuchó como lo llamaban, no le importaba. Mejor iría a buscar a Subaru.

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Emma parecía que la iba a golpear pero golpeó el casillero a su lado.

-Aunque este ofendida no pienso rebajarme a tu nivel. Soy mejor y tengo que hacer caso a Rou-senpai.

-Me alegra que me hagas caso -suspiró aliviado mientras le daba golpecitos a la cabeza-. Retirense y nos vemos donde siempre.

-Sí Subcomandante!

Los miembros se retiraron como si no hubiese pasado nada, Mikey se acercó a Rou.

-Gracias por hacerla entrar en razón.

-Parece que viene de familia el ser cabezotas, pero es una buena chica.

No hablaron más, notó la mirada de su mejor amigo.

-No le gusta, es más, le trata como un hermano.

-Espero que tengas razón.

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Los Kawata y Haitani estaban comiendo, después de la escapada de Sanzu decidieron comer. Ahora se llevaban mucho mejor que antes, aún seguían resentidos por su “maravilloso regalo”.

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Llegó a la academia de Subaru pero notó que en un callejón pegaban a alguien, lo iba a dejar escapar pero escuchó la voz cansada de su amigo. Corrió lo más rápido que pudo, cogió un tubo metálico y por detrás los golpeó la cabeza.

-Haruchiyo?!

-Subaru-senpai qué pasó?!

-Nos ha declarado la guerra Moebius, debemos estar alerta. No me gusta nada mijo como va esto.

-Vamos a curarte.

-A la mierda la escuela, otra vez acoso pero al menos tengo a Gold Dragons.