Capitulo 1: Bahrain

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¿Has echado de menos correr?

— Claro. Las vacaciones están bien para desconectar y todo eso, pero realmente extraño correr a tanta velocidad — Intenté responder con total naturalidad a cada pregunta que salía de su boca. Esperaba que no hiciese ningún tipo de comentario fuera de lugar acerca de cotilleos porque después de tantos años estaba honestamente harto.

Tal vez mi ruptura con Magui no fue la esperada, sobre todo cuando realmente no llegamos a ser nada. Solo fue un intento fallido que llenaba la boca de todos con especulaciones.

Siguió preguntándome un rato más acerca de mis sentimientos con el coche de este año y sobre cómo llevaremos la temporada, hasta que vi como cambiaba relativamente el tema de conversación hasta llegar justo a donde ella quería.

¿Como te llevas con el resto de los pilotos en la parrilla? — Mordí un poco mi labio inferior ante la pregunta y sonreí.
Mucho había estado tardando.

Bien, ya sabe. Nos pasamos aquí gran parte de nuestros días y la mayoría nos conocemos de categorías previas. Así que generalmente el ambiente es bueno... o al menos hasta que entramos en carretera — Solté una risita y la entrevistadora que sujetaba el micrófono negro frente a mi me correspondió.

¿Sobre todo con Carlos Sainz, no es así? — Mentiría si dijese que no estaba harto de escuchar ese nombre tan bien pronunciado en la boca de la presentadora española. Al siguiente que me pregunte algo acerca de Carlos me aseguraré de matarle entre terrible sufrimiento.

Por mi reciente "desamor", habían empezado una vez más ciertos rumores que, sinceramente, me provocaban una migraña demasiado dolorosa como para sobrepensarlo.

¿Eso es todo? — Esquive un poco la pregunte dándole un asentimiento para que no estuviese del todo "sin responder". Lo justo y necesario para darle a entender de que NO QUERÍA HABLAR DEL TEMA. Tendría que haberme pegado en la puta frente «NO CARLOS SAINZ» y el símbolo de prohibido para ver si así podía tener éxito.

Todos estaban hablando con la prensa en distintas zonas del circuito de Bahrain. Yo era el único que, al parecer, había acabado pronto, así que me dispuse a pasearme con algo de molestia mientras firmaba algún que otro autógrafo.
Definitivamente no era justo que solo yo recibiese comentarios más que directos acerca de la relación que compartimos el español de Ferrari y yo. Y si ya era difícil aguantarle de por si, era mil veces peor que un millón de personas comentasen «mis padres *emoticono de corazones» en un post que subía de pasada. Y si fuesen fotos donde él y yo estuviésemos en una postura comprometida, sería entendible; claro que este no era el caso. Bastaba con que quedásemos todos para hacer cualquier mierda juntos y a mi en la foto grupal - por mala fortuna - me tocase a su lado como para hacer que todo estallase.

No fui demasiado consciente de que estaba firmando cosas con una probable cara de mierda, así que intente arreglar mi expresión hasta que me di cuenta de que estaba prácticamente al lado del dueño de mis jaquecas.
Todo era su maldita culpa. Todo el día juntos, con su encanto de español y su pelo perfecto hacía que llamase demasiado la atención.

Pero entonces toda mi ira fue sustituida por curiosidad, al darme cuenta de lo siguiente: ¿Le preguntaran a él acerca de mi?
Y esto derivó a una segunda pregunta: ¿Qué contestará?

Así que si. Tal vez - y solo tal vez - me acerqué sin querer - obviamente queriendo - a donde estaba el madrileño dando su entrevista. Tal vez algunos me notaron pero preferí hacerme el distraído mientras firmaba alguna que otra camiseta mientras que obviamente pegaba la oreja a cada palabra que soltaba mi ex compañero de equipo por su boca española.

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