Conspiraciones

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El frío era demasiado, sentía como su piel se erizaba al constante viento que provenía de las altas tierras norteñas

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El frío era demasiado, sentía como su piel se erizaba al constante viento que provenía de las altas tierras norteñas. Catelyn pensó que al regresar se sentiría como en casa, pero ahora se daba cuenta como en aquella ocasión, que era una extraña en esta tierra de Dioses extraños y creencias que en el Sur se consideraban salvajes.

Hacia demasiado frio, intento salir a caminar un poco alejándose del campamento Tully que iba a la par del campamento del Rey, Robert era tan distinto a como lo recordaba ya la vez estaba seguro que su amado Ned estaría tan feliz de estar a su lado en esos momentos.

Robert y ella solo compartían pocas palabras, pero todas ellas se referían a su difunto esposo, como extrañaba a su lobo silencioso y sus tímidas sonrisas llenas de tanto amor y afecto.

Pero se fue, su amado se marchó y dentro de ella sintió que era su culpa; No, negado rápidamente, la culpa era del bastardo. Los dioses la habían castigado por permitir que semejante mancha estuviera al lado de su familia.

Ahora regresaría a Invernalia y esta vez se aseguraría que sería la última vez que permitiría que el bastardo se sentara como el guardián del norte, si todo iba de acuerdo al plan.

Fue entonces que decidió regresar, se acercaba la noche, pronto se reunirían todos sus viejos y nuevos amigos, para hablar sobre el futuro que les aguardaba una vez eliminaran aquel bastardo que ahora sembraba el temor en el norte, crucificando y matando a todo el que se le oponía.

Camino en silencio, solo deteniéndose brevemente para dar breves saludos a los soldados Tully que los acompañaban; con sus armaduras de escamas negras, con sus lanzas como arpones y terminaban en esa punta filosa, con esas sonrisas contagiosas y esa felicidad ante lo que ellos creían que sería una aventura, que irían a derrotar a los norteños en su festival y torneo, que demostrarían la ferocidad de los siete y humillarían a los dioses sin rostro.

Claro que no todos eran así, muchos abanderados  Tully, adoraban a los antiguos Dioses y aún seguían las viejas prácticas, estos eran casas honorables y fuertes, Catelyn hacia todo lo posible para mantener la concordia entre todos ellos.

Una diferencia de muchas otras tierras o reinos. La tierra de los ríos estaba llena de diferencias y rivalidades que ocasionalmente terminaban en fuertes conflictos entre sus integrantes.

Fue entonces que por fin consiguió llegar a la gran tienda, donde estaba su hermano sonriente, esperándole para darle un fuerte abrazo y un suave beso en su mejilla, ambos dieron cordiales palabras afectuosas mientras ingresaban a la tienda en silencio.

Adentro se encontró a Petyr Baelish con una sencilla copa de vino en sus manos, este se alegró fuertemente ante su llegada, y ambos compartieron un cordial saludo. Ojalá todos fueran viejos amigos como ellos, entre los demás presentes estaban Walder Frey mientras saboreaba lentamente y repulsivamente su cena;

También estaba Lyarra Snow hija bastarda de los Greystark para representar a su viejo padre, sus hermanos legítimos ya se encontraban en Invernalia para no levantar sospecha.

Señor de Invernalia V3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora