Shots (+18) UCHIHAS 🔞

Dracifilia🔞

Obisaku

🔞Contenido adulto y explícito, filia, lenguaje vulgar y sumisión consentida. Personajes mayores de edad.

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Sakura y Obito se conocieron en el instituto, él siempre fue un chico alegre y espontáneo, algo que a Sakura le atrajo desde el principio, lo mismo le pasó a él. Al inicio de la relación, todo parecía un cuento de hadas, el Uchiha se mostraba romántico y cariñoso, pero con el pasar de los meses, las cosas adquirieron otro rumbo. El moreno le confesó a Sakura sus gustos por el sadomaso y ciertos fetiches. Al principio, a la pelirrosa le costó acostumbrarse a ello, pero a medida que probaba cosas nuevas, más le iba gustando ese mundillo que Obito le ofrecía, tanto fue así, que llegó al punto de serlo todo para él, entregarse por completo a él...

***

Sakura siente como escuece, el dolor en sus pezones se hace cada vez más insoportable a causa de las últimas pinzas japonesas que Obito compró, le agarran firmemente las aureolas pareciendo dientes clavándose en su delicada piel, pero la pelirrosa aguanta, aguanta porque sabe que a su novio le gusta así, ¿y para qué mentir?, a Sakura también, si no... ella jamás habría aceptado un tipo de relación de esa índole.

—Estoy esperando que lo hagas, nena... —Obito le murmura en el oído con tono hipnotizante.

Sakura sabe de sobra a lo que se refiere, Obito quiere que llore, que se deshaga en lágrimas solo para él, eso lo pone a mil, pero a la vez, Sakura sabe que si pierde la cordura, su novio puede llegar a ser muy sádico.

—Vamos... no te reprimas, Sakura —el Uchiha vuelve a insistir rozando su oído y tironeando de la cadena que une las pinzas japonesas.

—¡Aah!... d... duele... —se queja ella entre jadeos.

—Si lloras para mí, prometo que esta vez seré gentil —Sakura se muerde el labio inferior con en actitud dubitativa.

—Yo... no sé ... —Obito se aleja de ella y empieza a darle vueltas a una manivela que hay en la pared de la derecha.

Ahora mismo, Sakura está atada a unas cadenas que penden del techo, las cuales dependen de esta manivela. Obito le da varias vueltas para tensarlas todavía más, de modo que los brazos de su amada quedan totalmente tensados hacia arriba. La respiración de Sakura se acelera por el dolor que empieza a sentir, pero a la vez se está poniendo muy cachonda...

—¿Todavía no lloras, nena...? —Obito se mofa—. Sé que lo estás dsifrutando, putita, lo veo reflejado en tu rostro.

—Obito... n... necesito ...

—Todavía no, todavía no me has dado lo que quiero, Sakurita, ya sabes que no puedes pedir nada sin darme nada a cambio. ¿Lo entiendes...? —la pelirrosa asiente mientras su novio le da una última vuelta a la manivela.

Los pies de Sakura ya no tocan el suelo, está de puntillas por lo mucho que los brazos estan tensados hacia arriba. Obito se coloca detrás de ella y acaricia sus desnudas nalgas con una suavidad que la estremece. Un cosquilleo sacude el bajo vientre de la pelirrosa, a la vez que también nota como empieza a empaparse cada vez más, está segura que esta vez Obito será más compasivo y la complacerá, pero se equivoca. Lo comprueba enseguida cuando una fuerte nalgada la obliga a gritar.

—Como veo que hoy no tienes muchas ganas de obedecerme, tendré que ser duro contigo, cariño. Hasta que no me des lo que quiero, no me detendré. ¿Tanto miedo te da que pierda el control...?, sabes que soy rudo, pero lo disfrutas, ambos lo disfrutamos y ambos llegamos a ese consenso cuando empezamos con todo esto. ¿Lo recuerdas, pequeña...? —Obito le susurra dulcemente mientras tironea de las pinzas con una mano y con la otra vuelve a azotarla en el culo.