Shots (+18) UCHIHAS 🔞

Íncubo 🔞🎃

Madasaku (Especial Halloween)

🔞Contenido adulto y explícito

En una remota aldea, la noche de Halloween era un evento temido y celebrado a partes iguales. Las leyendas hablaban de seres oscuros que se deslizaban entre las sombras, y entre ellos, destacaba un íncubo que se alimentaba del miedo y los deseos de las mujeres solteras.

Sakura, una joven aldeana, siempre había sido escéptica a todas aquellas historias, por lo que a pesar de ser Halloween, la noche señalada para que aquel ser se apareciera frente alguna desdichada, no le daba ningún miedo campar por la aldea a altas horas de la noche. Sintiéndose aventurera y un poco rebelde, decidió salir a explorar el bosque que rodeaba su hogar. La luna llena iluminaba su camino mientras las hojas caídas de los árboles crujían bajo sus pies. Sin embargo, el aire estaba cargado de una tensión inexplicable, hasta que de pronto, sintió que no estaba sola. A medida que se adentraba más en el bosque, una figura oscura emergió de entre los árboles. Era un hombre de mirada intensa, con una sonrisa seductora y a la vez pervesa. Sakura se paralizó.

—¿No te da miedo caminar sola en una noche como esta?—aquel ser preguntó con una voz suave como el terciopelo.

Sakura sintió un escalofrío recorrer su espalda. —Solo estoy explorando —respondió decidida e intentando mantener la calma. Sin embargo, había algo en la rojiza mirada de aquel desconocido que la atraía y aterraba al mismo tiempo.

El íncubo, viéndola titubear, comenzó a acercarse a ella. Sakura sintió la necesidad de correr, pero sus piernas no respondían, al contrario, sentía la necesidad de sentirse envuelta por ese aura, ese aroma, esa voz grave y sensual que la hipnotizaba con cada palabra...

—Dicen que en una noche como ésta, es el momento perfecto para liberar tus deseos más profundos, tus fantasías más perversas... —aquel extraño le susurró mientras una brisa fría rodeaba a Sakura. Ella trató de retroceder, pero sus pies seguían pegados en el suelo.

—Yo... yo no tengo ningún deseo ni fantasía... yo solo...

—Vamos... ¿qué deseas, Sakura?. Puedo darte todo lo que anhelas, solo si me entregas tu cuerpo.

—¡No! ¡Solo eres un engaño! ¡una alucinación!, no puedes controlar mis deseos ni mis miedos —Sakura exclamó con determinación.

El íncubo sonrió, pero a la vez, sus rojizos ojos brillaron con un destello de furia ante tanta rebeldía.

—No puedes escapar de mí, preciosa. Esta noche... tus propios deseos te traicionarán —tras una humareda negra, la atmósfera cambió y aquel ser desapareció.

*

De camino a casa y siguiendo el mismo sendero, Sakura comenzó a pensar en sus deseos; anhelos de amor, de aventura, ser libre y salir de aquella pequeña aldea, deseos de saber como sería ser amada por un hombre... fue entonces, cuando comprendió que aquel desconocido se alimentaba de esos deseos.

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Sakura despertó de golpe, aquello no había sido más que un sueño. De repente, sintió frío y vio la ventana abierta, a la vez que sintió una extraña pesadez flotando en el aire. Al abrir bien los ojos, lo vio, la figura oscura del bosque estaba escrutándola con una mirada penetrante desde un rincón de la habitación. El corazón de Sakura latió con fuerza entrelazando una mezcla de miedo y curiosidad. El íncubo se acercó lentamente, su presencia era inquietante y cautivadora. De nuevo, con una voz suave y seductora, comenzó a hablarle.

—No temas, pequeña... tan solo deseo tu cuerpo... —ella seguía atrapada entre esa voz y esa mirada hipnótica.

—¿Q... qué quieres de mí? —preguntó con la voz temblando ligeramente.