Shots (+18) UCHIHAS 🔞

Muñeca 🔞

MADASAKU

🔞Contenido adulto y explícito. Infidelidad, lenguaje vulgar, personajes adultos.

Sakura jamás pensó en traicionar así. Echarle el ojo al marido de su mejor amiga no entraba en sus planes. Sin embargo, uno no decide en asuntos del corazón, son cosas que pasan, y siendo sinceros, Madara tampoco se lo puso nada fácil...

Todo empezó el día en el que su amiga propuso que los acompañara a una cena, no quería dejar sola a la pelirrosa ni excluirla después de la ruptura con su ex, así que Sakura aceptó la propuesta, claro que... sin pensar que ese mismo día caería rendida a los pies de su atractivo marido, al cual aún no tenía el placer de conocer.

El moreno, bastante maduro para ella, ya la escrutó a conciencia cuando cruzaron miradas por primera vez. Algo se estrujó dentro de Sakura y percibió que nada bueno saldría de todo aquello, y definitivamente, no se equivocó en absoluto. La pelirrosa fue quedando con ellos cada vez con más asiduidad, Sakura se presentaba en casa de la pareja y disimulaba muy bien la tensión sexual que le provocaba aquel portento hecho hombre, un hombre que no le pertenecía, un hombre que era el marido de su mejor amiga, pero no podía evitarlo. Sakura quería pecar con ese diablo, aunque para ello tuviera que purgar el despecho de su amiga y purgar después en el mismísimo averno.

Uno de los días en que Sakura se encontraba en casa del matrimonio, se quedó a solas con Madara porque la esposa del moreno había salido a comprar unas cosas para la cena, fue ahí cuando se desató el caos.

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Sakura estaba en la cocina preparando algunas cosas para picar, cuando de pronto, Madara se pegó a su espalda, ese fornido torso caliente y duro la aprisionó contra la encimera robándole la respiración. El corazón se le aceleró y sus bragas se empaparon.

—¿Q... qué haces? —preguntó balbuceando por los nervios.

—¿Acaso no lo ves...?. No te hagas la tonta conmigo, sé que lo quieres, sé que lo deseas igual que yo... sé que ansías que te la meta aquí y ahora —Madara le susurró antes de lamer lentamente el lóbulo de su oreja.

—No... no puede ser.

Una de las fuertes manos del moreno viajó ágil dentro de los pantalones de Sakura y acarició suavemente su monte de venus por encima de la tela de las braguitas,  luego con un dedo escarbó más profundo y redondeó su clítoris, para finalmente correr la tela y meterlo en esa húmeda estrechez. Sakura jadeó mientras apoyaba la cabeza en esos fornidos pectorales, entornó los ojos hacia atrás para mirarlo de manera suplicante y deseosa.

—P... por favor... —rogó excitada.

—¿Por favor qué, uhm...? ¿cres que estoy para adivinanzas? —Madara preguntó divertido sin dejar de meterle los dedos bien profundamente.

—Fóllame... —Sakura soltó sin pensarlo dos veces.

El arrogante morenazo le mostró una jodida sonrisa ladeada y se agachó un poco para devorarle la boca, le mordió el labio inferior con fuerza a la vez que le bajaba los pantalones. La giró hacia él y le levantó la camiseta para manosearle las tetas, luego las chupó y se agachó agarrándola de las caderas para empezar a comerse esa dulce vagina. Sakura se agarró como pudo de la encimera, la lengua del Uchiha la estaba llevando al paraíso, hasta que los fluídos llenaron su boca y él los limpió con absoluta dedicación.

Sakura se reclinó en la mesa de la cocina con las nalgas levantadas y expuestas solo para él. Ese enorme falo tanteó su entrada y Madara enseguida se lo metió, entró deprisa por el buen trabajo que él mismo había realizado para lubricarla, se sentía tan bien...