Shots (+18) UCHIHAS 🔞

Hematofilia🔞

OBISAKU

Antes de leer este shot, avisar que se trata de una parafilia relacionada con la obtención del placer a través de la sangre, la hematofilia. Si alguien se puede sentir incómodo, puede abstenerse de leer. Gracias

Estos fetiches existen y son consensuados de mutuo acuerdo por quienes los practican, solo quiero dejarlo en claro, así como recordar que esto tan solo es un fic.

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🔞Contenido adulto y explícito, filia consentida por parte de ambos personajes. Personajes adultos.

Cuando Sakura empezó a salir con él, ya sabía que Obito no era un chico como los demás, pero precisamente eso fue lo que la impulsó a un acercamiento con el susodicho. El Uchiha era distinto, y como suele suceder, nos atrae lo desconocido y el morbo.

Obito era un poco introvertido, tímido... Sakura siempre tenía que andar sacándole las palabras, era como si no terminara de conocerlo del todo, siempre era ella la que lo abrazaba, la que le robaba algun que otro  beso, y al final, lo consiguió, él la amaba, la amaba con locura, pero de un modo distinto, un modo peculiar que Sakura jamás llegó a imaginar...

***

—Aam... Obito... quiero que sea hoy, estoy lista para entregarme a ti —Sakura le pidió emocionada mientras lo agarraba del brazo camino  a casa del Uchiha.

—¿Estás segura...? —Obito se mostró escéptico con un deje de incredulidad en la voz.

—Sí, quiero ser tuya por completo, ya llevamos saliendo varios meses y no puedo esperar más —Obito la rodeó por la cintura y olió la fragancia de sus cabellos.

Llegaron a casa del Uchiha, era la primera vez que él la llevaba allí a pesar de llevar un largo tiempo saliendo. Obito jamás le hablaba de su pasado, Sakura solo sabía que vivía solo porque había perdido a sus padres siendo muy pequeño, y que fue su abuelo Madara quien lo había criado.

A priori, todo en la casa estaba ordenado, pero hacía frío y no entraba mucha luz, aunque Sakura no le dio importancia, ella tan solo quería llegar a la habitación y entregarse al Uchiha.
La estancia era acogedora, Sakura se sentó en el borde de la cama y abrió sutilmente las piernas para insinuarse a su novio. Obito la miró entre curioso y divertido, sin embargo, no la atacó, otro en su lugar se habría lanzado sobre ella y la habría empotrado de forma salvaje contra el colchón, pero él era distinto, a él le iban otro tipo de cosas, otro tipo de juegos...

—¿Qué ocurre, Obito...? ¿Acaso no quieres hacerlo conmigo...? —Sakura preguntó fingiendo un puchero, bajándose de la cama y gateando hasta llegar a la altura del moreno.

—Ven aquí... —susurró el mientras se agachaba y esperaba a que ella llegara a su lado.

La pelirrosa se mordió el labio esperando a que Obito se lanzara contra su boca para besarla, pero él estaba demasiado concentrado en no perder detalle del mordisco que ella misma se estás propinando en ese mismo instante.

—Muerde más fuerte...  —Obito susurró lascivo mientras Sakura asimilaba que su novio quería ver sangre.

Los dientes de Sakura se clavaron con más fuerza en sus carnosos labios y un hilillo rojo empezó a brotarle resbalando por la comisura. Las pupilas de Obito se dilataron y sin pensarlo se acercó a ella para lamer el chorretón que emanaba de la herida. Por un instante, Sakura tembló, pero a la vez le pareció tan erótico, que no pudo evitar jadear casi en trance.

—O...Obito —susurró antes de que el moreno volviera a morder la herida y sorbiera la sangre con inexorable ahínco.

—Shh... no digas nada, pequeña. Ahora mismo me tienes a cien, nena... —jadeó extasiado cuando terminó de saciarse como habría hecho un vampiro.