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—Hyuri.

Hyuri se detuvo al oír la voz de su hermano mellizo, dudo por un momento antes de darse la vuelta y enfrentarlo cara a cara.

—¿Qué haces despierto tan temprano?— Cuestiono, con una expresión ni cálida ni fría.

—Iba a encontrarme con Kagura, ¿y tú?

Hyuri sonrió de manera extraña. —No deberías saberlo.

Boruto de inmediato retiro su sonrisa, ambos se enfrentaron por un momento.

—¿No puedes no decirlo?

—La situación es bastante delicada, lo mejor es irnos a casa y dejar que los de Kiri resuelvan sus problemas.

—¿Qué hay de la excursión? ¿Terminará así?

—Boruto— Hyuri suspiro, antes de cubrir su frente, que estaba muy caliente. —Eres muy ingenuo, ¿acaso no escuchaste lo que dijeron esos tipos ayer? La niebla sangrienta, Kagura, el cuarto mizukage, cada vez suena peor, lo mejor es no involucrarse.

—Lo se, pero nada a sucedido... Además, Kagura no es como esos tipos dicen.

Hyuri volvió a suspirar al ver que le era imposible hacer entrar en razón a su hermano. Por lo que simplemente se dio la vuelta.

—¡Hermana! Dale una oportunidad, se que no te es fácil confiar en los demás, pero creo en mi juicio.

Boruto observó en silencio la espalda de Hyuri esperando sus palabras.

—Bien, has lo que quieras, no voy a intervenir.. Cómo siempre— Murmuró Hyuri, su última frase fue dicha para ella misma.

Boruto sonrió de inmediato, y con felicidad se dirigió al lugar de encuentro.

Hyuri negó con la cabeza, mientras una leve sonrisa aparecía en su rostro.

—Olvidalo, es lo mejor.

—¿Estás segura?— Cuestiono Seiko, a pocos metros de la Uzumaki. —Ayer los seguí en silencio, tus preocupaciones no son en vano, tu hermano puede correr peligro.

—Aun si es cierto— Hyuri se frotó su cien con sus dedos índice y corazón, intentado soportar el dolor de cabeza. —No puedo hacer nada, sabes que lo que más odio es intervenir en los problemas que no me consierne.

—Aún así, tú hermano si lo hará.

Hyuri frunció el ceño, con una expresión un tanto conflictiva, al ver eso Seiko sacudió su mano.

—Luces horrible, ve a descansar, yo le daré una mano a tu hermano si es necesario.

Hyuri la observó con dudas. —¿En serio?

—Si yo no lo hago, Mitsuki lo hará, ve a descansar.

Hyuri dudo por un momento antes de aceptar. —Entonces, te lo encargo.

...

Tiempo después, en cierto lugar desolado, Sarada se encontraba mirando el rostro inconsciente de Boruto con preocupación.

Al cabo de un rato, este abrió sus ojos lentamente y poco a poco visualizo la apariencia de su amiga.

—¿Sarada?... — Murmuró en voz baja. —¿Cómo sabias en donde estaba?...

Cuestiono intentando levantarse, logrando que sus heridas comenzarán a doler y que soltara un quejido.

—Cuidado, aun estas herido— Le recordó Sarada y lo ayudo a sentarse, antes de mirar hacia cierto lugar en donde había otras dos personas. —Él me aviso.

Luna serpiente [Mitsuki] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora