Capitulo 6

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Estaba en la casa de Nian, después de haber pasado una semana entera quedando juntos, en los ensayos, puertas de la universidad, bares y un poco más. Sentía una mezcla de nervios y emoción, porque era la primera vez que me sentía tan cómoda con él. Habían cambiado algo las cosas, en lo poco que llevamos juntos. Sus padres no estaban en casa, y Bella, la chica de la que me había hablado, estaba encerrada en la habitación que le habían prestado. Ni siquiera salió a saludarme cuando me escuchó entrar.

Ahora, estábamos tomando algo en la sala de sofás. Nian me habla sobre música, y sobre cómo no intenta quedarse sin voz cada vez que grita. Mientras tanto yo... Bueno, aproveché cada oportunidad para admirar. Lo de fan no me lo quita nadie. No podía evitar sentir una fascinación cada vez que estaba cerca de él. Sus gestos, su voz, la manera en que se movía, todo me parecía digno de admiración. Era como si cada momento con él fuera una pequeña aventura que me llenaba de alegría y asombro.

Mientras estábamos sentados en el salón, me di cuenta de que no podía apartar la mirada hacia ningún lugar. Él estaba hablando de algo trivial, pero yo apenas podía concentrarme en sus palabras. Todo lo que hacía me parecía increíble. Cada vez que sonreía, mi corazón latía un poco más rápido. Era como si estuviera viendo a mi ídolo en persona, y de alguna manera, eso me hacía sentir más viva que nunca. Estoy viviendo mi sueño. O eso creo.

—¿Estás bien? —me preguntó de repente, notando mi mirada fija.

—Sí, sí, claro —respondí, sintiendo cómo el rubor me subía a las mejillas—. Solo pensaba en lo genial que ha sido esta semana.

Nian sonrió y se acercó un poco más.

—Me alegra que te sientas así. Yo también la he pasado muy bien contigo.

—Haber si tengo que empezar a cobrar, por cada vez que te lo hayas pasado bien conmigo—le vacilo.

—¿Quieres hacerte millonaria?—me pregunto.

—Sería lo justo.

—¿Tus padres son millonarios, Irina?—me pregunta—He estado observándote esta semana. Lo que te pones a veces es caro, me he fijado en el bolso Chanel, en tu vestido Valentino y en las joyas que tienes y un par de cosas.

—Si, bueno... Son ricos pero ratas. No me dan una pega semanal y me lo tengo que currar todo yo misma—suspiró y le miro—Me han dejado viviendo en una residencia, en vez de alquilarme una casa de tres pisos—le vacilé.

—¿No te gusta vivir en la residencia con Jude?—me pregunta.

—Me gusta vivir con Jude, pero no en la residencia—le dije.

—Pues yo comparto piso con los chicos—me dijo—Podrías unirte, y estar ahí... Seguro que a Cooper le gustaría la idea de vivir cerca de Jude si se uniera.

—Sabes que Cooper, jamás dejaría que Jude estuviera viviendo en el mismo piso que Chris.

—Mierda, es cierto...—me dijo con cara de lamento y sonriendo—Que ha Chris le gustaba Jude y esas movidas, yo si fuera Cooper lo mataría. No hay amistad cuando hay una chica entre medio.

Suspiro y me concentro en ver la televisión que está de fondo.

—¿Tú matarías por qué se acerquen alguien con otras intenciones, a tu chica?—le pregunté

—Si, ¿y tú por tu chico?

—No. Jamás me arriesgaría a matar a alguien por un hombre, hay muchos peces en el mar—le dije.

—Lo dices ahora, pero arderías.

—Ardería, pero nada más que eso.

Me senté mejor en el sofá, su perro estaba acostado en el jardín y había una tranquilidad en esa casa que me resultaba reconfortante. Creo que ya lo mencioné, pero la casa de Nian es realmente grande, similar a la mía. No vivo en una mansión tan enorme como la suya, pero mi casa también tenía ese toque especial. Hay cuadros de cuando él era pequeño, de su madre y de su padre cuando se casaron. El aire olía a una mezcla de madera pulida y un ligero aroma a flores, probablemente de algún ambientador. Todo en la casa parecía estar en su lugar, impecablemente ordenado y decorado con buen gusto.

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