Eddie miraba mi casa mientras caminábamos hacia la entrada. Mi casa era bastante grande y bien cuidada. El trabajo de mis padres había dado frutos, aunque eso significaba que tendrían que estar todo el tiempo en este.Cuando nos mudamos a Hawkins vivimos en el parque de caravanas, era divertido estar ahí. Pero después mi papá empezó a conseguir más dinero con su trabajo y compró una casa mejor.
Entre al interior de la casa dejando mi mochila en una silla de decoración, no escuche pasos ni la puerta cerrarse y voltee a mirar a Munson y el solo estaba en la puerta como perrito que no lo dejan pasar.
-¿no vas a entrar? No me digas que te da pena, Munson.- Irónice.
Vi como se ruborizaba y también sus orejas, reí disimuladamente por eso. Pero aún así entró y cerró la puerta detrás suyo.
Figaro bajo de las escaleras y se acercó a Eddie en cuanto lo vio. Maullo y Munson miró a su dirección y sonrió cuando Figaro se empezó a restriegar en sus piernas.
Auch.
El maldito gato nunca era cariñoso conmigo y siempre lo tenía que llevar conmigo a dormir, aunque después se iba.
Eddie se había agachado para acariciarlo, a lo que el no se negó.
-Se llama Figaro.- Sonreí al ver que a Eddie le había gustado mi gato y a mi gato le había agradado Eddie.
-Figaro.- Repitió.-¿que te dan de comer? Estás muy gordo.
-¡No está gordo! Solo.. se ve así por su pelo.- Proteste, indignada.
Era verdad que mi gato estaba obeso, y apenas lo estaba notando.
-Deja ya a mi gato, grosero.- Me acerqué a Eddie y cargue a Figaro quien maúllo en protesta.
Eddie río y se levantó del suelo.
Era alto.
Demasiado alto.
Eddie y yo estábamos muy cerca para mi gusto. Y Dios, me sacaba una cabeza de altura o más.
¿Había mencionado que me gustan altos?
Figaro maúllo sacandome de mis pensamientos, y creo que igual a Eddie.
-Vamos por las revistas, están arriba.- Me alejé de él. Baje al gato entre mis brazos que estaba desesperado por alejarse él de mí.
Subí las escaleras haciéndole una señal a Munson para que me siguiera sin voltear atrás.
-¿A tus padres no les molestará que-.
-Mis padres llegan muy tarde, puedes estar tranquilo con eso.- lo interrumpí.
Entre a mi cuarto dirigiéndome directamente hacía el escritorio que tenía.
-Y aún si llegarán temprano te empujó por la ventana.- Le sonreí angelical.
-Que linda, Rose.- escuche que murmuró para el mismo pero aún así lo escuché.
¿Les soy sincera? no recordaba si aún tenía las revistas que buscaba, recuerdo que había tirado algunas ya que ocupaban bastante espacio y ya no era lo que me gustaba.
-Tu habitación es demasiado..- Parecía que buscaba la palabra adecuada.- me gusta.
Rodé los ojos.
Bueno, mi habitación había pasado por todos los cambios en un adolescente, así que no tenía un estilo definido.
Las paredes estaban pintadas de un rosa pastel y tenía uno que otro rayón, todos los muebles que había eran blancos, las cortinas también blancas, el techo tenía estrellas pegadas de las que brillaban en la oscuridad, había posters pegados de varias bandas, cantantes, películas o simplemente uno que me gusto y lo compré.
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Smell
RomanceEddie Munson siempre ve a aquella chica que conversa con Henderson en los pasillos sin saber como se iba a envolucrar con ella. En proceso. Eddie Munson x oc fem.