Sera recostó en su cama al pequeño ángel. Después de dos horas jugando con el esperando que le de sueño, al fin dormía. Era cansado cuidar al pequeño, tenía tanta energía, pero bueno era un niño, ¿que se le podía hacer?. La Serafín, salió del cuarto del pequeño, cerrando la puerta sin mucha fuerza para no hacer un ruido que despierte al pequeño.
— Al fin... — dijo, con un notorio cansancio en su voz.
La menor se dirijio a la oficina de su su esposo que estaba trabajando en una nueva especie de animal.
Al llegar tocó la puerta, al no tener una respuesta abrió la puerta. La deidad estaba sentado en su escritorio, dándole los últimos detalles a la criatura.— Hola, mi amor — Sera, enredó sus brazos en el cuello del mayor, dándole un beso en el cachete — ¿Que te parece esto? — dijo, enseñándole a un animal de color rosa con una cara tierna — Es adorable, tiene una cara graciosa, ¿como le pondrás? — la Serafín, acaricio la cabeza de la criatura — ¿Te acuerdas de Huitzilopochtli? —.
— ¿Huitzilopochtli?... oh, si lo recuerdo — dijo, mientras veía con una sonrisa al animal rosa — Bueno, el me dio un nombre para esta criatura, con los demás dioses estuvimos discutiendo sobre nombres para los animales, uno que me gusto mucho fue "Axolotl", es un buen nombre y mira esta criaturita — el más alto, miro con una mirada de orgullo al hermoso animal rosa, ahora con el nombre: Axolotl — Es hermoso... ¿no crees que ya es tarde? — dijo, sentándose al lado de su esposo — Ya lo se, pero quería terminar esto — dijo, con sus dedos telentransportando al Edén al animal, después haría una hembra — Vamos hoy fue un día difícil para mi —.
Las dos deidades se pararon de sus asientos.
La deidad solo sonrío al imaginarse lo estresada que estaba su esposa — Así que... ¿estas estresada? — dijo, con un tono coqueto, mientras ponía sus manos en la cintura de la Serafín — ¿Me podrás quitar el estrés? — dijo, poniendo sus manos en los hombros del más alto — Tal vez — la deidad, beso el cuello de la Serafín, esta solo suspiro — Lo tomaré como un si —.
Las dos deidades se dirigieron a su habitación en un silencio nada incómodo. Al fin habían llegado, el mayor cerró la puerta mientras se acercaba a su esposa. La hermosa sensación de tener a tu lado al amor de tu vida, madre de su hijo, esposa, amiga, pero lo más importante con quien pasara su inmortalidad. El mayor recorrió con sus manos el cuerpo de la menor, sin apartar miradas.
El empezó a quitar la estorbosa ropa de la Serafín. Sera, solo se quedó con su ropa interior, la deidad vio con deseo el cuerpo de la menor; hermosa vista. La deidad menor le quito su ropa al mayor que le cubría la parte de arriba de su cuerpo, Sera pasó sus manos por el gran pecho del mayor, que agarro la mano de la Serafín dándole un beso.
— ¿Puedo? — pregunto, sonriendole a Sera, que solo asintió.
La deidad mayor desabrocho el sostén de la menor, mientras sonreía. El mayor, tocó un pecho, mientras se acercaba al cuello de Sera.
— Ya hazlo... — dijo, con toda la cara roja.
El mayor empezó a morder el cuello de la contraria, que solo podía responder con gemidos. El mayor bajo a los pechos de Sera.
— Mami... — las dos deidades, se asustaron a escuchar la voz de su hijo, parando en corto; que por suerte no entró por completo a la habitación — L-luci... ¿que sucede hijo? — dijo, Sera acercándose (con una camisa ya puesta) al pequeño — Tuve una pesadilla — respondió el pequeño con los ojos un poco inflamados — Hay mi amor, solo fue un sueño —
— ¿Puedo dormir con ustedes? — dijo, con una sonrisa que derritió el corazón de las dos deidades — Esta bien, solo te digo que perdiste la oportunidad de tener un hermano — dijo, el mayor viendo el cuerpo de Sera — ¡Mamá!, yo quería mi hermanito — el pequeño ángel hizo un puchero — No le des ideas a tu padre, bien vamos a dormir — dijo, cargando al ángel. Los ojos del pequeño se empezaron a cerrar cuando apenas sintió que lo recostaron en la cama.
— Se ve tan tierno — la deidad mayor, le dio un beso en la frente al ángel ya dormido — ¿Un hermano?, ¿es enserió? — dijo, con un notorio enojo en su voz — No es mi culpa, el desde hace días lleva pidiendo un hermanito — dijo, besando la mejilla de Sera — Vamos a dormir — su rubor de nuevo apareció — Bien, vamos —.
Las dos deidades se recostaron con el pequeño que abrazo a su madre como un peluche. Los mayores rieron bajo por el acto tan tierno de su hijo. Pasaron solo unos minutos cuando los dos se durmieron abrazando al pequeño.
Al siguiente día
El mayor fue el primero al despertar, viendo como su esposa e hijo se abrazaban, el solo sonrío, mientras se levantaba de la cama. Todavía era temprano, podía aprovechar su tiempo.
Entro a la ducha, sintiendo como el agua caía por su cuerpo. No pasó mucho y sintió como alguien lo abrazaba por detrás. Al saber quien es sonrío, dándose la vuelta, encontrándose con el perfecto cuerpo desnudo y mojado de su esposa.
Advertencia de lemon, posiblemente malo
— Buenos días, mi amor — dijo, tomando por la cintura a la Serafín — Buenos días — dijo, agarrando la cara del mayor, para poder darle un beso — Hoy despertaste muy cariñosa —.
— Estoy de buen humor — respondió, besando el cuello de la deidad mayor — Demasiado cariñosa — el mayor pego a la pared a la menor, mordiendo su cuello — Y t-tu~... muy ag-gresivo~... — dijo, con dificultad mientras el mayor aún seguía en su cuello, este bajo sus manos a los muslos de la menor, apretando su agarre — Mmh~... n-no hagas eso~... —.
La deidad cargo a la Serafín. Después de algunos intentos por fin metió su intimidad en la de Sera, sacándole un fuerte gemido. Conforme pasaban los minutos, el mayor penetraba más fuerte la entreda de la menor que solo respondía con gemidos más débiles, mientras se aferraba aún más al cuerpo del mayor con debilidad.
— ¿Te gusta? — dijo, el más alto, pasando su lengua por el cuello de la menor, que solo respondía con dificultad — Aah~... m-mucho~... — la deidad mayor, sonrío besando a su esposa, opacando los gemidos de la deidad menor.
Pasaron los minutos y el mayor ya estaba llegando al climax, dando embestidas más rápidas, ocasionando que la menor sienta solo un poco que dolor. La deidad mayor eyaculo en el interior de Sera, mientras ella jadeaba del cansancio.
— E-eres demasiado~... brusco... — dijo, Sera, recuperando el aliento — Perdón, es difícil resistirse a tus encantos — respondió, con una sonrisa. El mayor salió del interior de su esposa, esta solo se quejo.
Al salir del baño, se encontraron con su hijo ya despierto jugando con su peluche, este miro a sus padres preguntando: Mami, ¿que eran esos ruidos?.
Los dos se miraron a los ojos, tal vez no fue buena idea hacerlo mientras su hijo seguía en la habitación. ¿Como le explicaría aún niño de solo 6 años?, sobre eso.
— Bu-ueno, tu padre y yo... estábam — el mayor, la interrumpió — ¡Jugando!, si estábamos jugando — dijo, sudando frío — ¿Jugando?, ¿que juego? — pregunto, mirando a sus dos padres — Un... un juego de adultos —.
Las dos deidades, le explicaron sobre "su juego" al pequeño, disfrazando ese acto como un juego inocente que solo ellos podían hacer. Lucifer, solo se confundió más con cada palabra de sus padre, dos horas, dos horas estuvieron así con el pequeño.
----
No tengo imaginación y esto fue lo que salió. A mi parecer no está tan mal ¿o si?. Eso no importa solo que agregue +18, la verdad no se si me quedo bien, pues mi primera vez en esto de las historias y no se tuve que informarme más sobre ese tema y pues fue lo que salió.Espero que les guste.
Bye ❤
ESTÁS LEYENDO
¿Te odio o te amo?/DiosxSera [Cancelada Temporalmente]
FanfictionQue pasaria si el mismo Dios se enamorará de la Serafín Mayor pero esta lo odiaría por mandar a su hijo lejos de ella Bueno antes de que me digan enferma y esas cosas esta historia se me ocurrió por que lo soñé (si solo por eso) Bueno en esta hist...