•┈┈┈••𝐂𝐚𝐩 𝟐••┈┈┈•

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Un inicio algo dramático pero es una historia que a mi padre le encantaba recordar

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Un inicio algo dramático pero es una historia que a mi padre le encantaba recordar. Ella, mi madre; no sabía de mi existencia hasta el día de mi nacimiento. Ningún síntoma, nada, solo llegue y su mundo dio un giro inesperado.

—¡Danae Roswell por que estas manchada de pintura blanca! —gritaba mi madre mientras me perseguía por el patio.
—Cariño déjala, solo tiene tres años. —decía mi padre mientras veía el bote de pintura que usaba para pintar las vallas —De todos modos ese color no va con la casa. Iré por más a la ferretería.

—¡Danae! ¿Por qué esta llena de harina? —renegaba mi madre
—Esta intentando hornear cielo —respondía mi padre —Quiere hacer su propio pastel, por su quinto cumpleaños —intento quitar la harina alborotando de mi cabello.

—¡Danae Roswell! ¿Por qué has cortado el vestido nuevo?—reclamaba molesta con algunos trozos de tela en sus manos
—Admítelo cielo le ha quedado bonito —decía mi padre
—Sabes que Daren, no ayudas en absolutamente nada, ¡Nada!. —decía mi madre saliendo molesta de la habitación.
—¿Esta bonito papá? —pregunte viendo el reflejo del vestido. Era blanco pomposo en un inicio, ahora solo lleva dos telas siendo menos pesado.
—Te ves hermosa cielo.
—¿Mamá esta molesta?
—Tranquila se le pasará. —calmo saliendo de la habitación —¡Feliz séptimo cumpleaños!
—Gracias papá.

En el transcurso de mi desarrollo se formaba una cuerda delgada entre la relación con mi madre. Cada vez era peor nuestra unión y todo empeoro después de aquel fatídico día.

—¿¡Que hiciste Danae!? —gritaba mi madre histérica mientras tenía a mi hermano mayor en brazos.

—¡Y-yo!—tartamudee mientras sostenía mi cabeza intentando recordar lo ocurrido.

—¡Daren llama a una ambulancia!

Gritaba con una mirada llena de lágrimas que camuflaban su enojo hacia mi.

—¿Que sucedió? —llegó mi padre mientras cargaba a mi hermano para llevarlo con prisa al auto.

—Danae lo arrojó del árbol —decía mi madre

—¡No es cierto papá! —respondí inquieta, nerviosa y con pánico.

—Hay que llevarlo al hospital rápido —pedía mi madre desesperada.

Aquel día permanecía sentada en un pasillo vacío mientras los adultos esperaban noticias del médico sobre el estado de mi hermano.
Intentaba recordar como llegamos a caer de aquel árbol pero no encontraba respuestas, más que el ardor de mis rodillas raspadas y mis manos manchadas.

—Fue un golpe fuerte pero esta fuera de peligro, es un chico fuerte. —decía el médico y el alivio de mis padres era claro.

Nunca olvidaré aquel regreso a casa que todo era silencioso y en casa no cambio mucho el ambiente. Mamá se encerró en su habitación, mientras mi padre me observaba con cierta tristeza.

—¿Nas se encuentra bien? —intente entablar un dialogo con mi padre para mantenerme tranquila. —Papá no lastime a mi hermano, ¡lo juro! El resbaló y cayó...

Con un "ven aquí cariño" hizo que lo rodee con mis brazos por la cintura, un abrazo tan cálido pero tan vació a la vez.

Esa tarde pase encerrada en mi habitación hasta que mi padre interrumpió.

—Cariño, alista tu maleta —dijo con una voz floja

—¿Por que papá? —dudé en preguntar

—Iremos de vacaciones —dijo con una voz ronca en tono melancólico el cual intento ocultar con una falsa sonrisa.

Sin pensar busque lo necesario para empacar en una maleta azul de ruedas.

Ya en el auto el único en acompañarme era mi padre, pregunte por ella; mi madre, pero papá solo respondió con "nos alcanzara en el camino".

En medio de la nada y en una zona frondosa con algunos árboles secos. Cada paso que daba el auto empezaba a confundirme más, hasta que caí en cuenta que no sería un viaje vacacional.

—¿Papá a donde vamos?

—Será por un tiempo cielo. Estarás aquí un tiempo.

—¡Papá no...!—intente decir algo pero un nudo se formó en mi garganta.

—¡Volveré pronto cielo! ¡lo prometo! —intento abrazarme

Recuerdo que lo primero que llamo mi atención fue el letrero enorme que decía "𝐈𝐍𝐓𝐄𝐑𝐍𝐀𝐃𝐎"
En una historia corta ese día los miembros del internado tuvieron que sacarme a fuerzas del auto.

Cuando me designaron una habitación lo primero en darme una bienvenida fue un paquete que se encontraba sobre mi cama, una caja redonda de colores pastel. Limpie mis lágrimas las que no me dejaban ver con claridad que sobre la tapa de esta tenía escrito un:

"𝗙𝙚𝙡𝙞𝙯 𝙙𝙚𝙘𝙞𝙢𝙤 𝙘𝙪𝙢𝙥𝙡𝙚𝙖ñ𝙤𝙨 𝘿𝙖𝙣𝙖𝙚, 𝙩𝙚 𝗮𝗺𝗮𝗺𝗼𝘀".

Sweet SeductionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora