Ese día fue particularmente extraño para Amity, Luz se fue por la mañana bastante apurada sin decir mucho de hacia donde iba o cuanto tardaría en volver, lo único que le dijo fue que tenia una llamada importante de su jefe, y que luego de tropezarse con absolutamente todo en la casa salió volando algo torpe.
La peliverde no quiso quemarse mucho la cabeza e hizo su rutina como cuando Luz aun no llegaba a su vida: se levantó, sin cambiarse mucho el pijama se hizo un café en su taza térmica y se fue a sus clases. No sabia porqué, pero se sentía algo insegura al salir sin Luz, ya que durante todo este tiempo fue ella la que evitaba que Amity se accidentara o saliera lastimada de cualquier situación, por lo que ahora estaba mas alerta a su alrededor, cruzaba las calles con suma precaución, mirando hacia ambos lados dos veces solo para estar segura que no venía ningún vehículo.
Solo faltaban un par de cuadras para llegar a la universidad, cuando un gato se cruzó en su camino. Maullaba con insistencia y Amity, sin autocontrol alguno no se pudo resistir a agacharse para acariciar al felino, sintiendo su pelaje suave y frio bajo sus dedos. Recordó que hacia bastante que no bañaba a Ghost, se aseguró que lo bañaría cuando volviera de sus clases. Mientras tanto, el gato ronroneaba por las caricias, la peliverde en voz baja por la vergüenza lo alagaba por lo cariñoso y lindo que era, pero repentinamente el gato se tensó y huyó a toda prisa.
"Bueno, quizá sintió que no me bañe hoy", pensó. Levanto la cabeza algo extrañada, pero en ese mismo instante sintió una luz que la cegó instantáneamente.
Fue en ese mismo instante, que todo se volvió un caos.
El impacto brutal envió a Amity bastante lejos de donde estaba, sintiendo el dolor del golpe en el costado derecho de su cuerpo. En el aire, todo se detuvo, veía el asfalto acercándose peligrosamente a ella. No pudo pensar en nada, el golpe contra el suelo fue mucho peor, su piel se raspó contra el rugoso asfalto y un dolor agudo atravesó sus extremidades
Comenzó a sentir el dolor de sus raspaduras y lesiones, sus gritos resonaron en toda la zona y sin tener que esperar demasiado, un transeúnte se acercó a auxiliarla.
—¡Oye, como te llamas!—gritaba. Amity no podía estar mas confusa, su vista se apagaba por momentos, no podía entender bien lo que estaba sucediendo, pero el aire escapaba de sus pulmones en gritos desgarradores y pronto mas vecinos se acercaron a ayudar.
Ella intentaba moverse, mas las lesiones en todo su cuerpo le impedían mover un solo musculo. Cada respiración le causaba un dolor punzante en sus pulmones y se redimió a quedarse en donde estaba. La ambulancia se comenzó a escuchar a lo lejos y Amity luchaba para no quedarse dormida, sus ojos pesaban y su cara ardía contra el asfalto.
—Tranquila, ya llega la ambulancia.—La voz se escuchaba lejana y de repente todo se volvió borroso, negro. Soltó un gemido débil antes de perder la conciencia y la oscuridad la envolvió por completo.
[...]
El pequeño ángel se encontraba nervioso y bastante traspirado, tener que volar hasta las nubes nunca fue tarea fácil, y mucho mas para un ángel poco deportista como ella. Pero ahí estaba Luz, sentada en una sala de espera por la llamada de su jefe. Jugaba con sus dedos y su pierna subía y bajaba ansiosa.
"Quizá sea por la vez que tiré una maceta desde el balcón y le golpee en la cabeza a una señora", pensaba en las posibilidades, pero sabía que Belos no la llamaría por un error pequeño como ese, algo muchísimo mas grave debía estar pasando.
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Ángel Guardián
FanfictionLuz, un ángel curioso es enviado a la tierra como ángel guardián de Amity, cuya vida universitaria es cualquier cosa menos algo divertida. Luz llega para romper la monotonía de su vida, y sin quererlo, a sentir emociones humanas que solo sabía ver d...