Hace 20 años, en un pueblo ubicado al Este de la capital del país de Surey...
Comienzo a moverme y mi cuerpo se siente pesado. Demonios, me siento como si hubiese pasado toda la noche en vela.
Desearía poder dormir un poco más, pero lamentablemente eso será imposible, hoy debo dar por finalizado el experimento que llevo realizando desde hace cuatro meses.
Abro los ojos poco a poco mientras me levanto de la cama. Al colocarme de pie, realizó un pequeño estiramiento de brazos y piernas.
Tras eso, dirijo mis pasos hacia la ventana. Muevo la cortina con mi mano derecha para poder visualizar el exterior.
Un cielo azul se muestra frente a mis ojos, el sol brilla con todo su esplendor y un viento agradable golpea mi cuerpo.
- Al fin está empezando la primavera, ¿eh? Estoy segura de que hoy será un excelente día. - Susurré mientras observaba el paisaje.
Toc, toc, el sonido de la puerta hizo que detuviera mis pensamientos.
- ¿Quién es? - Pregunté mientras me arreglaba un poco el cabello.
- Soy yo, hermanita, mamá me dijo que te despertará para que vayas a desayunar. - Dijo con una voz dulce.
La persona detrás de la puerta es mi pequeño hermano, Izumi. Tiene cuatro años, es bastante tierno, pasar momentos a su lado y consentirlo me hace realmente feliz.
Aunque claro, como su hermana mayor, en ocasiones me toca darle unas buenas lecciones, no puedo dejar que mi hermano se vaya por el mal camino.
- Antes de responder a tu pregunta, ¿no hay algo que estás pasando por alto, hermanito mío?
- ¿Algo que estoy pasando por alto?
El pequeño se quedó pensando al otro lado de la puerta por un rato, pero no logró descubrir la respuesta a mi pregunta.
- Bueno, ya que no sabes la respuesta, tendré que decirlo yo.
Tras decir esas palabras, tome una sudadera del armario, me la coloque y me dirigí hacia la puerta.
Al abrirla, me agaché para ponerme a la altura de Izumi, luego extendí mis brazos y le dí un gran abrazo.
- ¿Hermana? ¿Qué haces? - Me preguntó mientras intentaba despegarse de mí.
- ¿No es obvio? Le estoy dando los buenos días a mi hermanito con un abrazo de oso.
En ese momento, Izumi dejo de resistirse, parece que al fin entendió a lo que me refería con la pregunta que le hice.
- ... Buenos días, hermanita. - Dijo el pequeño Izumi mientras mostraba una mueca adorable en su rostro.
- Sí, buenos días. Bien hecho, hermanito, recuérdalo muy bien, nunca se te pueden olvidar los modales. - Dije con una sonrisa.
Mi hermano es muy lindo, tiene un exceso de ternura innegable, sus expresiones son maravillosas.
- Eso es todo, ya puedes ir a desayunar, dile a mamá que voy enseguida. - Dije mientras lo miraba fijamente a los ojos.
- Bien, le diré eso. - Dijo con una sonrisa.
Tras decir esas palabras, el pequeño Izumi dirigió sus pasos hacia la cocina.
- Bueno, tengo que buscar ropa para ponerme en el armario, ahora mismo solo llevo está sudadera encima. - Susurré mientras dirigía mis pasos hacia mi habitación.
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Artes Espirituales
FantasiLa calamidad espiritual, ese fue el nombre que se le dió a ese suceso que ocurrió hace 20 años. Los espíritus descontrolados no tuvieron piedad, destrozaron ciudades y acabaron con la vida de muchas personas inocentes. El paisaje en el país de Surey...