Lluvia de estrellas

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Día 2: Lluvia de estrellas

― Pero, ¿por qué no puedo salir? ― dijo la pequeña de cuatro años mientras un puchero se iba formando en sus labios a la vez que miraba a su madre parada frente al espejo

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― Pero, ¿por qué no puedo salir? ― dijo la pequeña de cuatro años mientras un puchero se iba formando en sus labios a la vez que miraba a su madre parada frente al espejo.

― Porque ya he dado una orden, y no querrás desobedecerme, ¿verdad? Recuerda lo que pasó la última vez que lo hiciste ― miró de reojo a la pequeña niña de mechas rosas mientras se colocaba su brillante arete.

― No mami, lo siento ― agachó la mirada.

¿Qué lo recordara? El moretón aún visible en su muslo derecho no la dejaba olvidar esa situación.

La mayor terminó de arreglarse mientras la niña abrazaba con fuerza el peluche que sus vecinos le habían regalado hacía ya unas semanas. Cada vez que lo abrazaba se preguntaba, ¿por qué ella no podía tener una familia como los Forger? ¡Ellos eran personas realmente amables! Cada vez que su madre se desaparecía por días, ellos la dejaban quedar en la habitación de invitados y le servían comida maravillosa cuando el hambre llegaba.

En secreto, deseaba que los Forger fueran sus padres.

― Muy bien ― la madre se agachó hasta estar a la altura de la niña, haciendo que sus prominentes senos estuvieran a un paso de salirse de su ajustado vestido ―, ahora mamá tiene que ir a trabajar, pero ella se enterará si la desobedeces, y si eso pasa estará muy molesta, y ya sabes cómo se pone cuando la molestan, ¿verdad?

― ¡No lo haré!

― Eso espero ― regresó a su altura normal y caminó hasta la puerta ―, ¡no duermas tan tarde! ― fue lo último que dijo antes de salir.

La niña se levantó del suelo al instante y fue a su habitación para ponerse un abrigo y tomar una linterna, solo por si acaso. Si se apresuraba, aún podría alcanzar un lugar bueno.

Puso unas cuantas almohadas en su cama cubiertas por su sábana por si su madre llegaba antes de lo previsto y salió de la casa, apresurada.

La semana pasada, mientras comían galletas de chocolate, Yor Forger le había contado que pronto habría una lluvia de estrellas que se podría apreciar perfectamente desde el parque principal, por lo que muchas familias irían a verla en ese lugar.

"¿Lluvia de estrellas? ¿Qué es eso?", había dicho la niña.

Cuando Yor le había explicado lo que era, su emoción se disparó al instante. Nunca había visto una, por lo que las ganas de verla llegaron para quedarse. Y no iba a aceptar un "no" por respuesta. Su madre ya le había quitado muchas cosas, no dejaría que le quitara esta.

Cuando por fin llegó al parque, pudo divisar a varias familias, parejas jóvenes o grupos de amigos sentados todos sobre una manta, charlando mientras esperaban que el suceso comenzara. Durante su escaneo, pudo ver a la pareja Forger a lo lejos, por lo que sonrió y comenzó a caminar hasta ellos.

Ethereal Finds | Damianya week 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora