Su piel picaba, ardía más bien, y su entrada se sentía tan húmeda que se sentía irreal para él.
Podía sentirlo. Su Omega interior luchaba con fuerzas para que él aceptará a cualquier Alfa disponible para que anudara en su interior y marcara su cuello, pero su lado racional luchaba contra él.No lo permitiría, no dejaría que ningún Alfa lo marcara.
Podía escuchar las voces de los Alfas en el recibidor, apostando grandes sumas de dinero, tapando la voz de su abuela que pedía que se mantuvieran calmados a pesar de que el dulce aroma a chocolate y vainilla inundaba toda la casa. Pero él no podía pensar en ninguno de ellos, no quería a ninguno.
Él quería a su Alfa, quería a Aizawa.
Ese hombre grande y fuerte que lo abrazaba tan dulcemente que sentía que estaba en el cielo cuando lo hacía, con su fuerte aroma a café y cigarros que desprendía de su cuerpo, con ese cabello que se veía siempre despeinado pero a la vez sedoso. Quería al alfa que le hablaba tiernamente, aún sabiendo que su cuerpo había sido ultrajado de todas las formas imaginables, aún sabiendo que nada borraría todas las manos que pasaron por su cuerpo. Aún sabiendo todo eso, ese Alfa aún lo veía como si fuera el ser más puro en la tierra.
Izuku sollozo, revolcándose entre sus sábanas en busca de disipar el calor.
—Izuku, abre la puerta — le llamo su abuela al otro lado —Alguien quiere verte.
—¡L-Largo! — respondió.
La perilla de la puerta se sacudió violentamente pero no se abrió, no podría, la llave puesta y su escritorio frente a la puerta lo impedirían el tiempo suficiente.
Tomando fuerzas de dónde no sabía, se levantó de la cama, sintiéndose débil. Se arrodilló y con sus delicadas manos tomo la caja debajo de su cama, aquella que desprendía el aroma de su profesor y se la coloco encima, acercándose hacia la ventana.
—¡Izuku, abre la puerta en este mismo instante!
La puerta se sacudió con violencia, parecía que estaban embistiendo la misma para tumbarla y profanar su habitación —Y luego hacerle lo mismo a su cuerpo en estado vulnerable —
Tomo impulso y, luego de abrir la ventana, salto hacia los arbustos debajo de esta.
Sin darse el tiempo de sentir dolor, comenzó a correr con todas sus fuerzas, sin mirar atrás. Sin importarle siquiera llevar puesto tan solo la chaqueta y su pijama, sin importarle que no tuviera zapatos y sus pies sangraran a cada paso que daba, sin importarle dejar el aroma de su celo por cada calle por la que pasaba, inundando las calles con su aroma. Corrió y corrió, sin importarle nada, ni siquiera sabía con certeza a dónde sus pies lo llevaban, pero se dejaba llevar por la desesperación.
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Dejo de lado el café y los exámenes de sus alumnos a un lado al sentir golpes desesperados contra la puerta de su casa, se quitó los lentes para leer y se levantó de la silla de su escritorio, caminando extrañado hasta la puerta delantera. No estaba de humor para una visita repentina a las 22:30 de la noche, había tenido un día largo. Giro la perilla y soltó todo el aire de su cuerpo de golpe al ver al peliverde frente a él.
Se veía cansado, sudado y lleno de lágrimas mientras desprendía las feromonas mas fuertes que alguna vez hubiera sentido, tan fuertes que tuvo que tapar su nariz de inmediato.
——¿Midoriya?
—A-Aizawa sensei... — sollozo, lanzándose hacia sus brazos —A-Ayudeme por favor..
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Pretty Boy [AiDeku] (+16)
FanfictionIzuku es considerado el Omega mas hermoso de su escuela teniendo apenas 15 años, pero para su desgracia, su belleza ha traido mas mala suerte de la que habria pensado. Aizawa Shota, Alfa y su profesor, intentara ayudarle a escapar de su tormentosa v...