ּ ֶָ֢.𔓘| 𝙃𝙬𝙖𝙣𝙜 𝙃𝙮𝙪𝙣𝙟𝙞𝙣 padre soltero de tres revoltosos niños decide ir por primera vez a recoger al menor de ellos, encontrándose con uno zafiros verdes esperándole en la colorida puerta de la guardería.
¿podrá el ocupado padre superar...
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La profesora nunca imaginó que su vida cambiaría tanto en tan poco tiempo.
Desde el momento en que puso un pie en la casa de los Hwang, todo fue diferente.
El aire se sentía más ligero, las risas más frecuentes y las miradas más profundas. Pero sobre todo, Hyeri no esperaba encontrar un hogar.
Hyunjin, el patriarca de la familia y ahora novio de la maestra, no podía apartar sus ojos de ella. Había algo en la forma en que Hyeri sonreía, en cómo su risa llenaba los espacios vacíos de la casa, que lo hacía perder la cabeza. Cada vez que sus manos se rozaban, sentía una corriente eléctrica recorrer su cuerpo.
"Ella es especial".
Se repetía a sí mismo, sin poder ocultar la sonrisa que se le dibujaba cada vez que Hyeri estaba cerca.
El pequeño de la casa, Jungwon, estaba encantado con la llegada de Hyeri. Desde el primer día, había amados que "su señorita" rondará por la casa.
Jugaban juntos en el jardín, le contaba historias interminables y siempre encontraba consuelo en sus abrazos.
Hyeri había llenado un vacío en su pequeño corazón, y él no quería que se fuera nunca.
Hae, la hija mediana, estaba exultante. Por fin tenía una amiga, alguien con quien compartir confidencias y secretos.
Pasaban horas charlando en la habitación de Hae, probándose ropa, maquillándose y riendo hasta que les dolía el estómago.
Hyeri se había convertido en la madre que Haerin siempre había deseado tener.
Pero no todo era perfecto en la casa de los Hwang.
