ּ ֶָ֢.𔓘| 𝙃𝙬𝙖𝙣𝙜 𝙃𝙮𝙪𝙣𝙟𝙞𝙣 padre soltero de tres revoltosos niños decide ir por primera vez a recoger al menor de ellos, encontrándose con uno zafiros verdes esperándole en la colorida puerta de la guardería.
¿podrá el ocupado padre superar...
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El niño de tan solo tres recién añitos "pintaba" aquel blanco papel, su pequeña lengua sobre salia de su boquita, mostrando que estaba concentrado. Los lápices de colores se movían con rapidez sobre el papel, invadiendo la pequeña sala donde se encontraba. No había más ruidos, pues era el último pequeño en ser recojo. No era nada raro, siempre tardaban 20-30 minutos en recoger al niño de regordetas mejillas.
Hyeri entendía, sus padres trabajaban hasta tarde y la niñera que tenían contratada no siempre llegaba a tiempo a recogerlo. Tenía entendido que el pequeño tenía dos hermanitas más, a sique suponía que la pobre jovencita encargada de ello no daba a vasto con todo el trabajo. Aunque a ella tampoco la molesta quedarse un rato más con el niño, siempre se quedaba dibujando o de vez en cuando le contaba cosas divertidas sobre su vida, Hyeri se divertía cuando su imaginación se iba por las ramas y el bebé le acababa contando que su papa voló a la luna porque "es astronauta". Era un niño muy listo para su corta edad y ella se encontraba fascinada y maravillada por lo listo y extrovertido que era.
Sus pensamientos se disiparon cuando por casualidad su mirada se desvió al reloj rojo que siempre decoraba la pared más aburrida de su clase.
15:30...
"Demasiado tarde" pensó, ya ha pasado una hora desde que las clases acabaron y aunque sea usual que el niño quedara el último jamás habían tardado tanto en recogerlo.
—Wonnie...
—Mhmm....— el niño no tomó mucha atención al llamado de su maestra favorita, está entretenido en aquellos garabatos de colores que el había echo, era realmente una bomba de colores.
—¿Nana no viene hoy a por ti?.... Vamos a esperarla fuera, ¿si?
Dijo, terminado de secar todos los pinceles que usaron hoy para una actividad y agarró la pequeña mochila del niño y la cazadora, poniéndola esta con cuidado junto a la mochila, agarrando la manita del infante y salido de la pequeña escuela infantil.
Los minutos pasaban, lentamente, no pasaron más de dos, pero para ella se hicieron eternos.
¿Acaso se olvidaron del pequeño?
¿Llamar a sus padres es una opción?...
¿Quizás esperar hasta que la niñera llegue?, si eso haría.
¿Ningún padre es tan malo como para dejar a sus hijos en la escuela por siempre?, ¿no?...
—¡PAPA!
La voz chillona del niño y el pequeño empujón que la proporcionó al correr hacia los brazos de su "padre" la saco de sus pensamientos poniéndose alerta, mirando al alto hombre que se acercaba hacia ella con el pequeño niño regordete entre brazos.
Traía una expresión de pena o vergüenza, rascándose la nuca mientras me miraba a los ojos. Sus labios denotaba algo de nerviosismo al abrirse para poder hablar.
—Mil disculpas... Se me pasó la hora en una reunión, no sabía cómo escaparme.
Explico aquel alto hombre, su cabello sobre sus hombros era retorcido por el bebé que jugaba con el.
No pudo evitar soltar una pequeña risa, era tierna la imagen.
—A sique tu papá era astronauta ¡eh!...bichillo mentiroso— pronunció entre risas, haciendo cosquillas en la pequeña pancita del niño. —No te preocupes, siempre es un gusto estar con Jungwon, es un niño increíble.
El rostro del hombre se iluminó al escuchar eso, esperándose a una señora mayor, gruñona, la cual le gritaría y reprochará la hora entera extra que se quedó con su hijo, sin embargo se encontró con una joven de su edad amable y comprensible
—Solo avíseme la próxima vez, me preocupe, ¿tiene el número de la escuela verdad?
Hyunjin asintió, haciendo una mueca intentando recordar donde dejó la tarjeta con los datos de la escuela, su expresión se volvió a entonar en una de vergüenza cuando la mujer extendió una tarjeta nueva.
—Porsiacaso...
—Muchas gracias, por todo, de verdad, no volverá a pasar.
Ella simplemente asintió, sabiendo que no era así, las mismas palabras las escucho de la nana del niño miles de veces antes.
—Nos vemos mañana, recuerda que necesita un babie nuevo y una cartulina azul para mañana, es importante...
—oooh...sí... Ya lo tenemos todo, mañana lo traeremos sin problema.
Mintió, descaradamente, como si su cara no reflejará que no tenía idea de lo que estaba pidiendo la joven y su ceja se alzó al escuchar la risotada que soltó la chica.
—Nos vemos mañana Wonnie... Señor Hwang
Y con esto y una pequeña reverencia entró a la escuela, cerrando la puerta, dejando a ambos varones mirando la puerta, pareciendo que ambos querían que saliera de nuevo.
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Primer capitulito, espero que les estégustando.
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