~°Atado a mi°~

07

Ahora mismo lucifer estaba cambiando un paño húmedo de la frente de su pareja.

Alastor tenía fiebre.

Mojo otro paño poniéndolo en el pecho del contrario.

Alastor entre sueños Jadeaba y sudaba. Cuando lucifer llego al hotel en la mañana encontró a su pareja en el piso, hirviendo en fiebre.

Tenía casi 50° en un humano esta sería una temperatura exagerada, pero recordemos que este es el infierno, ¿era una temperatura alta? Si. ¿Tenía que preocuparse? Si y no, Alastor todavía estaba en el primer trimestre, por lo que, el tener fiebre no afectaría mucho al niño, aun así debe intentar bajar lo más que pueda la temperatura para evitar una desidratacion o algo similar.

Si estuviera en el segundo o tercer trimestre debería de preocuparse más, ya que una fiebre tan alta pudiera producir un aborto espontáneo.

Sin duda Alastor la estaba pasando mal ¿de quien era la culpa?

-Mmmh...- Alastor se había empezado a remover, abriendo los ojos con lentitud.

La mano de alastor se levantó hasta su propia frente quitándose el trapo y sentándose con suavidad, Lucifer no hizo nada para detenerlo, solo observó por si tenía que intermedir ante un mareo o algo similar.

-¿Como estas...?- Hablo bajito, esto por si a el contrario le dolía la cabeza, no quería afectarlo más.

Alastor no le contestó, se mantuvo sentado unos momentos con los ojos cerrados, ¿estaba mareado? ¿Debería de traerle algo para que vomite?

Se veía un poco más pálido de lo normal, el cambio se notaba gracias a la piel morena del contrario, tenía las mejillas sonrojadas y el cabello pegado a su frente por el sudor.

También pudo notar ojeras.

-Ugh... Bien...- Contesto con lentitud, Lucifer por un momento no captó a lo que se refería hasta recordar su pregunta anterior.

-¿Seguro?- Su brazo se dirigió a la frente del contrario palpando.

Seguía caliente. ¿Si quiera había logrado que la fiebre bajara?

Suspiro con pesadez, volteando un poco tomando el termómetro que se encontraba a su lado.

-Voy a tomarte un momento la temperatura... ¿Bien?- El pelirrojo asintió, Lucifer solo hizo lo que dijo.

Se fijo un poco más en el rostro del pelirrojo, todavía tenía esa sonrisa, era prácticamente una línea tensa pero eso no le quitaba encanto.

Este pecador, a su parecer, era hermoso, inclusive enfermo y desgastado se veía bien.

Cuando el termómetro empezó a pitar se alejo jn poco del contrario prestandole atención al aparato.

49°.

Bueno... Al menos bajo un grado.

Suspiro con pesadez, estaba cansado, hace rato estaba en una reunión, como siempre, debería de empezar a faltar a esas mierdas, siempre es lo mismo.

-¿Tienes sed? ¿Hambre?-

-Hambre.-

-¿Salado o dulce?

-...Cualquiera.-

No intercambiaron más palabras, lucifer con un chasquido hizo aparecer unas galletas de fresa, aparentemente a Alastor le gusta a mucho los dulces y postres hechos con esta fruta.

El pelirrojo comió de forma lenta, no se veia tan mal como hubiese pensado, ahora que estaba despierto podría al menos saber que le duele, había usado un poco de su poder angelical para bajar el dolor de cabeza del contrario.