Secuestro

43 10 5
                                    

Día 7. Atrapada/capturada.

El mar, iluminado por la pálida luz de la luna, parecía sereno desde la superficie, pero bajo su aparente calma, el corazón de Saga latía con inquietud. La incertidumbre sobre lo que sucedía a su alrededor lo mantenía en vilo. Trataba de recordar qué sucedió antes de caer al agua, pero ninguna imagen venía a su mente. Solo recordaba estar en la sala de controles y, después, nada. Ahora, se encontraba flotando en la superficie del agua. Trató de despejar su mente y comenzó a nadar en dirección a Venus, que seguía inmóvil en su sitio, hasta que notó algo extraño detrás de ella.

-¡Venus! -gritó, su voz resonando en la noche, pero el sonido se perdió en el vasto océano. Vio con horror cómo era arrastrada hacia las profundidades por una fuerza invisible, sintiendo un nudo en el estómago que amenazaba con paralizarlo.

Ella qué en ese momento pareció volver a la realidad, no tuvo tiempo de reaccionar al grito de Saga cuando sintió como una especie de cuerdas se envolvían alrededor de su cuerpo y la zambullían violentamente dentro del mar. El agua helada la abrazó con fuerza, robándole el aliento mientras luchaba por liberarse de las cuerdas invisibles que la arrastraban hacia las profundidades. El grito de Saga se desvaneció en la distancia, dejándola sola en la oscuridad del océano.

Saga observó con horror como se perdía dentro del agua, por un momento, la duda lo invadió, sin saber qué hacer, la rapidez con la que había sucedido todo lo tomó por sorpresa y sin capacidad de reacción, hasta que algo en su mente lo obligó a moverse. Tomó una profunda bocanada de aire, sintiendo el frescor del mar llenando sus pulmones, y se lanzó tras ella con todo lo que tenía. En ese momento, no había lugar para el miedo ni la duda.

Sumergiéndose con determinación en las profundidades oscuras del océano, persiguiendo a su compañera y lo que fuera que la arrastraba cada vez más profundo. El agua era un laberinto oscuro, con corrientes traicioneras que intentaban desviar su camino. Saga luchaba contra la turbulencia, sus pulmones ardiendo por la necesidad de aire mientras se acercaba al monstruo marino que tenía a Venus en su agarre.

La velocidad con la que se movía aquella enorme criatura bajo el agua y el apretado agarre que mantenía sobre ella la dejaba sin capacidad de defenderse. Su corazón martilleaba con fuerza en su pecho mientras intentaba mantener la calma. Cada vez que intentaba liberarse, las cuerdas parecían apretarse aún más, cortando su respiración y llenándola de pánico. La criatura, imponente y desconocida, la arrastraba hacia lo desconocido con una determinación implacable.

El kraken, con sus tentáculos serpenteantes, se movía con una agilidad aterradora, deslizándose entre las sombras del mar como un fantasma de pesadilla. Saga luchaba por mantenerse al ritmo, cada vez más consciente de lo impotente que se sentía ante la magnitud de la bestia que tenía ante él. Venus, envuelta en aquellos firmes y poderosos tentáculos, luchaba por liberarse, pero sus esfuerzos parecían en vano contra la fuerza implacable de su captor.

Venus sentía cómo la presión del agua aumentaba a medida que el kraken la arrastraba más profundo. Su mente, un torbellino de pensamientos y emociones, se centró en una sola cosa: sobrevivir. A pesar del pánico inicial, su entrenamiento como caballero de Piscis le dio la claridad que necesitaba. Intentó utilizar su cosmos para crear una barrera alrededor de ella, pero los tentáculos del kraken eran demasiado fuertes.

Mientras luchaba, los recuerdos de una conversación con Saga cuando todavía era una aprendiz llegaron a su mente. "Siempre debemos estar preparados para lo inesperado, Venus. No podemos darnos el lujo de fallar." Su voz resonaba en su mente, y eso la impulsó a seguir luchando, a no rendirse. Tenía que mantener la calma o terminaría ahogada, su principal objetivo en ese momento era sobrevivir hasta que pudiera liberarse.

Encanto de SirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora