Bittersweet Tragedy // Boris Pavlikovsky [✔️]

23

Desperté y me froté un ojo con la mano para después enderezarme un poco y observar la hora.

Me senté de golpe y negué con la cabeza repetidas veces al ver que era medio día, había faltado a la escuela porque me quedé dormida.

—No, no, no —Me llevé una mano a la cabeza y después cerré los ojos qué se me estaban llenando de lágrimas, si mi papá se entera a que había faltado a la escuela iba a quedar jodida.

—¿Estás bien Sun? —Miré a Boris cuando entró en la habitación y me levanté.

—¿Cómo estás tú? ¿Ya estás mejor? —le pregunté subiendo la cabeza al estar cerca de él subiendo una mano a su mejilla.

—Estoy bien —respondió tomando la mano que estaba en su mejilla para llevarla a sus labios y dejar un beso en ésta—. ¿Estás bien? Te veo preocupada.

—Falte a la escuela, y si mi papá se entera es capaz de reventarme la boca, además mi registro y...

—Malyshka, malyshka —llamó mi atención tomando mis mejillas con sus manos—. Está bien, llamé a la escuela y dije que estabas enferma, tú falta está justificada y no se va a tomar en cuenta, eso me dijeron —respondió y abrí los ojos.

—¿Por qué lo hiciste? —pregunté recostado mi cabeza en una de sus manos viendo su inmensa sonrisa.

—Sun, te levantaste a cuidarme a las dos de la mañana, te merecías descansar —Sonreí por eso y me le acerqué juntando sus labios con los míos.

Sus manos bajaron a mi cintura acercándome a él y ladeé un poco la cabeza a la vez en que me ponía de puntas. Sus manos tomaron mis glúteos haciéndome rodear su cintura con mis piernas mientras con mis manos desordenaba su cabello o tocaba la piel de su espalda.

—Te amo Sun-hee —habló separándose unos segundos de mí y después se acercó a la cama dejándome recostada en esta mientras me seguía besando y subía una mano a mi nuca.

︶꒦꒷♡꒷꒦︶

En la tarde lo estaba ayudando a guardar algunas cosas porque pronto iba a irse a la casa de Xandra, además mi papá iba a volver muy pronto  de su viaje de negocios.

—Yebat' —Lo oí maldecir mientras yo estaba escondiendo una de sus camisas negras con estampado de margaritas en medio de mis cosas—. Krasivyy, dejé algo en la casa.

—¿En la casa? —Asintió dejando de revolver sus cosas—. ¿Es muy importante?

—Demasiado —Apreté los labios y tragué saliva—. Yo puedo ir solo, no te preocupes.

—Sabes que no me molesta ir contigo —Asintió y me acerqué a él pasando una mano por su cuello haciéndolo tensar, aunque él lo negara ese era su punto débil y a mí me encantaba—. Estoy cojeando Boris.