-𝐂𝐨𝐧𝐬𝐨𝐥𝐚𝐫 🐀

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Debía admitirlo, las noches lluviosas en Londres sin duda eran una cosa que disfrutaba casi mas que nada, siempre lo relajaba y eliminaba toda preocupación sobre algún caso en donde casi no sale con vida. Aún así, amaba su trabajo y no lo cambiaría por ningún otro.

Pero esta noche lluviosa en particular parecía más una descarga eléctrica de nervios que una noche fresca y tranquila para Basil.

Habían pasado más de las 12 de la noche y su marido había salido hace más de 3 horas y seguía sin regresar.

Sentado en su sillón frente al fuego creciente en la chimenea, su mente inquieta divagaba diversas situaciones por las cuales Ratigan aún no mostraba ningún rasgo en su hogar, quizás no debería preocuparse sabía quien era su esposo, pero santo cielo no podía evitarlo, su mente le jugaba en contra.

-Dios… pero qué pudo haberle pasado!-

Dijo preocupante para si mismo volteando por un momento su mirada hacia el retrato de su marido que yacía sobre la chimenea y suspiro sin mucho esfuerzo.

-Solo espero que nada malo…-

Odiaba el silencio que nacía en la casa, la Sra. Judson viajó por una reunión familiar, al menos le gustaba no escuchar tantos reproches, pero sin duda ahora el incremento del silencio comenzaba a agobiarlo.

Tomo sin más su violín acomodándose para hacer sonar algunas notas en un intento desesperado por relajarse y eliminar ese asfixiante silencio.

Suspiro cerrando sus ojos posicionándose justo para comenzar a ejecutar el instrumento con el arco listo para deslizarse entre las cuerdas.
Pero de repente.

Un fuerte sonido de la puerta siendo brutalmente azotada deja perplejo y sorprendido a Basil quien luego dquedar inmóvil deja su instrumento a un lado y va corriendo hacia el lugar del reciente estruendo.

-Oh.. Ratigan..-

El ratón queda estupefacto ante lo que está frente a él, su esposo, ropa desalineada y algo rota, pelo alborotado y todo su cuerpo empapado de lluvia. Aunque lo más sorprendente eran las manchas que yacían en sus ahora descubiertas garras y algo de su ropa incluso en su rostro.

Era sangre.

Basil guardo silencio y se acercó al roedor más grande, lentamente  posando suavemente una mano sobre la mejilla ajena, mirándolo a pesar de la mirada cabizbaja que poseía este contrario.

-Quien te hizo esto?..-

Lo miro esperando alguna respuesta. Cosa que no salió como pensaba pues el contrario solo se tiró de rodillas comenzando a sollozar, haciendo esfuerzos en vano para intentar no llorar frente a su esposo.

-Yo…lo siento tanto.. yo- n-no debí-

-shh shh shh, ya ya tranquilo, solo respira..-

Ratigan calmo su tembloroso estatus al sentir como Basil se arrodillada junto a él abrazándolo por el cuello y dándole palmaditas en su espalda, poniendo así su cabeza entre el cuello del detective para sollozar bastante más tranquilo.

-Lo lamento tanto querido, juro que eh soportado a duras penas cuando … hablaron de las ratas….-

Basil abrió repentinamente sus ojos.

-Pero luego comenzaron a difamarte y llamarte inútil y charlatán y- siguió insultándote tanto! que entonces yo-

-Tranquilo cariño..respira esta bien, estoy aquí..-trataba de suavizar su tono pero ver el estado en que su esposo se encontraba le era imposible no querer romper en llanto.

No lo sabia, quizás el simple echo de escuchar lo tembloroso de su voz quebradiza, su enorme cuerpo sintiéndose empequeñecido y temblando o el estado tan vulnerable caído en una ataque ansiedad, sin duda era algo que ni su más grande inteligencia podría comprender.

Era como ver a ese simple estudiante de campus, la única rata atrapada en un mundo que no estaba listo para comprender lo maravilloso que es.

Entonces sus pensamientos dieron un shock y sus ojo se abrieron con un destello impresionante.

-Soy un monstruo…yo-

Ese impulso fue el que le bastaba para tomar el rostro de su esposo entre sus patas haciendo que este lo mire

-Mírame bien tu no eres un monstruo, no eres una rata de alcantarilla,
Tu eres el mismísimo Padraic Ratigan
La mejor y más brillante mente maestra con una inteligencia insuperable, además eres el mejor esposo que un simple ratón detective podría pedir!-

Ratigan lo miro estupefacto. Conocía a Basil, conocía la sinceridad en sus palabras sus sollozos fueron reemplazados por el veloz latir de su corazón.

-Y no me importa lo que esos, esos
ratones pretenciosos digan!, toda esta ciudad estaría perdida de no ser por mi!. Cariño tu y yo somos mejores que todos ellos.
Solo..no quiero que olvides lo importante que eres para mi-

Lo miro por un segundo, su respiración parecía ser cortada y sus pupilas se delataron para finalmente soltar un suspiro con una sonrisa y una mirada tranquila.

-A veces siento que eres demasiado maravilloso para mí.

-jamás me iré de tu lado, estás atrapado aquí conmigo lo sabes.

Ambos compartieron una risa para comenzar un abrazo cariñoso y tan acogedor, manteniendo ese momento tan cercano tan cálido, tan suyo, era simplemente especial.

𝑨 𝑴𝒂𝒓𝒓𝒊𝒆𝒅 𝑳𝒊𝒇𝒆-𝐵𝑎𝑠𝑖𝑔𝑎𝑛 🐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora