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~𝕐𝕦𝕘𝕚 𝕡𝕠𝕧~
Clases de Matemáticas, ¿saben que odio las matemáticas?, bueno, ya lo saben. Recién empezamos la jornada estudiantil y ya no quiero estar aqui, no después de lo que paso ayer, no después de que hayan roto el corazón de la manera mas horrible posible, simplemente no. Para colmo el día de ayer le grité a mi mejor amigo Joey, no hw vuelto a hablar con él, mi amigo Ryou me dijo que todavía sigue enojado conmigo, siempre soy yo la que arruina todo, nada me sale bien, soy una persona de mala suerte, lo seré hasta morir, yo lo se.

Apenas llegué a casa ayer ni siquiera saludé a mi abuelo, no quería saber nada, no comí en todo el día y eso ya me estaba pasando factura el día de hoy, me quedé en mi habitación llorando hasta más no poder, no tengo a nadie más, excepto mi abuelito, a veces quisiera que todo fuera como antes, poder volver a ser feliz con mi familia, poder hablar con mis verdaderos padres, de contarles como me fue en la secundaria, que me feliciten por una buena nota, salir a pasear a un parque, pero lo que más quisiera es pasar con mi familia el día al día, así sea que solo pasemos en casa, realmente no me importa nada de eso, los extraño mucho.

-¿Veo que está muy distraida señorita Mutou?- Dijo el Sensei. Me lo quedé mirando, estaba mitad nerviosa, del saber que me cachó en las nubes, y la otra mitad no le importaba en lo absoluto.

-Yo...- No dije nada más, el Sensei me ordenó que pasará al frente de todos y realizará un ejercicio matemático, en ese momento me puse a recopilar todo lo que me acordaba de la clase, sea la de hoy o no, al parecer seguían con el mismo tema, pero aún así no lograba entender ni la primera parte del problema, dos meses y ya voy a tener malas notas, genial, más preocupaciones. El Sensei solo me dió una mirada para empezará a resolver y solo me tocó rezar para lo que hiciera estuviera bien, agarré la tiza del pizarrón, suspiré nerviosamente, y con la mano temblando empecé a escribir, el Sensei hablaba con los demás alumnos de lo importante que era prestar atención en las clases y de como terminriamos si no lo hicieramos, seguía escribiendo por unos 5 o 10 minutos, haciendo cuentas en mi cabeza, hasta que porfin lo terminé, di unos pasos hacia atrás para ver mi trabajo, me quedé sorprendida, no sabía que había practicamente ocupado medio pizarrón, creo que esta bien.

-¿Así está bien Sensei?-Pregunté cuidadosamente.

El Sensei empezó a revisar si lo que había hecho estaba correcto, por las facciones que hacía de vez en cuando podía decir que lo había hecho bien, en efecto, a penas terminó de comprobarlo me dió el visto bueno y me pude sentar en mi asiento.

Así pasé en toda la hora, anotando y atendiendo a mi clase, de la cual no era una de mis materias favoritas, pero no tenía opción, era eso o salir de la clase y que luego me preguntarán de porque estaba afuera y no en el aula, y yo no quiero mas problemas de los que ya tengo de por si.

Así pasé en toda la hora, anotando y atendiendo a mi clase, de la cual no era una de mis materias favoritas, pero no tenía opción, era eso o salir de la clase y que luego me preguntarán de porque estaba afuera y no en el aula, y yo no quiero mas p...

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-¡Arigato!, que tenga un buen día.- Me despedí del cliente lo más respetuosamente que podía, cosas que aprendí trabajando en la tienda de juegos de mi abuelito.

 𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒍𝒐𝒅𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐𝒏‖ ʙʟɪɴᴅꜱʜɪᴘᴘɪɴɢ ‖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora