White Polka Dots│TeruMob

2. Unforgettable

.

.

El siguiente día, Teruki despertó en su habitación, su entorno familiar brindándole un contraste abrupto con las sensaciones de la noche anterior. Abrió los ojos lentamente, parpadeando contra la luz suave que se filtraba a través de las cortinas. Su corazón latía rápidamente, y su mente estaba llena de imágenes y sensaciones vívidas, como si todavía estuviera envuelto en el hechizo de la noche pasada.

Se sentó en la cama, la respiración entrecortada y una sensación de ansiedad creciente en su pecho. Por un momento, se preguntó si todo había sido un sueño extraño, una fantasía elaborada por su subconsciente. Los detalles eran tan claros: las luces rojizas, los aromas embriagadores, el tacto de aquellas manos en su piel y el susurro delicado en su oído.

Teruki se pasó una mano por el cabello, tratando de ordenar sus pensamientos. Miró alrededor de su habitación, reconociendo cada objeto y detalle, pero todo parecía tener un tinte irreal. Las imágenes de la noche anterior seguían persiguiéndolo, demasiado intensas para ser simplemente un sueño.

Se levantó y caminó hacia el baño, tratando de sacudirse la sensación de irrealidad. El frío del suelo bajo sus pies desnudos y el reflejo de su rostro en el espejo le recordaron dónde estaba. Aun así, el recuerdo del beso apasionado y la conexión que había sentido con ese extraño lo seguían atormentando. Cada vez que cerraba los ojos, podía sentir el calor de esos labios y el susurro en su oído, Rends-moi tien, resonando en su mente.

Teruki se preguntó qué parte de esa experiencia era real y qué parte era un producto de su imaginación. Mientras se lavaba la cara con agua fría, no podía evitar pensar en lo que significaba todo eso. Era un recordatorio de los deseos ocultos que había sentido y de una parte de sí mismo que no había explorado del todo.

Con el corazón aún agitado y su mente llena de preguntas, Teruki decidió que necesitaba tiempo para procesar lo ocurrido. Se dirigió a la cocina para prepararse un café, esperando que la rutina matutina le ayudara a centrarse. Mientras el aroma del café llenaba la habitación, Teruki se sentó en la mesa, tratando de encontrar un sentido a los eventos de la noche pasada y cómo podrían influir en su vida a partir de ese momento.

Mientras Teruki disfrutaba de su café, los recuerdos de la noche anterior comenzaron a regresar con mayor intensidad. Cerró los ojos por un momento, permitiendo que las sensaciones y las imágenes inundaran su mente.

Recordaba claramente el calor de los labios del desconocido, el sabor de su beso y la forma en que sus cuerpos se habían entrelazado con una urgencia desenfrenada. Los detalles del apasionado encuentro sexual se desplegaban vívidamente ante él: las manos explorando cada rincón de su piel, los susurros cargados de deseo que llenaban el aire, y la manera en que sus cuerpos se movían en perfecta sincronía, como si hubieran sido hechos el uno para el otro.

Sentía nuevamente la suavidad de la piel del desconocido bajo sus dedos, la firmeza de su abrazo y el ritmo acelerado de sus respiraciones compartidas. Los gemidos apagados, el tacto de las manos recorriendo su espalda, su pecho, y la forma en que ambos se habían entregado completamente al momento. Cada caricia, cada beso, cada movimiento estaban grabados en su memoria con una claridad sorprendente.

El recuerdo de la piel cálida del desconocido contra la suya, de las piernas entrelazadas y el susurro de palabras ininteligibles al oído, lo hacían estremecerse. Recordaba cómo se habían perdido en la pasión, olvidando todo lo demás, solo existiendo el uno para el otro en esa habitación iluminada por las velas y envuelta en aromas embriagadores.