𝐃𝐄𝐒𝐈𝐑𝐄 » [𝐃𝐞𝐜𝐤𝐚𝐫𝐝 𝐒𝐡𝐚𝐰] +18

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Los Toretto miraban la comida como si fuese lo más interesante en la vida, pero la verdad era que ninguno miraba exactamente lo que comerían, pues solo estaban sumergidos en sus pensamientos, no podía estar allí más tiempo, tarde o temprano podría llegarles otra bomba.

—Mando— murmuró Alisson llamando la atención de todos, pues había sido el único ruido en ese cementerio — lo llamaré, veré si les puede dar asilo — avisó, pudo ver como su hermano mayor asentía con total acuerdo.

—¿Por qué suena a que tu no irás? — preguntó Mia preocupada.

—No iremos — avisó el mayor — ustedes tienen una familia, yo me quedaré en espera de Shaw, y lo haré pagar por lo que le hizo a Han — la menor exhaló con profundidad.

—Ali, ven con nosotros — pidió Brian, pero esta se negó.

—Han era más que solo mi amigo... no me gustaría dejar solo a mi hermano — tomó la mano del mencionado, por lo que el rubio suspiró y asintió comprendiendo.

Alisson se puso de pie y buscó su teléfono, entre sus contactos buscó el número de su amigo y marcó sin dudar, su prioridad era que su sobrino estuviera en un lugar a salvo.

—¿Bueno? — la voz masculina del hombre sonó, ella suspiró.

—¿Mando? Soy Alisson — escuchó una exclamación.

—¿Alguna otra caja fuerte? — ella soltó una risita ante eso.

—En realidad quería pedirte que le des asilo a mi hermana y su esposo, sucedieron unas cosas aquí y es muy riesgoso para ellos, y para mi sobrino — explicó con la esperanza de que este aceptara.

—Pensé que sería más difícil tu pedido, claro que pueden venir, mi casa es su casa — la menor suspiró aliviada, le reconfortaba el saber que su hermana podría estar en un lugar seguro.

—Tomaran el primer vuelo de mañana, quisiera que... bueno... alguno de tus guardias fuera por ellos — pidió, no quería ser abusiva, pero temía por ellos.

—Tranquila, Alisson, ellos estarán bien — luego de compartir unas palabras más la menor colgó diciendo que debía encargarse de unos asuntos.

Fue en dirección a donde estaba su familia, miró que Brian tenía a Jack en sus brazos, el pequeño ya dormía, y Mia estaba limpiando los trastes que habían ocupado, la joven se sentó y asintió.

—Mando accedió a que fueran a Republica Dominicana, es lo mejor — el rubio miró a su cuñada, tuvo que morder su lengua para evitar pedirle que se fuera con ellos.

O'Conner amaba a la joven Toretto, era como su hermana, sintió un lazo especial hacia ella cuando la vio, y fue la primera a la que visitó cuando pudo tras haber revelado ser un policía, le había costado su perdón, pero había valido la pena.