capítulo 8 parte II

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Lamento que el anterior no haya sido muy largo.

Nasa despertó de esa pesadilla, aunque ya haya pasado tiempo de eso, todavía podía ver el cuerpo de su esposa agonizando. Si, esa imagen jamás se borraría de su cabeza ni muerto, rayos, ni siquiera podía pensar en su muerte después de haber adquirido la inmortalidad de su esposa.

Se levantó de la cama, observando con detenimiento la habitación en la que se hospedaba, no era la más bonita, pero no tenía nada de malo, una cama individual, perfecta para su estatura, la cual le producía demasiada nostalgia, ya que se parecía bastante a la vieja cama que tenía en su apartamento antes de conocer a Tsukasa, en donde solo pensaba cuánto dinero tendría si buscara otro trabajo.

Aparte de la cama, observó con detenimiento el resto de la habitación las paredes de color anaranjado, con columnas de color blancas que resaltaban más el color mencionado. Desde lo sucedido con su esposa, Nasa empezó a notar más los detalles de lo que, sería, el mundo en el que estaría condenado a vivir eternamente.

Cuando llegó aquí, lo primero que quiso verificar, era que esos tipos no se habían topado con su versión del pasado. Mientras salía de la habitación, empezó a recordar cuando llegó a esta tiempo, esperando haber llegado antes del incidente. Nasa estaba con un pensamiento en la cabeza desde antes de haber visto a Tsukasa morir: ¿Cómo demonios pasamos de unos simples pervertidos, hasta experimentos y silenciar a conocidos suyos?

Bueno, eso es algo que sin duda se quedará muy grabado en su memoria. Cuando salió del lugar, lo primero que hizo fue caminar, si, solo eso, pero obviamente a una dirección en específico, solo quería estar allí, o al menos solo poder verlos juntos. En realidad, desde que llegó aquí, es lo único que hace, en su día a día, para luego en la noche, regresar a su habitación y recordar el futuro tan crudo que le deparaba a su yo pasado.

Un vago recuerdo apareció en sus ojos, al llegar a la casa de baños de la familia de su amiga, un dolor invadió su cabeza, logrando que Nasa se sostuviera con fuerza su cráneo, intentando parar el dolor de alguna manera. Sin embargo no lo logró, y recordó cuando llegó a la casa de baños después de que se llevaran a su esposa, totalmente lastimado, intentando pedir ayuda.

Quiso intentarlo con un hospital, pero debido a la influencia de aquellos secuestradores, evitaron que Nasa pudiera ser atendido de forma adecuada, entonces, decidió volver a la casa, para poder curar los golpes recibidos en su torso y piernas, haciendo que tuviera cojera. Pero, la imagen que vió al entrar, lo dejó lleno de rabia y dolor, pues, la casa de baño, aunque se viera en orden por fuera, por dentro era otra cosa.

Cuando abrió la puerta, un olor a algo podrido llegó a sus fosas nasales, y una sensación de náuseas lo invadió, al ver cómo los 3 cuerpos de la familia Arisugawa, muertas.

Con unas caras llenas de dolor, eso fue lo que encontró en la casa, entonces, Nasa no resistió más y empezó a vomitar por tal escena, con unas lágrimas de impotencia al ver a sus amigas y su madre en la recepción, con la ropa rasgada y con algo escurriendo desde las zonas íntimas.

Cuando quiso pedir ayuda, encontró una nota en el piso, la cual decía lo siguiente: "Si no quieres seguir viendo a tus seres más cercanos morir, te recomiendo que nos traigas la piedra".

¿Una piedra? ¿De qué rayos piedra hablan? Pero al ver una fotografía de sus padres atados y con unos cuantos moretones, el miedo lo invadió, y recordó la única piedra que tal vez sería lo que buscaban: La piedra lunar que encontró en la casa de Chitose.

Continuará...

Tonikawa. Una nueva etapaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora