El día siguiente al partido contra el Real Madrid amaneció con una calma inusual en París. El sol brillaba sobre la ciudad y el apartamento de Julia y Elisa se llenaba de luz natural. Jean, todavía emocionado por la victoria de sus madres, saltó de la cama y corrió a la habitación de sus mamás.
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Jean: (saltando sobre la cama) ¡Mami, mami! ¡Ganaron!
Julia: (despertando lentamente) Buenos días, pequeño. Sí, ganamos. ¿Lo pasaste bien ayer?
Jean: (sonriendo) ¡Sí! ¿Jugamos hoy?
Elisa: (abrazando a Jean) Claro que sí, campeón. Pero primero, desayuno.
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Después de un desayuno tranquilo en el balcón, disfrutando de la vista de la Torre Eiffel, Julia y Elisa comenzaron a recibir mensajes y llamadas de felicitación. Las redes sociales estaban llenas de elogios y celebraciones por el triunfo del PSG, y sus teléfonos no paraban de sonar.
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Elisa: (mirando su teléfono) Mira esto, Julia. Los fans están enloquecidos con el gol de ayer.
Julia: (sonriendo) Fue un gol increíble, Elisa. Sabía que podías hacerlo.-
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Decidieron tomarse el día para relajarse y pasar tiempo en familia. Jean estaba emocionado por pasar el día con sus mamás y ellas querían aprovechar cada momento.
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Jean: (tirando de la mano de Elisa) ¡Vamos al parque, mami!
Elisa: (riendo) Está bien, Jean. Vamos al parque.
Julia: (abrazando a Elisa) Te amo. Vamos a tener un gran día juntos.
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El día transcurrió entre juegos en el parque y un almuerzo en un café cercano. Los tres disfrutaron de la compañía mutua, riendo y jugando juntos.
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Jean: (con la cara manchada de helado) ¡Mami, mira! ¡Puedo hacer un gol!
Elisa: (riendo) ¡Eres todo un campeón, Jean! Igual que tu mamá Julia.
Julia: (sonriendo) Eres nuestro pequeño prodigio, Jean.
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Al regresar a casa, recibieron una visita sorpresa. Las compañeras de equipo del PSG habían organizado una pequeña fiesta para celebrar la victoria y también para mostrar su cariño y apoyo a Julia y Elisa.
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Sakina: (abrazando a Julia) ¡Felicidades, campeona! Ese gol fue impresionante.
Grace: (sonriendo) Y no olvidemos el golazo de Elisa. ¡Qué final tan perfecto!
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La tarde se llenó de risas y anécdotas sobre el partido. Todos se reunieron en el amplio salón del apartamento de Julia y Elisa, disfrutando de la compañía y del momento de celebración.
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Kheira: (levantando una copa) ¡Por Julia y Elisa! ¡Por su amor y su talento en el campo!
Todas: ¡Salud!
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Julia: (mirando a Elisa) No podría pedir un mejor equipo. Gracias a todas por estar aquí.Elisa: (sonriendo) Y gracias por ser parte de nuestra familia.
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Después de la fiesta, Julia y Elisa se quedaron en casa con Jean, disfrutando de la tranquilidad de la noche. Mientras Jean jugaba con sus nuevos juguetes, ellas se sentaron en el sofá, recordando los momentos vividos.
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Elisa: (mirando a Julia) Estoy tan feliz de tenerte a mi lado, Julia. No solo como compañera de equipo, sino como mi compañera de vida.
Julia: (acariciando la mano de Elisa) Yo también, Elisa. Eres mi todo. Y ahora, con Jean, nuestra familia está completa.
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La noche se llenó de planes y sueños para el futuro. Hablaron de la final de la Champions que se avecinaba, pero también de sus deseos y esperanzas para su familia.
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Elisa: (sonriendo) ¿Te imaginas a Jean jugando al fútbol algún día? Sería increíble verlo seguir nuestros pasos.
Julia: (riendo) Sí, pero también quiero que sea lo que él quiera ser. Lo importante es que sea feliz.
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Elisa: (abrazando a Julia) Tienes razón. Lo importante es que estemos juntos, apoyándonos en todo.
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Jean, cansado de tanto jugar, se quedó dormido en el sofá. Julia lo cargó y lo llevó a su cama, arropándolo con cariño.
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Jean: (medio dormido) Buenas noches, mamis.Julia: (besándolo en la frente) Buenas noches, pequeño.Elisa: (acariciando su cabello) Dulces sueños, campeón
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Al regresar a la sala, Julia y Elisa se sentaron en el sofá, abrazadas, disfrutando del silencio y la paz de la noche.
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Julia: (mirando a Elisa) Estoy tan agradecida por todo lo que tenemos, Elisa. Cada día contigo es un regalo.
Elisa: (sonriendo) Y yo contigo, Julia. Eres mi vida.
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Se quedaron así, abrazadas, hablando de sus sueños y esperanzas, sintiendo la conexión profunda que las unía. El futuro se veía brillante y lleno de posibilidades, y sabían que, juntas, podían enfrentar cualquier desafío.
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Elisa: (mirando el reloj) Es tarde, deberíamos ir a dormir. Mañana tenemos otro día lleno de aventuras.
Julia: (riendo) Tienes razón. Pero antes, quiero que sepas cuánto te amo, Elisa.
Elisa: (besándola) Y yo a ti, Julia. Siempre.
---Subieron a su habitación, cerrando la puerta al mundo exterior y sumergiéndose en la intimidad de su amor. Sabían que, pase lo que pase, siempre se tendrían la una a la otra y a su pequeño Jean. Con esa certeza, se quedaron dormidas, soñando con un futuro brillante y lleno de amor.
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El próximo día amaneció con una luz cálida que iluminaba el apartamento de Julia y Elisa. La familia despertó llena de energía y gratitud por la vida que estaban construyendo juntas. Aunque sabían que habría desafíos por delante, estaban listas para enfrentarlos, apoyándose mutuamente y con el amor de su hijo Jean como motor de su felicidad
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Jean: (saltando a la cama de sus mamás) ¡Buenos días, mamis!
Julia: (riendo) ¡Buenos días, pequeño! ¿Listo para un nuevo día?
Elisa: (abrazando a Jean) Vamos a hacer de hoy un día increíble, como siempre.
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De rivales a Amantes
FanficEn las sombras de los estadios más emblemáticos de París, se teje una historia de rivalidad y pasión desenfrenada. "De Rivales a Amantes" sigue la intrigante relación entre Elisa de Almeida, defensora estrella del PSG, y Julia Dupont, la indomable e...
