De rivales a Amantes

Amor a la Vista de Todos

Elisa y Julia llevaban dos años juntas, dos años de risas, besos, peleas y reconciliaciones. Su amor había crecido y se había fortalecido con el tiempo, pero siempre había permanecido en la sombra, oculto del escrutinio público. Sin embargo, el deseo de compartir su felicidad con el mundo comenzó a crecer en ambas.

Una tarde, estaban las dos en su apartamento, disfrutando de un momento de tranquilidad después de un intenso entrenamiento. Elisa estaba recostada en el sofá, con Julia acurrucada a su lado, cuando una idea cruzó su mente.

"Julia", comenzó Elisa, rompiendo el silencio, "he estado pensando...".

Julia levantó la mirada de su libro y la fijó en Elisa. "¿En qué, amor?".

"Creo que ya es hora de que le digamos al mundo lo nuestro. ¿Qué te parece si subimos una foto a Instagram? Una foto de nosotras... besándonos", sugirió Elisa, sus ojos brillando con determinación.

Julia parpadeó, sorprendida por la propuesta. "¿De verdad? ¿Estás segura?".

"Sí, lo estoy. Estoy cansada de esconderme. Quiero que todos sepan lo mucho que te amo", respondió Elisa, acariciando suavemente el rostro de Julia.

Julia sonrió, su corazón acelerándose. "Me parece una idea increíble. Vamos a hacerlo".

Decidieron que la playa sería el lugar perfecto para su revelación. La idea de estar al aire libre, bajo el cielo y con el mar de fondo, les pareció mágica. Prepararon sus cosas y se dirigieron a una playa cercana, eligiendo una hora en la que sabían que habría poca gente.

Al llegar, el sol estaba comenzando a ponerse, pintando el cielo de tonos naranjas y rosados. Era el escenario perfecto. Caminaron de la mano por la arena, disfrutando de la brisa marina y de la compañía mutua.

"Es un lugar hermoso, Elisa. Me encanta", dijo Julia, apretando la mano de su novia."Lo sé. Y es aún más hermoso porque estoy aquí contigo", respondió Elisa, deteniéndose para besar suavemente a Julia.

Julia correspondió al beso, sintiendo el amor y la pasión que siempre había entre ellas. "Vamos a empezar con las fotos, ¿te parece?".

Elisa asintió y sacó su teléfono. Se turnaron para tomarse fotos mutuamente, capturando momentos de risas, caricias y miradas cómplices. Luego, decidieron hacer una pequeña sesión de fotos juntas.

"Pon el temporizador, Elisa. Vamos a hacerlo bien", sugirió Julia.

Elisa configuró el temporizador y se colocó junto a Julia. Se miraron a los ojos, la cercanía aumentando la intensidad del momento. "¿Lista?", preguntó Elisa.

Julia sonrió y asintió. "Lista".

Cuando el temporizador estaba a punto de acabar, se acercaron y se besaron apasionadamente. El sonido del obturador capturó el momento perfecto, una imagen llena de amor y ternura.

Hicieron varias tomas más, algunas besándose, otras abrazándose y otras simplemente mirándose con adoración. La química entre ellas era innegable y se reflejaba en cada foto.