II. Inocencia

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—Es hora de que descanse joven— la mucama se acerca a el y se mantiene parada a su lado con una sonrisa.

—Bien — toma su libro, se endereza en su asiento y da un pequeño salto al escalón que lo pone a la altura de su escritorio. La mucama ordena el resto de lápices y papeles. Guarda el libro en su estantería, camina al cuarto de baño para asearse y cambiar de ropa por su pijama.

La mucama lo ayuda a acostarse y cobijarse — Sus padres regresarán en unas hora. Le desean dulces sueños — El asiente y mira emocionado a la mujer. Ella sonríe, sabiendo lo que espera el menor. Se levanta y acerca a la mesa de noche, donde se encuentra una radio, regalo de su padre por su ascenso a la presidencia de la compañía radial, enciende el dispositivo que mantiene la perilla de emisora en el mismo lugar , sin ningún cambio durante todas las noches, y se escucha la melodía de la música— Que tenga un sueño agradable— da una ligera reverencia y sale de la habitación.

El niño se acomoda mirando la radio, escuchando la melodía, que aunque es agradable, no es lo que mas espera escuchar ahora, queda despierto ansiando oírlo. La tonada culmina y su voz se escucha agradable, acariciándolo— St. Louis Blues nos atrapa con su tonada melancólica y emotiva, con elementos del tango, lo que le da un carácter único— la narración continua y Vox siente su cuerpo adormecer, aun no lo comprende bien pero la voz lo hace sentir feliz y cálido. Siente que le susurra en el oído, como si solo le hablará a él. Desearía escucharla toda la vida.

—Sigan disfrutando de esta noche.— escucha la voz una ultima vez con la cancion de fondo antes de dormirse.


***


— Buenos días— siente la caricia de en el rostro y sonríe. Al abrir los ojos ve a su padre y lo abraza — Tranquilo— ríe el mayor por la efusividad de su hijo— ¿Como has descansado?

— Bien padre.

Observa la radio y ve la sintonía— Siempre escuchas nuestro programación, ¿verdad?- el niño asiente de forma entusiasmada.— ¿Sabes una cosa? hoy me quedaré en casa, pero por la tarde tengo una reunión en el edificio del estudio, ¿quieres acompañarme?

El niño lo piensa, el edifico de su padre, nunca a entrado, solo visto desde la ventana del auto que lo transporta, si entra podrá conocer el lugar donde trasmiten el programa de radio, y lo podría conocer— ¡Si padre!¡Quiero ir!


***


Ya en la tarde son llevados por su padre. Se estaciona en el edificio y suben las escaleras de la entrada. Vox camina a su lado, entran al ascensor y van hasta el ultimo piso, donde se llevará acabo la reunion, los pasillo tienen varias puertas con letreros de cobre con los nombres de los distintos programas, su padre le pide que no se separé y continúan hasta el final del pasillo- Ahora, escúchame, quiero que te quedes aquí y esperes a que acabe mi reunión— El menor asiente y se sube a una de las sillas —Muy bien, no tardo — le guiña un ojo y entra al salón junto a su secretaria.

Vox mira su alrededor y responde a los saludos de las personas que lo ven y hablan de lo tierno que es. El se acomoda su abrigo y saca uno de sus libros de la maleta. Comienza a leer y completar algunos ejercicios, esperando. Los minutos pasan, cada vez observa menos gente caminando por los pasillo, salen de las salas y se retira por los ascensores. Como cualquier niño la espera llega en un momento a aburrirlo, así que baja de su asiento caminando un poco por el lugar, si no se aleja mucho no habrá problema. Comienza a leer cada letrero sobre las puertas, intentado hacerlo correctamente y observar un poco dentro. Escucha una de las ultimas puertas abrirse, gira al pasillo y ve a alguien caminar , curiosamente se acerca, y mientras más se acerca un ligero picor le hace arrugar la nariz, llega a la entrada y lee el nombre. De inmediato siente una gran emoción, pues reconoce que es el programa de Alastor, algo dudoso abre la puerta y mira dentro, no hay nadie, camina despacio sobre el suelo alfombrado y ve con fascinación todo el lugar, no es muy grande, pero hay discos y consolas con luces y muchos botones, el aroma esta en todo el lugar y se intensifica mientras mas se acerca a la cabina de grabación, toma el picaporte y entra, sonríe feliz, sus mejillas se sonrojan, el lugar se siente cálido y huele muy bien. Toma asiento y mira sobre la mesa, bolígrafos, el micrófono que no logra alcanzar sentado, el abrigo que cuelga en la silla. Se coloca los auriculares y puede escuchar la música, comienza a moverse acorde a la melodía y sus pies se balancean.

Sigue distraído, hasta que ve el reflejo de alguien entrado al estudio, gira su asiento y lo ve.


***


Luego de que la asistente de su padre lo llevara de regreso con él y este suspirara aliviado de verlo, regresaron a casa. Su madre llegaría tiempo después y lo arroparía.

— Madre— habla antes de que ella salga de la habitación. Ella regresa y se sienta a su lado, acariciando su cabello.

—¿Que sucede cariño?

—¿Que significa—duda un poco, no sabe como preguntar aquello a su corta edad—¿Que significa el sentir que quieres algo sin conocerlo?

—¿Como el querer?¿ Como cuando quieres un libro nuevo?¿O como me quieres a papi y a mi?

El niega con la cabeza— es diferente... de algún modo—su pequeño rostro se contrae en duda.

La mujer ve su expresión afligida, y como es común en ella sonríe cálidamente, sin juzgar— ¿Sientes eso por alguien especial?

El pequeño asiente.

—Bueno—ella vuelve a acomodar las sabanas sobre su cuerpo— entonces tal vez si conoces a esa persona. Desde el momento en que ves a alguien, sientes o escuchas, ya conoces una parte de ella. Es tu decision que tanto más quieres saber— el niño la mira fijamente, y ella ríe— tal vez no lo entienda ahora cariño, pero te prometo que lo harás cuando crezcas— besa su mejilla— Descansa.

Ella enciende la radio y sale de la habitación. El pequeño suspira, esperando volverse un hombre adulto pronto, para poder entender.

mi dulce alfa | RadioStaticDonde viven las historias. Descúbrelo ahora