Magic School. (Stray Kids)

39.

-Si vuelves a imitarme reprobaras este año. -Dijo Minho cruzado de brazos.

-Ja ja, no puedes hacer eso, porqué no estamos en horario de clases. -Seungmin se burló de él, volviendo a transformarse en Lee.

Estábamos en casa de Chan, quién había organizado una pequeña "reunión" en su casa, donde invitó a sus alumnos más queridos del 143 y a "los amigos de Seungmin" soy parte de ese grupo.

-¿Quién es el niño que no deja de correr por las escaleras? -Habló Soobin con su tenebroso tono de voz.

Todos volteamos a las escaleras asustados, pues ahí no había nadie.

-Era broma. -Dijo, mientras todos reíamos nerviosos. -No estaba corriendo sólo está sentado. -Volvió a hablar, luego le dio un trago a su bebida como si nada hubiera pasado y se sentó en las escaleras.

Empezamos a vernos entre nosotros.

-Recuerdenme nunca invitarlo a mi casa. -Habló Seungmin.

-Recuerdenme nunca volverlo a invitar. -Contestó Chan.

-Señorita Yun, ¿Le gustaría que le sirviera más jugo? -Preguntó Minho tratándome como mi profesor Lee pero con esa sonrisa coqueta escondida en su rostro.

Asentí sonriente.

Estábamos en la barra de la cocina, frente a las personas Minho y yo sólo somos "alumna/profesor" por obvias razones, pero no podía evitar el sonrojo en mis mejillas y que mi corazón bailará como loco cada vez que él me sonreía, me regalaba miradas fugaces o rozaba sutilmente mi mano con la suya al pasarme cosas.

-Me gusta más como te ves con tu color natural de cabello.. -Dijo Felix a Hyunjin, pues había momentos en los que se acercaban un poco más.

Verlos me hacía pensar en el momento en el que entré en los recuerdos de Felix y los ví, siendo solo ellos.

-¿Si? -Preguntó sonríente sin poder esconder el brillo en su mirada.

El rubio asintió en respuesta. -Es como si volvieras a cuando eramos niños.. -Sonrió recordando y el ahora castaño imitó su acción.

Entonces Hyunjin entró en razón, se enderezó y carraspeó la garganta.

-A Jeongin también le encantó mi cabello. -Dijo, la sonrisa en el rostro de Felix, se fue. -¿No es así bebé pan?

Gritó para llamar la atención del menor, quien se encontraba hablando con Jisung y Soobin.

-¿Quién tiene el mejor estilo en cabello aquí para ti? -Volvío a preguntar mientras se acercaba a él y dejaba a Felix atrás.

El menor lo pensó un poco y luego contestó.

-¡Soobin!

-¡No! ¿¿Cómo que Soobin?? -Se sentó a su lado mientras lo abrazaba por los hombros. -¡Dijiste que te había encantado mi cabello! Que me veía increíblemente bien.

-¿A si? -Preguntó más que confundido.

En ese momento Felix dejó de ser importante para Hwang, pero eso era algo que el ya veía venir..

Estaba a punto de levantarme para hacerle compañía, pero Changbin me ganó.

-Te vi en el último entrenamiento. -Dijo acercándose a Felix. -Estaba realmente asombrado por lo mucho que haz mejorado.

-Gracias Changbin, tú también has crecido mucho. -Le dijo dándole una sonrisa recta y con poco brillo.

Changbin lo notó así que no tardó en buscar una alternativa para mejorar su humor. Le dio una mirada juguetona. -¿A si? ¿Tu también lo notaste? Mi crecimiento también ha sido físico ¿No lo crees Felix?-Modeló su brazo haciendo relucir sus fuertes atributos en esa zona, el rubio empezó a reír.

-Entendiste bien mi referencia. -Sonrió de forma coqueta siguiéndole el juego. -Nunca había tenido tan de cerca un cuerpo tan bien esculpido y trabajado.

-¿Quieres tocarlo? -Dijo acercándole el brazo, Felix rió nervioso pero no se negó a la oferta.

Empezó apretando el brazo marcado del mayor con sus dos dedos.

-Si van a coquetar pueden hacerlo en otro lado. -Soltó Hyunjin de golpe. -Es simplemente extraño verlos siendo así de cercanos cuando llevan unas semanas conociendose.

-No necesitamos ser cercanos para poder tener una buena conexión, se le llama "congeniar" con alguien. -Se defendió Changbin.

-¿"Congeniar"? Ja, Bin, no me hagas reír. -Quitó su brazo de los hombros de Jeongin y se paró firme. -Conozco a Felix más que tú y nunca lo he visto "congeniar" con alguien que no sea..

-¿Conoces esa palabra? -Felix entró en la "pelea" interrumpiendo a Hyunjin.- "Soulmates" No necesitas llevar años conviviendo con alguien para poder agradarle y viceversa, Changbin se siente como eso..

Le sonrió a Bin y este le correspondió.

Ambos chicos estaban por irse de ahí, entonces Felix volvió su mirada a Hyunjin quien lo veía incrédulo.

-Oh y Hyunjin,"convivir" y "conocer" no es lo mismo, tú has convivido conmigo toda tu vida, pero no me conoces de nada y ni siquiera lo intentas..

Dicho esto, el pecoso se dió media vuelta y siguió a Changbin hasta el pequeño balcón en casa de Chan.

-La tensión en esta casa es una cosa de locos.. -Susurró Minho en mi oído causandome un escalofrío.

-Ni que lo digas. -Le dije sonriente.

Nos encontrábamos todos alrededor de la mesa de centro que está justo a mitad de la sala.
Jugábamos Mahjong, en parejas, la pareja perdedora bebía.

Minho y yo éramos un equipo.
Seungmin y Chan, otro.
Felix y Changbin.
Hyunjin y Jeongin.
Jisung y Soobin.

Al ser un juego tan simple creí que podríamos ganarle a nuestros oponentes pero me equivoqué.
Chan arrasaba con este juego y cada que el ganaba (porque en realidad Seungmin no estaba haciendo mucho) nosotros teníamos que beber.

«En realidad en mi caso Minho era el que bebía, no sólo sus tragos sino también los míos, pues sabe de ante mano que soy cero tolerante al alcohol, 2 shots y terminaría diciéndole a todos que estaba saliendo con el profesor Lee.»

-Eso no es justo, Chan ya pertenece a la tercera edad, él tiene más conocimiento de este juego que yo. -Se quejó Minho después de volver a beber.

-Oye, el único que puede burlarse de su edad aquí, soy yo. -Lo defendió Seungmin.- No porque lo veas viejo, arrugado y casi calvo, te quieras aprovechar de él.

-Seungmin.. -Le habló el profesor Bang apoyando su mano sobre la pierna del menor. (Gesto que para mí no pasó desapercibido)

-¿Si? -Tenía una sonrisa pura.

-Mejor no me ayudes..

-Si, mejor sigamos jugando.

Las rondas seguían girando y con ellas, los tragos.

Seguía sin comprender como es que al ser tan inteligentes éramos tan malos jugadores.
Minho ya estaba más que ebrio y sus mejillas estaban de rojo tomate, pero no se daba por vencido, su competitividad lo hacía seguir yendo por más.