Magic School. (Stray Kids)

16.

-Soomin. -Chasequeo los dedos en mi cara lo que me hizo regresar al mundo.

-¿Si?

-Lee estos libros, espero que luego de hacerlo, entiendas porque te los di, deja de leer basura que no te sirve para nada, mañana hablaremos sobre ellos ¿Bien?

Asentí una vez en respuesta.

-Estaré por allá, avisame cuando hayas terminado de leer, te acompañaré a casa.

Empezó a caminar pero lo detuve.

-Profesor Lee.. -Regresó su vista a mi, más bien a mi mano, con la cual sujetaba su capa, luego la solté y ahora si me vio a mi. -No es necesario que me acompañe a casa, puede irse ya, si quiere.

-No me digas que es lo que tengo que hacer.. -Se dio media vuelta. -De todos modos ya lo hago.. -Susurró.

Regresé mi atención a los libros que había dejado en la mesa para mi, no eran tan grandes a comparación de todos lo que había leído ya, así que no me llevó mucho tiempo hacerlo.

Terminé de leer, estiré la espalda en la silla y luego vi el reloj en mi muñeca.

12:12

Me puse de pie y cuando estaba a punto de buscar al profesor Lee con la mirada, me asusté al verlo parado junto a mi.

-¿Terminaste? -Asentí. -Vámonos.

Caminábamos en completo silencio, era un ambiente tenso y yo no sabía si debía decir algo para romper el silencio o simplemente quedarme callada, al profesor Lee no le gusta la gente que habla mucho, una vez, lo vi metiendole papel a un chico en la boca, solo porque le estresaba que no se callara.
Ahora temía que me hiciera lo mismo.

-Entonces.. -Sorpresivamente fue él quien rompió el silencio. -Perteneces a la dinastía "Yun". -Dijo y asentí. -Siempre he escuchado que son muy estrictos y ordenados..

-Y lo son. -Le dije.

-Entonces como es que puedes estar caminando sin ninguna preocupación tan tarde, ¿No te preocupa que te regañen? -Dirigió su vista a mi, mientras conservaba esa mirada fría pero curiosa al mismo tiempo.

-En realidad no.. -Le dije.

«Si supiera que ni siquiera notan mi presencia, mucho menos mi ausencia..»

-Entonces eres una "rebelde". -Me dijo bromeando y no pude evitar reírme por lo anticuada que había sonado esa palabra en él. -¿De qué te ríes? -Me preguntó confundido.

-Profesor Lee, ya nadie usa esa palabra.

-¿Ah no? -Preguntó ofendido.

-No. -Le dije aún riendo.

-Supongo que se debe a mi edad.. -Dijo y me volví a reír.

-Por dios, ni siquiera es así de viejo, solo me lleva 4 años.

-¿4 años? ¿Tienes 22?

-Así es. -Le dije con una sonrisa recta.

-22 años y muchas cosas que aprender aún.. -Volvió a hablar con ese tono anticuado y no pude evitar soltar otra carcajada. -¿Otra vez muy viejo para ti?-Me dijo riéndose conmigo.

-Creo que me he juntado mucho con Seungmin, lo siento ahora me es más fácil juzgar a las personas más grandes que yo.

-Por favor, no seas como él..

Caminamos unas cuantas calles más y luego me detuve en la puerta de mi casa.

-Aquí es.. Aquí es donde vivo. -Le dije rascando mi codo.

-Lo sé.. -Dijo.

-¿Lo sabe? -Pregunté curiosa.

-Si.. es lógico, si no no te habrías parado aquí.

-Cierto. -Le dije con una sonrisa avergonzada. -Bien, gracias por traerme..

-No fue nada. -Me sonrió recto.

-Hasta mañana Profesor Lee.

-Hasta mañana Señorita Yun.

Abrí la puerta de la casa y entré soltando un suspiro al hacerlo.

«Que noche tan.. extraña.»

Es decir, había disfrutado su compañía y caminar juntos no me había parecido tan incómodo como creí que sería, tampoco hay papel en mi boca e inclusive puedo decir que parecía agradarle hablar conmigo..

Lo único malo de esta noche era que no había podido ver al gato negro y justo le había comprado un regalo, aunque, la presencia del Profesor Lee me ayudó a no extrañarle, fue como si no hubiera sentido la ausencia del gato.

En fin, me sentía contenta pues alguien había mostrado una pizca de interés en mi don, cosa que nunca pasa, al recordar eso no pude evitar sonreír, luego sentí un pequeño calor en mis mejillas, lo que me hizo dejar de sonreír de golpe.

«¿Qué rayos haces sonriendo por el Profesor Lee? Fuera pensamientos estúpidos solo porque alguien me dio justo en mis "problemas de atención" él sólo está interesado en mi don porque es mi profesor, no está interesado en mi. Corazón deja de mandarle señales estúpidas al cerebro, eso no es bueno.»