Solía creer que en este mundo la magia solo era esa con la que todos habíamos nacido, un don otorgado a toda alma existente al momento de nacer, nunca me imaginé que al conocerlo eso cambiaría mi parecer.. Pues la magia no son solo trucos y conjuros...
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Está vez, me alejé lentamente de su pecho, sin prisa, con calma.
«No es que yo haya querido seguir con mi cara metida entre sus muy bien marcados pectorales y por eso me haya alejado con tanta lentitud de ellos, fue simplemente por precaución, para evitar otra situación vergonzosa, en serio, lo juro..».
-Yo creo que.. -Dijo nervioso.
-Claro, si.. Por supuesto.. -Hablé al mismo tiempo más nerviosa que él.
-Entonces.. Si..
-Ajá..
-Así le hacemos, entonces.. -Dijo rascándose la nuca.
-Si, sin problemas.- Le dije asintiendo.
«¡¿Qué clase de conversación fue esa?! ¿Alguien entendió un carajo?»
-Bueno, ya.. Deberíamos irnos, ya es.. Es tarde. -Dijo y luego se aclaró la garganta, quería dejar de lado su tono nervioso pero ¡eso no me sirve de nada! Mi maldito radar de emociones me sigue diciendo que esta nervioso y avergonzado y eso me da más vergüenza a mi que a él.
-Si ya estamos cansados.. Llevamos mucho tiempo estudiando. -Le dije poniéndome de pie y dándole una sonrisa recta, tratando de hacer las cosas menos extrañas.
-Así es. -Me dijo dándome una sonrisa recta también. -Luego el cansancio puede afectar al cerebro y al final pasan cosas raras.. -Dijo mientras ambos caminábamos hacia la puerta de la biblioteca y mecía sus manos de adelante hacía atrás.
Me reí nerviosamente.-¿Más raro que meter la cara en los pechos de tu profesor? - ¡¿QUE CARAJOS ACABO DE DECIR?!
Volteé a verlo con los ojos más que abiertos de nuevo, porque estaba asustada ¡no sabía si lo había dicho en voz alta o si solo lo había pensado! Pero cuando vi su cara sorpresiva y mi interruptor me avisó de su vergüenza nuevamente supe que lo había dicho así que traté de arreglarlo.
-¡Es decir! No en sus pechos porque usted no tiene pechos, osea si, si tiene pechos porque es humano, pero no son pechos grandes y aguados, son unos pechos lindos, están firmes y están ahí, en su lugar. -Le dije mientras que con mis manos hacía una "C" como tenazas tratando de hacer la forma de sus pectorales ¡Obviamente no se los iba a agarrar! Solo quería mostrarle que ahí estaban y que estaban bien..
