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Sostenía su paraguas con algo de fuerza, viendo como de ella se deslizaban gotas de lluvia que caían al suelo y chapoteaban en aquel pequeño charco. Su mirada dejó de ver las gotas para ver a su amigo que sostenía un paraguas de color azul, quien no apartaba su vista del cielo poco nublado, admirando un bello arcoíris que se había formado gracias al poco sol que comenzaba a salir.

Había algo en el que hacía que no dejara de verlo. Su cabello moverse con ese poco viento, las pequeñas gotas de lluvia sobre él y sobre su piel que parecían brillo, le daba esa aura de tranquilidad, sumando el hecho de un ambiente frío donde afuera no había nadie más que ellos. Eso, todo eso, lo hacía sentir extrañamente bien.

Aquel chico al que observaba, dejo de mirar el cielo para ver de reojo a Silvio, notando que este llevaba un rato viéndolo. Se movió para verlo de frente y darle una pequeña sonrisa nerviosa, ya que en él se le podía ver un pequeño rubor de haber sido observado por unos minutos. El moreno rápidamente quitó su mirada de él algo avergonzado, mirando al suelo para no verlo más.

Muzikato: Silvio

Escuchó su nombre casi como un susurro, además de escuchar sus pisadas hacia él y detenerse enfrente, uniendo su paragua con la suya, viendo como el suelo dejaba de recibir gotas de lluvia. Dudó en verlo, pero tomó valor y lo hizo, topándose con aquellos ojos azules, que juraba ver dentro de ellos el cielo mismo, pero más bello de lo que era.

Silvio: ¿S-sí?

Muzikato: No hemos practicado

Silvio: Oh lo siento, se suponía que solo íbamos por el pan. Entremos ya a tu casa

Muzikato: Silvio, no hay prisa - Le dijo con una pequeña sonrisa, acercándose más a él-

Silvio: ¿No la hay? -retrocedió un poco- Me parece que tu hermana nos está esperando, además necesitas practicar

Muzikato: Eso puede esperar. Es una bella mañana, últimamente no hay mucha de esas

Silvio: Lo sé, pero luego puedes pegar un resfriado, hace mucho frío, solo mírate, ya eres pálido y ahora tus mejillas y orejas están rojas

Muzikato: No soy el único que lo está, Silvio

El moreno se tocó su rostro y sintió un ardor, regresando ver a Muzi que soltó una pequeña risita, acomodando un mechón de su cabello detrás de su oreja. Era bastante raro, sentía que estaba siendo seducido intencionalmente por Muzi, ya que estaba bastante cerca, apretaba su paraguas a cada rato y movía su pie a cada lado, hasta juró ver morder un poco su labio. No iba a mentir, si sentía ser derrotado por sus encantos.

Silvio: Si no estoy equivocado Muzi, me parece que me estas coqueteando

Le dio una sonrisa burlona al de cabello café, esperando que este se avergonzara por dicha creencia, sin embargo, no fue así, solo vio como Muzi lo observo y soltó un jadeo, dejando caer su paraguas para llevar sus manos al rostro del moreno, jalando este para poder besar su mejilla de forma suave, algo que dejó tieso a Silvio, y más cuando este se alejó de su mejilla y besó sus labios.

Muzikato: ¿Querías eso, Silvio? —Este no respondió— parece que no soy el único que desea algo ¿Verdad?

Silvio: ¿Muzi?

Muzikato: No sabes lo que quieres, y te sientes confundido cuando estás conmigo

Silvio: Puede ser...

Muzikato: ¿Puede ser o es así? -El chico desvió la mirada- Silvio.... ¿Hay algo que me quieras decir?

Silvio: No la hay, Muzi - Llevó su mano a la mejilla del chico, dándole una pequeña caricia- Esto es bastante raro

Una Semana lluviosa 🌧️☔ || Silkato||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora