Tu Eres Mi Fuerza IzukuxNejire

Acercandose, el Peligro...

-¡Monstruo!-

-¡Deténgase!, ¡No hice nada, solo tengo miedo!, ¡¡Paren!!-

Si a plena luz las personas habían mostrado un rostro y actitud poco amable contra los desconocidos, las noches se volvían peor, mucho más para aquellos que nunca pidieron ser diferentes.

La mujer con rasgos de zorro, y más de dos metros de altura, intentaba cubrise de los ataques que recibía por parte de tres individuos, mandando a volar su sombrilla con la que se refugiaba de la lluvia.

-¡Mientes!, solo intentas engañarnos para que bajemos la guardia ¿verdad?-reclamo uno de ellos con un cañón de agua en su brazo, ignorando las súplicas de la mujer-¡lárgate de aquí maldito monstruo!-

Una vez más disparó del cañón, pero esta vez solo vio como su proyectil de agua fue rebentado, viendo al peliverde pasando de largo hasta un señalamiento de alto para sujetarse, regresando casi en un instante mientras se deslizó, quedando entre ellos y la mujer.

-Calmense, es entendible que todos estén nerviosos en una noche de lluvia y más en esta situación con villanos en todas partes-menciono el joven mirando a los tres hombres frente a él-pero esta persona no ha hecho nada, no tienen razón para comportarse asi-

-¿y tu quien eres?, ¿que esta haciendo un mocoso fuera en la oscuridad?-reclamo uno de ellos pero el peliverde solo lo miro unos segundos-¡¿Acaso eres de los aprovechados de la situación actual?!-

-Lo mismo podría preguntarles, desde mi perspectiva parecían solo tres idiotas atacando a alguien inocente-menciono Izuku en respuesta-regresen a su refugio sin causar mas problemas por favor-

-¿Quien eres para dar ordenes?-

-Se los repetire, regresen a su refugio y dejen de causar problemas, o voy a hacer pedazos sus artículos ilegales para que estén desprotegidos-

Las palabras del peliverde esta vez dejaron de salir con amabilidad por un instante, lo cual hizo temblar al trío, mientras veian los látigos negros extenderse lentamente como tentaculos, amenazando con atacar al primer movimiento.

La única respuesta que el peliverde recibió fue ver como ellos tres corrieron por la calle, alejandose mientras seguían gritando.

-¡Es su culpa por estar saliendo en medio de la noche!-tanto Izuku como la mujer se quedaron viendo esa escena, pero el leve llanto hizo que el peliverde viera las lagrimas que seguían bajando de los ojos de la mujer.

-¿Por que estaba fuera a esta hora?-

-La evacuación se retraso... cuando todo comenzó la cuidad no había cambiado mucho... y pensé que si me quedaba en mi casa las cosas se calmarian con el tiempo pero...-las manos de la mujer empezaron a temblar, mientras su mirada seguía fija en la dirección que los tipos tomaron-pero empezaron a haber víctimas y villanos por todos lados... incluso tomaron varios edificios como si fueran sus bases, me dio miedo que fueran a donde vivía... y pensé que debía ir a algún refugio y salí de mi hogar... lo siento, es que...-

-Tenia miedo, es algo normal, todo el mundo lo tiene-el peliverde sujeto el paraguas que ella antes había soltado, flotando un poco para lograr cubrirla de la lluvia-no es algo por lo que avergonzarse-

Las lagrimas de la mujer se detuvieron un poco, viendo atraves de la máscara los ojos verdes del joven mientras tomo su paraguas.

-Me pregunto si algún día todo volverá a la normalidad-por un instante, esa mirada amable se lleno de frustración, mientras ella tomó el paraguas

-... lo hará... haré que suceda-

El potente motor a lo lejos y las luces fueron reconocidas por el peliverde, que solo vio un momento atrás mientras dejó de flotar.