Una décima con una tercia de años

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Creí amarte una mañana,
me desperté del sueño.
Te ame por una vida,
por el propio valor de la mía.
Tus palabras, dulces y amargas,
volaban al ritmo de tus pasos.
Nunca nos pude llevar a un buen juicio.
No me atreví a condenarnos.
Me odiaba siendo mi propia piel,
algunas veces quería cortarla cual un trozo de papel.
Las marcas solían ser tu lenguaje,
era mi karma pagar en ese plazo.

J.A

Mutación romántica Donde viven las historias. Descúbrelo ahora