𝟎𝟑 | ¿Buena impresión?

1.8K 208 5
                                    

Luego de haber estado prácticamente fuera del campus todo el día, Becky ahora se encontraba en el ascensor de la residencia de estudiantes, presionando el botón correspondiente de su piso.

Estaba mojada de la cabeza a los pies, había comenzado a llover inesperadamente cuando estaba con unos amigos en la plaza del centro, y cuando pequeñas gotas comenzaron a caer sobre sus cabezas no dudaron en despedirse y cada uno retirarse por su lado.

El campus de la universidad le quedaba lejos, y aunque Becky corrió lo más rápido que pudo, en mitad del camino la lluvia se desató por completo y terminó empapada.

Ya estaba comenzando a oscurecer, por lo que su único plan era llegar a su departamento, cenar lo que tuviera por ahí y dormir toda la noche.

Era lo único que sabía hacer después de todo.

Además de que las clases iniciarían pronto y debería ahorrar sus energías, y aprovechar en dormir todo lo que pudiera.

El ascensor se detuvo, las puertas se abrieron de par en par para que así pudiera salir. Con pasos perezosos y la ropa pesada, se acercó a su puerta, en donde sin observar más a detalle el lugar, incrustó la llave y la abrió.

ㅡOh, mierda.

Dijo fastidiada

Bien, se había equivocado de puerta y había hecho el ridículo. Genial.

Detrás de esa puerta, con lo poco que abrió y pudo ver, estaba una chica pelirroja -a la que nunca antes había visto- sentada de piernas cruzadas en el sofá -que se parecía mucho a la suya, solo que mucho más limpia, cabe mencionar- llevándose una rebanada de pizza a la boca.

Se giró rápidamente sobre sus talones, con la intención de encontrar de una vez por todas su dormitorio.

Observó los pequeños números plateados incrustados en las puertas, para así no volver a equivocarse. Pero de repente algo hizo clic en su cabeza.

Su llave había encajado en la cerradura.

Si esa era su dormitorio, ¿quién demonios era..?

No, definitivamente no.

Caminando en reversa se detuvo nuevamente frente a la puerta de su dormitorio. Una vez que la abrió por completo esta vez se encontró con la chica de cabello rojo de pie frente a ella con una resplandeciente sonrisa.

La chica llevaba un conjunto de pijama, este consistía de una manga larga color azul y con un dibujo de un conejo en el centro. Sus pantalones parecían cómodos y de tela fina, esta le quedaba un poco holgada al igual que la prenda superior, esta era de un color gris con varios dibujitos -no sabía qué eran esas cosas- regados por todos lados.

Dejó de analizar a la chica para desviar su mirada dentro del dormitorio. Se sorprendió de sobremanera al ver todo sumamente pulcro y ordenado.

No recordaba haber dejado el lugar así.

ㅡ¡Bienvenida!

La pelirroja exclamó entonces ya que la castaña no parecía querer mencionar palabra, ya que llevaba como cinco minutos sin hablar y sin moverse ni un solo centímetro de su lugar.

ㅡSoy Freen Sarocha, es mi primer año de universidad y, ¡seré tú compañera de dormitorio este año!

Una emocionada Freen siguió diciendo, captando con la última frase la atención de Rebecca que con un movimiento lento de cabeza posó sus ojos negros en los cafés de la pelirroja.

ㅡNo puede ser... —musitó para sí misma.

Soltó un suspiro adentrándose al dormitorio chocando sus hombros con los de la pelirroja en el proceso cuando pasó al lado suyo. Freen se quejó en silencio, llevando una mano a la altura de su hombro para sobarse la zona.

Sí le había dolido. Solo un poquito.

Siguió sigilosamente a su compañera hasta la cocina. En realidad, no había paredes divisorias de la sala con la cocina, solo con las habitaciones, y el baño, por lo que todo el lugar era visible.

Becky recorrió con la mirada cada rincón. No había trastes sucios, la pizza que había cenado la noche anterior y que se había olvidado de guardar, ya no estaba. En la sala no estaban sus camisetas, y todo el lugar olía a...

¿Acaso era fresa?

Con el ceño fruncido y sus manos cerradas en puños con fuerza se giró, encontrándose nuevamente con la pelirroja, quien sonrió una vez la miró.

ㅡ¿Tú hiciste todo esto?

Cuestionó fríamente, haciendo que la tailandesa temblara ligeramente y desviara la mirada a otro lado que no fueran los ojos oscuros y penetrantes de Becky quien la miraba con notorio enfado.

ㅡS-Sí.

Respondió apenas audible, pero la inglesa la escuchó, claro y perfecto. Soltando un bufido se llevó las manos a la cabeza en una señal de estrés.

ㅡGenial.

ㅡLo siento, como todo estaba patas para arriba solo quería arreglar un poco, no pensé que tú fueras a...

ㅡEs bueno pensar en las cosas antes de hacerlas ¿no crees? ㅡla castaña se acercó a la pelirroja, tanto que Freen tuvo que retroceder unos pasos más para que la contraria no invadiera su espacio personal, además la más alta desprendía un fuerte olor a alcoholㅡ. Así evitas quedar mal.

ㅡTodo estaba hecho un desastre, basura y ropa sucia por todos lados. No sé cómo pudiste soportar estar en un lugar así.

Freen habló dejando de lado su vergüenza, animándose a enfrentar a la chica que estaba siendo muy grosera.

ㅡProblema mío en qué condiciones vivo.

Musitó entre dientes, presionando su dedo índice en el pecho de la pelirroja. Freen la apartó rápidamente cuando la presión en su pecho fue mucha.

ㅡDetente. Solo quería darte una buena impresión, eso es todo. No entiendo porque eres así.

ㅡNo debiste venir aquí en primer lugar ㅡgruñó entre dientes. Sus ojos parecían desprender fuego.

ㅡPero si fue el director el que me asignó...

ㅡDéjame decirte una cosa, compañerita ㅡdijo lo último con evidente sarcasmoㅡ. Llevo aquí más tiempo que tú, y si quieres que tú y yo llevemos la fiesta en paz, las cosas se hacen como yo diga, ¿estamos claros?

Freen se tentó en llevarle la contraria a la chica, aunque le estuviera contestando a la grandísima idiota frente suyo, sus palabras y acciones habían tocado fondo en ella.

ㅡSí.

Dijo en un murmullo bajo, la pequeña risa de la castaña llegó a sus oídos.

ㅡDilo más fuerte, no creo que te haya quedado claro.

Mordiéndose el labio inferior por las ganas que tenía de llorar, levantó la mirada, observando a la chica fijamente aún con sus ojitos brillantes por las lágrimas que se aguantaba por retener. No se permitiría llorar, no frente a alguien como esa chica.

ㅡSí, me quedó muy claro.

Dijo finalmente. Fuerte y claro.

ㅡEso espero.

Y sin más Becky se alejó, chocando de nuevo su hombro con el de la pelirroja. Freen cerró sus ojos y dio un pequeño saltito en su lugar cuando la puerta de la habitación de la chica fue azotada con mucha fuerza y la chica desapareció de su campo de visión.

Se giró sobre sus talones, encaminándose de nuevo al sofá, en donde antes de que su compañera llegara, veía una divertida serie animada.

Apagó el televisor desanimada y se dirigió a su respectivo cuarto ya sin ganas de seguir con la serie.

Una vez estuvo dentro se lanzó en su cama, acurrucándose hasta el cuello con las sábanas no sin antes encender el aire acondicionado. Se frotó el rostro con fuerza cuando varias lágrimas traicioneras escaparon de sus ojos.

Todo lo que ocurrió hace sólo minutos con esa inglesa se repitió una y otra vez en su mente provocando que rompiera finalmente en llantos silenciosos.

Su único propósito era dar una buena impresión. ¿Qué fue lo que hizo mal?

Rude 'n Soft「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora