𝟐𝟏 | epilogo; padres

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La joven pareja dormía plácidamente.

Freen tenía un brazo y una pierna sobre el torso de Becky, prácticamente sobre ella, y la mayor rodeaba su cintura con un brazo.

Ambas babeando entre sueños.

El móvil de la pelirroja comenzó a sonar en toda la habitación, provocando que Becky fuera la primera en despertar, quejándose por lo bajo.

Levantó la cabeza para ver a su alrededor, encontrándose con nada más que oscuridad, y una leve luz proveniente del móvil de Freen que no dejaba de sonar, haciendo eco en su cabeza.

Alargó la mano que tenía libre sobre Freen para así tomar su móvil, cerró por unos segundos los ojos al no acostumbrarse a la brillante luz que provenía del celular. Una vez que pudo ver correctamente, trató de leer la pantalla.

Un "Hermano" brillaba más que cualquier otra cosa en ese momento.

Alarmada y sin entender absolutamente nada, miró a Freen quien seguía durmiendo plácidamente. No quería despertar a la menor, pero tenía que.

ㅡPequeñita... ㅡmurmuró con la voz ronca por el recién despertarㅡ. Bebé ㅡsusurró en su oído esta vez causando que la menor hiciera un sonido con la gargantaㅡ. Sam te está llamando ㅡle dijo entonces.

Ante la mención de su hermano, la pelirroja abrió sus ojos como si nada. Se enderezó con rapidez tomando su celular con los ojos entrecerrados un poco perdida.

La llamada se cortó, pero no pasó mucho tiempo para que el contacto de su hermano volviera a aparecer en la pantalla.

Freen contestó entonces. Becky aprovechó aquello para dejarse caer a la cama de nuevo. Cerró los ojos con la intención de continuar con su sueño que tuvo que ser interrumpido de la forma más cruel posible.

ㅡ¿Hola? ㅡla menor habló, más dormido que despiertoㅡ. ¿Phi, por qué llamas a estas horas? ㅡpreguntó.

ㅡ¿Cómo que a estas horas? ㅡescuchó la risa del mayor del otro lado de la líneaㅡ. Son pasados las doce del mediodía ㅡle dijo.

Frunciendo el entrecejo alejó un poco el móvil de su rostro para verificar la hora. Y sí, efectivamente eran pasadas las doce, siendo con exactitud la una con veintisiete minutos. Volvió a colocar el móvil en su oreja.

ㅡYa, estaba durmiendo. No me había dado cuenta ㅡle dijo. Sam bufó del otro lado.

ㅡBien, solo llamaba para decirte que nuestros padres estarán ahí como dentro de... ㅡel mayor del otro lado de la línea observó su reloj en su muñecaㅡ. Una hora —dijo.

ㅡ¿Qué? ㅡFreen abrió mucho los ojos.

ㅡQue nuestros padres están de camino al campus ㅡdijo lo más lento posible, para que su hermana lo escuchara mejor.

ㅡ¡¿Qué?! ㅡahora estaba mucho más despierta que antesㅡ. ¡Mierda! ㅡexclamó pateando las sábanas lejos de su cuerpoㅡ. ¡Becky! ㅡgritó mientras que esta soñaba lo feliz que era con Freen rodeadas de muchos perritos y gatitos.

La menor se puso de pie sobre la cama, caminando sobre esta desesperada. Sin querer en medio de su crisis pisó a la mayor en sus zonas sensibles, por lo que el grito que pegó no se hizo esperar.

—¡Freen! —se quejó, llevándose las manos a la zona afectada de su cuerpo.

ㅡ¡Becky! ㅡvolvió a exclamar Freen, ignorando completamente el estado en el que había dejado a la mayor.

ㅡ¿S-Sí? ㅡla inglesa habló como pudo, retorciéndose en su lugar.

De un saltito la menor bajó de la cama, escuchando a su hermano reír aún en la llamada.

ㅡMis padres ㅡdijo buscando sus pantuflas de gatitosㅡ. Mis padres vienen al campus

Y ante la mención de aquello la mayor olvidó su dolor y miró a la pelirroja con pánico creciente.

ㅡ¿A-Ahora? ㅡpreguntó tragando saliva.

ㅡ¡Sí!, ¡ya levántate!

Becky así lo hizo.

En medio de todo el desastre y cuando Sam cortó la llamada ambas ordenaron lo mejor posible todo el dormitorio, que cabe recalcar estaba hecho un desastre, como la primera vez que Freen llegó.

Una vez que arreglaron todo, ambas tomaron una ducha y pidieron para comer una pizza que no tardó más de treinta minutos en llegar.

ㅡ¿Te diste cuenta si quiera de que me pisaste? ㅡBecky dijo refiriéndose a las marcas cerca de sus costillas mientras estaba sentada en el sofá junto a Freen.

ㅡNo, lo siento ㅡdijo acercándose a su novia para dejar un beso en su mejillaㅡ. Te lo recompensaré más tarde, ¿si?

Becky sonrió de lado.

ㅡ¿Cómo lo harás? ㅡpreguntó acercándola más a su cuerpoㅡ. ¿Mhh?

ㅡYa lo descubrirás más tarde

Fue todo lo que le dijo Freen. Becky la sujetó por la cintura y en menos de un parpadeo la tailandesa ya se encontraba sentada en sus piernas.

ㅡ¿Por qué no me lo muestras ahora? ㅡla pelirroja contuvo un jadeo cuando las frías manos de la castaña se colaron bajo su pijama, acariciando su espalda baja. Sabes que soy muy impaciente. No quiero esperar.

ㅡDije que ahora no...

Y el sonido del timbre las interrumpió. Freen se alejó de Becky, y corriendo de forma adorable fue a abrir la puerta para recibir a sus padres.

ㅡ¡Papá!, ¡Mamá! ㅡla pelirroja chilló abrazando a sus mayores.

ㅡHola, hija ㅡhabló su padre acariciando su cabelloㅡ. Me alegra mucho verte.

ㅡYo estoy feliz de verlosㅡ les dijo con una sonrisaㅡ. Vamos, pasen, pasen ㅡse hizo a un lado para que los mayores pudieran pasar.

Cuando Becky vio a los padres de su novia entrar se puso de pie automáticamente y comenzó a acercarse unos cuantos pasos hasta ponerse frente a ellos.

ㅡHola, señores Chankimha ㅡsaludó haciendo varias reverenciasㅡ. Es un placer conocerlos ㅡse frotó dramáticamente las manos en sus pantalones de pijama para luego extenderla a los mayores. Estos correspondieron su saludo con cordialidad.

ㅡ¿Esta chica guapa quién es, Freenky? ㅡsu madre preguntó con curiosidad, al parecer muy encantada con Becky.

ㅡOh... ㅡFreen se colocó al lado de su novia, y tomó su mano entrelazando sus dedosㅡ. Mamá, papá ㅡles dijo notando la confusión en sus rostrosㅡ. Ella es Becky, mi noviaㅡdijo finalmente.

ㅡ¡Oh por Dios! ㅡexclamó feliz la mujer.

ㅡ¿Qué? ㅡpero su padre no parecía muy contento con aquella noticia.

El ambiente desde ese momento se volvió tenso e incómodo.

El padre de Freen comenzó a hacerle muchas preguntas a Becky, quien nerviosa respondía a todas ellas con Freen dándole ánimos. Tampoco faltó la mirada de muerte que le daba cada vez que ambas se demostraban cariño frente a los mayores.

Pero no todo el día fue así, no desde que Becky mencionó que le gustaban mucho los autos porque al padre de Freen le encantaban.

El resto del día resultó ser divertido, mucho más de lo que se esperaron.

Cuando los padres de la menor se fueron Becky no tardó en reclamar su recompensa. Freen lo había olvidado por completo.

Ahora estaba en problemas.

Rude 'n Soft「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora