𝟏𝟎 | Tan bonita

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Becky no sabía quién era ese chico que conversaba con la pelirroja ya desde hace unos minutos. No es que le molestara, pero una sensación extraña la invadió y ahora ya no podía apartar la mirada de ellos.

Se levantó de donde estaba sentada con todas las intenciones de acercarse a ambos, sólo para asegurarse de que la menor no estuviera en problemas.

Nada más por eso.

Su plan fracasó cuando a lo lejos una chica comenzó a acercarse correteando como colegiala enamorada en su dirección. Sabía de quién se trataba, pero aun así Becky quiso pasar de largo e ignorarla, pero la rubia gritó su nombre provocando que muchos pares de ojos recayeran sobre ella.

ㅡ¡Becca! ㅡvolvió a decir aquella chica, con aquella voz aguda que no podía oír, acercándose cada vez más a ella.

La castaña cerró con fuerza sus ojos, soltando un suspiro y contando hasta diez se giró robóticamente en dirección a la rubia, fingiendo una sonrisa.

ㅡAquí vamos de nuevo—susurró para sí misma entre dientes.

ㅡ¡Becky!ㅡvolvió a decir por tercera vez.

La chica llegó hasta ella con la intención de lanzarse sobre ella, pero Becky la sujetó de los hombros y la alejó lo suficiente para que no invadiera su preciado espacio personal.

ㅡ¿Qué quieres, Caroline?ㅡpreguntó entonces apresuradaㅡ. Tengo cosas que hacer, así que habla rápido.

ㅡ¿Por qué me hablas así?ㅡpuchereó la menor jugueteando con su suéter celesteㅡ. ¡Yo solo quería invitarte a la feria!ㅡchilló pisando con fuerza el suelo en forma de berrinche.

Becky quería llorar, no le gustaban las personas extremadamente ruidosas y que forzaban querer ser tiernas, y la rubia era una de ellas. Muchas veces ya se había acercado a ella para invitarla a salir y demás, pero la castaña solo aceptó una vez y esa misma noche no pudo dormir debido a lo abrumadora que terminó siendo la salida.

Caroline quería salir con ella, lo sabía porque Babe se lo había dicho, pero Rebecca definitivamente no quería nada con ella ni con nadie.

Bueno, a excepción de una sola persona.

Lo que no le gustaba era que invadieran su espacio personal y que la acosaran. Y Caroline hacía todo eso y otras cosas más que para nada estaban bien. Una vez incluso la encontró frente a su dormitorio a media noche cuando aún no tenía compañera, y desde aquel incidente Becky cambió todas sus llaves y se cercioraba de guardarlas muy bien.

Si algo así volvía a ocurrir sin dudar iba a hablar con el rector o algún superior de la universidad.

ㅡ¿Cuál feria?ㅡpreguntó curiosa, fingiendo interés para que la chica no terminara lanzándose en el suelo a lloriquear, porque sabía que era capaz de hacerlo.

La chica sonrió de oreja a oreja, balanceándose de una lado a otro mientras se acercaba lentamente a la más alta. Becky lo notó, y le comenzó a dar miedo.

ㅡMañana habrá una feria en la plaza del centro, ¿quieres ir conmigo?ㅡsusurró melosa muy cerca de la castaña.

Becky la volvió a sujetar de los hombros y con un poco de fuerza -ya que la rubia se resistía- la alejó nuevamente de su cuerpo.

ㅡLo siento, tengo otro compromiso mañana—dijo fingiendo tristezaㅡ. Pero otro día será... ㅡy con eso hizo el amago de voltearse y marcharse, pero Carolina la detuvo sosteniéndola del brazo, presionando sus dedos con un poco de fuerza sobre su piel.

ㅡ¡Puedes dejar lo que tienes que hacer por míㅡexclamó, soltó su brazo para aferrarse a su blusaㅡ. ¡Por favor, por favor, por favor!

Por favor, no sigas humillándote así. Pensó Becky.

Rude 'n Soft「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora