No puedo creer que Jin esté saliendo con otro tipo. Trago el whisky, esperando que me quite de la cabeza la imagen de
Jin coqueteando con un hombre en un bar. O al menos lo difumine. No funciona. Dejo el vaso vacío con un golpe seco, con el temperamento aún
en ebullición. Joder.
Pasé por su apartamento porque estaba preocupado por el. Temía que se sintiera sola de nuevo, llorando mientras garabatea en su diario o mirando la foto de sus padres muertos. Iba a ver cómo estaba, pero entonces
la vi salir del edificio. Parecía tener prisa.
Cogió un taxi al doblar la esquina. Hice que mi conductor la siguiera. Cinco minutos después, se bajó delante de un bar. Sentí aún más curiosidad.
Pensé que Jin no iba a los bares.
La sigo adentro, esperando verlo sentado solo en la barra. Para mi sorpresa, está en una mesa con otras cuatro personas: dos mujeres y dos hombres. Solo me interesa el hombre con el que está hablando. Alto, con el
pelo oscuro como yo, pero con una barba fina. Y flacuchento. No sé de qué hablan, pero parecen tener su propia conversación al margen del grupo. Se ven absortos en ella, y Jin parece divertirse. Su rostro está iluminado. Cuando el hombre que está a su lado ríe, ella también lo hace. Cuando lo veo susurrar algo al oído del sujeto que lo hace reír, no puedo seguir mirando. Desgraciadamente, la imagen sigue clavada en mi cabeza.
Joder.
Pensé que Jin se sentiría al menos un poco desdichado ahora que no tiene sexo conmigo. Pero parece que solo soy yo. Soy el único que se siente miserable. Le hago una señal al camarero para que me llene el vaso. Mientras lo
hace, siento una palmada en la espalda.
—¿Qué me perdí? —me pregunta Yoongi mientras se desliza sobre el taburete al lado.—Mis dos primeras copas —respondo.
—¿Estamos celebrando o ahogando nuestras penas?
—Ninguna de las dos cosas. Solo bebiendo.
Me llevo el vaso a los labios. El camarero sirve a Yoongi su Martini habitual.
—Gracias. —Toma un sorbo y mira a su alrededor—. ¿Dónde está Jungkook?
—Al teléfono —respondo.
Él frunce el ceño.
—Creía que no se permitían los teléfonos durante nuestras sesiones de bebida.
—Por eso salió. Era urgente —le explico.
—¿Quieres decir que se trata de Odermatt? No respondo.
Asher me mira intrigado.
—¿Acaso no está ya hecho? Creía que Odermatt ya había firmado los papeles.
—Sí, pero todavía hay detalles que afinar y otros trámites que hay que hacer antes de que todo sea oficial.
—El trabajo nunca termina —suspira Yoongi—. Pero bueno, al menos recuperamos los archivos.
De nuevo, guardo silencio. No le he contado la verdad sobre ese
incidente. Ni a Jungkook. No tienen ni idea de que la repentina desvinculación
de Rubén está relacionada con esto. Es mejor mantenerlo así.
Da otro sorbo a su bebida.
—Entonces, ¿qué penas estamos ahogando? Bebo otro trago de la mía.
—Lo de siempre.
—¿Te terminó Jin?
Por poco me ahogo con mi whisky. ¿Qué demonios? Yoongi se frota la barbilla.
—No estoy seguro de si eso fue un sí o un no.
—No es asunto tuyo —le digo mientras suelto mi vaso.
En otras palabras, no quiero hablar de eso. Y si no quiere que se repita lo que pasó la última vez, cuando arremetí contra él y se marchó, mejor que se
calle.No lo hace, por supuesto.
—Así que no es asunto nuestro si te acuestas con alguien y no es asunto nuestro si no lo haces.
—Correcto.
Golpea el mostrador con los dedos.
—¿Así que ya no te acuestas con Jin?
Entrecierro los ojos al mirarlo en señal de advertencia. Y esta es la última que recibirá.
—¿Quién ya no se acuesta con Jin? —pregunta Jungkook al volver a la barra.
Toma su asiento habitual al lado de Yoongi, quien lanza una mirada hacia mí.
—¿Quién más?
Jungkook me mira.
—¿Ya no?
Le dirijo la misma mirada de advertencia.
Él da un sorbo a su gin tónico.
—De cualquier manera, no es asunto nuestro. Dejémoslo en paz, Yoongi. Le envío una sonrisa de agradecimiento.
—Gracias, Jungkook.
No solo por esto, sino por no haber dicho una palabra sobre Jin desde la noche en que lo vio en mi habitación.
—Por cierto, ¿cómo te fue con la llamada? —le pregunto.
—Bien —responde—. El contrato de Park Jimin solo necesita algunos cambios menores.
Eso llama la atención de Yoongi.
—¿Park Jimin?
—Sí —le respondo—. El mismo Park Jimin con el que estabas
coqueteando. Es uno de los empleadas de Odermatt que vamos a incorporar a la empresa aquí en Chicago.
—Estás bromeando —dice Yoongi.
—No —respondo.
—¿Por qué?
—Porque eso es lo que normalmente ocurre cuando hay adquisiciones — explica Jungkook—. Algunos de los altos ejecutivos de la empresa recién
adquirida se trasladan a la sede principal de la empresa matriz.—Ya lo sé. Pero ¿por qué el?
—Porque es un alto ejecutivo —respondo—. Y porque me impresionó mucho en Zúrich.
Yoongi me mira.
—¿Le estás dando mi puesto?
—Tentador —le digo burlándome—. Pero no. Trabajará bajo tus órdenes.
Y tengo la sensación de que eso va a hacer que las cosas en el
Departamento de Finanzas sean más interesantes. Yoongi parece pensar lo mismo. Sonríe.
Me inclino hacia delante para poder mirar a mi otro hermano.
—Jungkook, quizá deberías pedir a Recursos Humanos que incluya algo en el contrato de Jimin sobre no acostarse con Yoongi.
La sonrisa de Yoongi desaparece.
—¿Qué?
La expresión de horror en su cara casi me hace reír.
Me mira fijamente.
—Quizá deberíamos pedir a Recursos Humanos que añada algo en el contrato de Jin sobre no acostarse con su jefe.
Eso me quita el buen humor. Aprieto los dientes. Yoongi…
—Quizá deberíamos hacer que incorporen algo para que Jimin no pueda demandarnos por acoso sexual, si empieza a acostarse con Yoongi y las cosas
salen mal —añade Jungkook.
Yoongi gira hacia él.
—¿Me estás jodiendo?
—Pero a cambio, si queda embarazado, Yoongi asume toda la responsabilidad —continúa Jungkook. Yoongi finalmente se calla mientras lleva su Martini a los labios. ¿No dice nada porque aprueba la sugerencia de Jungkook? Bebo mi whisky.
La idea de Jungkook no suena mal, la verdad. Si Jungkook se equivoca, la empresa no se vería afectada. Y Jimin tampoco. Si el queda embarazado,
él… Mis pensamientos se detienen en seco cuando una idea me asalta. ¿Y si le ofrezco a Jin un contrato también?El matrimonio no parece adecuado para ninguno de los dos, pero ¿y si le propongo un acuerdo diferente? El quiere un hijo. Yo necesito uno. ¿Y si le pido que dé a luz a mi heredero? Me aseguraría de que sea
excepcionalmente bien compensado, por supuesto. Incluso puedo darle una villa en Suiza para endulzar el trato. Y podría mantener su trabajo si lo desea, aunque le reduciría el horario y la carga laboral, y tal vez contrate a otro asistente para que cargue con la mayor parte de la responsabilidad y
el pueda enfocarse en la crianza del niño. No hay necesidad de decir que me aseguraría de que nadie sepa que es el padrede mi hijo. Así, su reputación no se vería afectada y el pequeño tendría una vida más privada y
normal. Aparte de dar a luz y criar a mi hijo, lo único que tendría que hacer es prometer que no saldrá con nadie más durante un tiempo. No quiero que otro hombre esté cerca de mi hijo hasta que tenga al menos diez años. Veinte si es una hija.
Nunca tendría que casarme. Mi padre está mucho más preocupado por tener un nieto (o dos) que por que yo tenga un esposo. Y tendría al menos
un heredero. En cuanto a Jin, viviría su vida feliz. Sería padre, que es lo que siempre ha querido. Podría viajar por el mundo con el dinero que le
daría. Podría seguir trabajando para mí si le gusta tanto su trabajo, o podría ser escritor o cualquier otra cosa que quisiera ser. Y no tendría que terminar unida a un imbécil.
El gana. Yo gano, sobre todo porque el contrato significa que tendría sexo con el otra vez. Y otra vez más. Tantas veces como sea necesario hasta dejarlo embarazado.
—Estás sonriendo —observa Yoongi en voz alta—. ¿Es porque todavía crees que Jimin no se acostará conmigo?
—No todo es sobre ti, Yoongi —le digo. Se trata de mí y de Jin. Si el está de acuerdo, quiero decir, aunque no veo por qué no lo estaría. No puedo esperar para hablar con el sobre esto.
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Sueño y Legado (Namjin) 🍼💜
FanficNunca pensé que el hombre con el que trabajaba sería quien me daría lo que más anhelaba, pero esta situación es inusual, hay un contrato de por medio.... Sin amor, sin sentimientos, todo por un buen común... Mi sueño y su legado. Adaptación sin fine...