05.
—¡Me voy, cariño! —exclamó el hombre de cabellos oscuros mientras se dirigía a la puerta.
Al escucharlo, Taehyung levantó la vista hacia su esposo.
—Espérame —murmuró con suavidad, acomodando a la bebé en la cuna después de darle un tierno beso en la frente. Emma, su pequeña, había caído dormida tras alimentarse.
La niña parecía inseparable de su pecho.
Corrió hacia su esposo con los brazos abiertos, siendo recibido con un abrazo. Se aferró a él como un koala, aunque con cuidado debido a la sensibilidad de su pecho, aún afectado por las constantes tomas de la dulce Emma.
Taehyung contemplaba la idea de introducir papillas en la dieta de Emma, pero a pesar de las recomendaciones médicas, se resistía a la idea de que su hija dejara de buscar su alimento en él.
—Te estás perdiendo tu beso de despedida — dijo, abrazándolo más fuerte y sintiendo cómo su esposo lo sujetaba con posesión por la cintura.
—Tus labios me incitan a quedarme.
Se besaron como si nunca lo hubieran hecho, sus lenguas encajaban tan bien, el sonido de los chasquidos resonaba en todo el living.
Él lo amaba con todo su ser.
El beso fue un torbellino de emociones. Sus labios se encontraron con la urgencia de dos almas hambrientas. Taehyung se aferró a Jungkook como si el mundo entero dependiera de ese contacto. El tiempo se detuvo mientras sus lenguas se entrelazaban, explorando cada rincón, cada secreto.
El sonido de la pequeña Emma balbuceando ya despierta los sacó de su trance. Separaron sus labios, pero sus ojos seguían conectados. Jungkook acarició la mejilla de Taehyung, y en ese gesto simple, se dijeron todo lo que las palabras no podían expresar.
—Te veo en clase —susurró Taehyung, con la promesa de pasión en sus ojos.
Jungkook asintió, sin querer soltarlo. Se alejó lentamente, levantando la mano en un gesto de despedida. Pero antes de que pudiera alejarse por completo, Taehyung lo atrajo de nuevo, robándole un último beso volador.
La casa quedó en silencio cuando Jungkook se fue. Taehyung cargó a Emma en brazos y la llevó a la sala. La pequeña tenía los ojos azules como el cielo y el cabello rubio como el sol. Taehyung no podía evitar pensar en cómo su hija era un reflejo perfecto de su amor con Jungkook.
Las características de Emma eran iguales a los padres de su Kook, quienes eran descendencias canadienses. Jungkook no saco el cabello rubio, ni los ojos azules, pero su hija sí.
Aunque también saco los genes de Taehyung, sus hermosos labios y sus característicos lunares.
Se sentó en el sofá, sosteniendo a Emma contra su pecho. La beba bostezó y cerró los ojos, confiando en su padre para protegerla. Taehyung acarició su cabecita y suspiró. Su familia era su todo: Jungkook, Emma y él. Juntos, formaban un vínculo irrompible.
La Universidad lo esperar, solo dos horas de clases y volvía rápidamente a su hogar, ya que. Hoy, tenía una sorpresa preparada para Jungkook. Habían pasado demasiado tiempo sin estar a solas, sin perderse en esos besos apasionados. Y Taehyung estaba decidido a recordarle a su esposo cuánto lo amaba.
Asi que decidió llamar a sus padres, necesitaba que alguien cuidara a su princesita durante toda la noche, y si es posible hasta el día siguiente.
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La noche cayó para Jungkook, quien salió de su trabajo temprano. Aunque su amor le aseguró que no era necesario, ya que ganaba lo suficiente, para él era importante apoyarse mutuamente.
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Somebody to Love | Kookv
Romance𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 | - ¡Oh!, mira mamá. El será mi querido futuro esposo -exclamó Jungkook, de cinco años, señalando con entusiasmo al adolescente castaño que corría alegremente por el parque. Pero quien puede predecir el futuro, menos un pequeño niño q...