❥𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓸𝓼.

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03.

Al día siguiente siguieron su rutina diaria, juntos en familia, el azabache se fue a la universidad como todos los días, y el castaño se quedaba en casa ya que el solo enseñaba dos días por semana, aunque para Jungkook fue difícil separarse de sus dos grandes amores, Ahora ellos se encontraban en casa.

La cena transcurrió en un ambiente íntimo. Taehyung y Jungkook compartieron kimchi con carne asada. La bebé, ajena a la conversación de los adultos, dormía plácidamente en su cuna.

El trabajo en equipo se volvió su lema cuando despertó ella. Mientras Taehyung sostenía a Emma, Jungkook le daba de comer, y viceversa. El bebé parecía entender que sus padres estaban allí para ella, y su sonrisa regordeta iluminaba el comedor.

Después de la cena, Taehyung y Jungkook se recostaron en el sofá, abrazados. Emma, finalmente en su pequeña cuna al lado, parecía estar soñando con mundos llenos de leche y caricias.

 Los dos hombres se miraron, compartiendo una complicidad que iba más allá de las palabras, solo con sus miradas se expresaban lo mucho que se amaban, bastaban solo una mirada para poder ver el brillo en ellos por el otro.

— ¿Recuerdas cuando nos conocimos en el autobus? — preguntó Taehyung, acariciando el cabello de Jungkook.

— Cómo olvidarlo — respondió Jungkook, con una sonrisa. — Fue muy hermosos, pero en realidad, te conocí hace mucho tiempo.

Taehyung alzo su cabeza bruscamente viendo a su esposo reír, sorprendido.

—¿Enserio? nunca me lo contaste, como fue.

—Cuando era un niño, recuerdo que estaba....

☁️☁️

— Niño tonto, dame todos tus juguetes —, le exigió el mayor con crueldad, empujando al pequeño al suelo. Las manitas del niño raspadas y los ojos llenos de lágrimas.

— ¡Oye, niño feo! Dame todas tus cosas, ¿no entiendes?, —continuó el abusón, sin piedad.

En ese momento, una voz resonó desde la distancia. El pequeño, aún asustado, se levantó y miró hacia un costado. Los rayos del sol parecían iluminar el rostro del misterioso adolescente que se apresuraba hacia ellos.

— Oye tu ¿Por qué lo molestas? — El recién llegado agarró a Mingyu de los cabellos, haciéndolo quejarse. — Métete con alguien de tu tamaño, niño horrible, y no con él.

El pequeño azabache observaba todo embobado. El carácter del salvador era tan adictivo que, por un momento, deseó que también lo jalara de los cabellos, aunque fuera solo una vez.

— Disculpa ahora — ordenó el adolescente. Mingyu, avergonzado y temeroso, se arrodilló delante de él, inclinándose.

— Por favor, discúlpame. No volveré a molestarte, lo juro.

El azabache asintió, viendo cómo Mingyu lloraba y se alejaba rápidamente del lugar.

— Se lo merecía —sonrió victorioso el salvador.

— Uhm, muchas gracias, Hyung —dijo el pequeño, aún nervioso.

— Oh, no hay de qué. Pero procura no juntarte con niños mayores que tú; podrían propasarse contigo —acarició el cabello del niño. — Bueno, nos vemos...

— Jungkook, Jeon Jungkook es mi nombre, y tengo 5 años.

— Ohm, soy Kim Taehyung. Mucho gusto, pequeño. Yo tengo 11 años.

Ambos se miraron, como si algo los uniera. Sentían la intensidad en sus miradas. Poco a poco, se fueron alejando.

— ¿Jungkook? — escuchó la voz de su madre. — Cariño, te he estado buscando como loca.

El pequeño Jungkook simplemente sonrió, abrazándola fuertemente. Podía sentir sus latidos a mil por segundo.

— Te quiero, mami.

La mujer, sorprendida por el cambio de humor de su hijo, lo apretó más contra ella.

— Y yo a ti, mi vida.

Ambos se dirigieron al coche, esperando salir del enorme tráfico del parque. De repente, los ojos de bambi de Jungkook captaron al adolescente de antes.

— "Oh, mira, mami. Él será mi querido futuro esposo" — dijo, observando a Taehyung correr con su mochila a la espalda, tan feliz —Lo amo mamá, él es el indicado.

Sus preciosos ojitos brillaron, y esa sonrisa de conejito se intensifico.

Desde un inicio tu estabas en mi mente, no podia dejar de pensar en esos hermosos ojos que me salvaron.—agarro la mano de su esposo —Te he amado desde que nací, Taehyung, Eres el primer y último chico que amaré toda mi vida.

Taehyung sonrió conmovido. — Fue como si el destino nos hubiera guiado hacia este momento. Tú, yo y Emma. Nuestra pequeña familia ahora.

Jungkook se acercó y besó los labios de Taehyung con ternura. — No podría pedir nada más. Eres mi poesía favorita, mi melodía constante.

— Y tú eres mi verso más hermoso — susurró Taehyung, atrayendo a Jungkook hacia sí. Sus cuerpos se fundieron en un abrazo apasionado, y los besos se volvieron más urgentes.

Emma, ajena a todo, soltó un pequeño suspiro en su sueño. Taehyung y Jungkook se separaron, riendo suavemente, el castaño se levantó hasta la beba.

— Creo que nuestra princesita aprueba este amor — dijo Taehyung, acariciando la mejilla de Emma.

— Y yo también — afirmó Jungkook, entrelazando sus dedos con los de Taehyung. — Juntos, enfrentaremos cada capítulo de esta historia que estamos escribiendo. Te amo.

Así, en la penumbra de su hogar, rodeados de amor y promesas, Taehyung y Jungkook se sumieron en la noche. Emma, en su cuna, se convirtió en el hilo que unía sus corazones, tejido con la fuerza de un amor que no conocía límites.

Jungkook siempre tuvo una razon en su vida, encontrar a aquel hermoso castaño que lo salvo, algunos dirás que es mentira enamorarse de alguien rápidamente, pero para el azabache lo sintió desde niño, desde la primera vez que lo vio, se dice que los retos son difíciles, pero nunca imposibles.

Jungkook siempre tuvo una razon en su vida, encontrar a aquel hermoso castaño que lo salvo, algunos dirás que es mentira enamorarse de alguien rápidamente, pero para el azabache lo sintió desde niño, desde la primera vez que lo vio, se dice que lo...

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*No se olviden de dejar su Estrellita*

Somebody to Love | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora