04.
Después de impartir clases en la universidad, decidió ir de compras para prepararse para una noche de pasión, mientras su esposo seguía en la Universidad, y Emma quedaba al cuidado de su nana. Sin embargo, no todo salió como esperaba, ya que...
También llevaba consigo a Emma, quien, a sus siete meses de edad, descansaba cómodamente en un canguro para bebés.
— Mmm... a ver — reflexionó, sosteniendo una lencería de color vino. — O este — mostró otra de color negro. La pequeña respondió a su padre, quien sonrió ante su balbuceo.
— Emma, quiero tu opinión.
— Vep.
— ¿Con cuál me veo mejor? — preguntó, mostrándole las prendas.
La bebé, curiosa y sin entender, movió su cabecita, agarrando la ropa de color vino y llevándosela a la boca. Esa era la ganadora.
— ¿Crees que este está bien? — preguntó, retirando con cuidado la prenda de la boca de su hija. — Entonces esta será.
— Bu be.
— Gracias por tu ayuda, cariño mío — dijo, acariciando la mejilla regordeta de la bebé.
Después de ordenar las cosas que su hija había desordenado mientras él elegía, se dirigió a la caja para pagar, sacando su tarjeta sin límites, un regalo de su querido abuelo Ji, quien también le había legado toda su fortuna.
Al salir de la tienda, decidió volver a casa, donde ya tenía todo preparado.
Pero antes, se animó a comprar un helado. Caminaba cómodamente con su hija, quien hacía muecas al saborear el helado de fresa, demasiado frío para su pequeña boquita. Pronto, sintió unas manitas buscando algo más, Emma comenzó a olfatear en busca de comida, específicamente sus pezones.
Con cuidado, extrajo una tela de su bolso y se cubrió desde los hombros hasta los pies de la bebé, ocultando su pecho. Luego, con delicadeza, ofreció su pezón -lleno de leche- derecho a su hija, quien lo aceptó contenta, comenzando a mamar con avidez.
No iba a dejar que su hija pasara hambre, incluso estando en la calle. Colocó su mano debajo de las pompis de la bebé para sostenerla mejor, mientras seguía disfrutando del delicioso helado de fresa. Ambos disfrutaban al máximo de ese momento especial.
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Por otro lado.
—¡Hola, Jungkookie! ¿Puedo sentarme contigo? —preguntó la desconocida, su voz llena de incertidumbre.
El joven de cabello oscuro la miró, sus ojos reflejaban una mezcla de sorpresa y desagrado. No recordaba haberla visto antes. Y porque lo llamaba tan melosamente, eso lo enfureció. Solo su esposo lo llamaba así.
—Claro, pero, ¿nos conocemos? —preguntó, creando un poco de distancia entre ellos. Su tono era cortés pero reservado, como si estuviera protegiendo su espacio personal.
—Oh, soy Haneul, tu compañera de clase. —dijo con una voz aguda, algo que a Jungkook no le agradaba. Sin embargo, si ella fuera su Taehyung, estaría dispuesto a aceptarlo.
—Entiendo, ¿qué necesitas? —preguntó, encendiendo su celular y abriendo directamente la galería. Su atención parecía dividida entre Haneul y su teléfono, como si estuviera esperando algo importante, además que no le interesaba nada, absolutamente nada de ella.
—¡Así!, quería saber si... —se acercó más a él, su curiosidad la llevó a mirar su celular, sorprendiéndose al instante—¡OH! Ella es tu hermana pequeña, ¡Wow! Tu padre es muy joven, y muy guapo.
Al azabache le dio un tic al ojo, al escuchar lo último, que se creía esta púber, decirle ella a su amor, que era guapo, él ya lo sabía, no había necesidad de recordarlo. Sonrió maliciosamente.
—Ella es mi hija, y el que está a su lado es mi esposo, —sonrió, su orgullo era evidente en su voz. Cada palabra que pronunciaba estaba llena de amor y admiración por su familia—. Y sí, son muy hermosos.
—¡¿Q-Que?!
—Si no tienes nada más que decirme, por favor, puedes retirarte. Necesito hacer una llamada importante.
Haneul, aún con la boca abierta de la sorpresa, se alejó caminando rápidamente del joven de cabello oscuro. Su mente estaba llena de preguntas sin respuesta, pero sabía que no era el momento ni el lugar para hacerlas, tampoco que ella no tenía el derecho en hacerlas. Además, estaba aterrorizada, no tenía oportunidad con Jeon. Él ya tenía a su familia.
Mientras tanto, Jungkook, quien se encontraba muy contento, se preparaba para hacer la llamada que había estado esperando desde que estaba en clases. Haria una Videollamada con sus dos más grandes amores.
Y aquello era lo más importante para él.
✨En la historia no se hablará mucho sobre el estudio de Kook, sera más centrado en su día a día con su familia.✨
*No se olviden de dejar su Estrellita*
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Somebody to Love | Kookv
Romans𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 | - ¡Oh!, mira mamá. El será mi querido futuro esposo -exclamó Jungkook, de cinco años, señalando con entusiasmo al adolescente castaño que corría alegremente por el parque. Pero quien puede predecir el futuro, menos un pequeño niño q...