06
Al día siguiente cuando los rayos de sol traspasaron su ventanal, así acariciaban su suave piel mientras unas manos tenían apresador uno de sus glúteos traseros, gimió cuando unos dedos empezaron a tantear su entrada.
—Ah~ buen día Kookie —se aferró a la almohada, sonriendo.
—Buenos días, mi amor —dijo enterrándose en el de una sola estocada.
Las embestidas empezaron lentas, para luego volverse salvajes, como si no lo hubieran hecho todo el amanecer, como si no hubieran gastado las tres docenas de condones, después de que Taehyung dijera que Emma estaba muy chiquita para tener un hermanito.
Y ahi estaban como dos animales adictos a aparearse, es que no podían separarse siempre sus cuerpos eran como imanes por más lejanos que estén siempre encontraban una manera de volver a estar juntos.
Pronto Jungkook empezó a embestir de manera rápida y profunda haciendo gemir a Taehyung de manera alocada, mordiendo la almohada para callar ahi, mientras sus brazos atrayendo el cuello de su esposo.
—Vamos mi amor —embestía —di mi nombre.
—Ahg~ Ah~ Jungkookie...mmm —sus labios fueron apresados por los de Jeon rápidamente.
Ambos se fundieron en un beso necesitado, un beso deseoso. Pronto sintieron el climax, terminando de hacer el amor, Kook en su interior y el en ambos abdómenes.
Y esta vez no utilizaron condones, porque se los acabaron todos.
[...]
Ya era de noche cuando la madre de Jungkook apareció en la mansión con Emma en brazos. La pequeña, al ver a su padre después de casi tres días, saltó emocionada a sus brazos. Para ella, ese tiempo sin verlo había sido una eternidad.
Con su hija a su lado, Jungkook se dispuso a preparar una deliciosa cena para su esposo.
—Aquí dice que hay que romper dos huevos y vaciarlos en el recipiente —dijo, leyendo la receta con atención.
Emma observaba todo desde su comedor, chupándose los dedos porque el chupón que le habían dado no la satisfacía; quería morder más cosas. A su corta edad, ya le estaban creciendo los dientecitos, sus pequeños conejitos. Aunque sus padres primerizos no sabían muy bien cómo manejarlo, la bebé estaba ajena a todo, observando a su padre moverse de un lado a otro, seguramente preparando algo, ¿no?
Después de casi una hora, la pequeña dejó caer su chupón al suelo, llamando la atención de Jungkook.
—Querida, ¿crees que mami ya esté despierto? —preguntó, levantándola del comedor, cargándola en brazos y besando sus regordetas mejillas.
—Buubu, pa, pa...
—¿Sí, mi amor?
—Mmn, ga- ga...
Emma empezó a retorcerse en el hombro de su padre, buscando alimento, específicamente, leche materna.
—¿Quieres comer, cariño?
—Da-da...
Jungkook asintió, acariciando su espalda. Dejó todo listo en la mesa para su esposo y se dirigió hacia arriba, a su habitación.
La habitación era un refugio de paz y calidez. Las paredes estaban pintadas de un suave color crema, decoradas con cuadros familiares y dibujos de Emma. Una gran ventana dejaba entrar la luz de la luna, iluminando suavemente el espacio. La cama, cubierta con un edredón de tonos pastel, parecía invitarlos a descansar. En una esquina, una mecedora de madera esperaba, perfecta para esos momentos de tranquilidad con la bebé. Unos peluches estaban esparcidos por el suelo, testigos silenciosos de las risas y juegos de Emma. El aroma a lavanda, proveniente de un difusor, llenaba el aire, creando una atmósfera relajante.
Taehyung, se encontraba -ahora- sentado en la cama, leyendo un libro. Al ver entrar a Jungkook con Emma, sonrió y dejó el libro a un lado.
—¡Mira quién está aquí! —dijo Taehyung, extendiendo los brazos hacia Emma.
—Da, da! —exclamó Emma, extendiendo sus bracitos hacia su madre.
Jungkook se acercó y le entregó a Emma a Taehyung, quien la abrazó con ternura.
—¿Ya te levantes? ¿Te duele algo? puedo ir por la poma...—preguntó Jungkook, sentándose junto a ellos.
—No mi amor, todo está bien —le acaricio la mejilla, robándole un beso— Todo está en su lugar.
El pelinegro soltó una risita atrevida, sabia a que se refería las últimas palabras, y le excitaba, pero su nena se encontraba en la habitación y no podia hacer nada.
—Hace un momento baje, y no quería interrumpirlos, mi terroncito de azúcar —respondió Taehyung, besando la frente de Emma.
Emma se acurrucó en el pecho de su padre, jugando con los botones de su camisa. Con intension de sacarlo de obstáculo
—Parece que alguien tiene hambre —dijo Taehyung, notando cómo Emma buscaba alimento (su pecho).
—Sí, estaba a punto de darle de comer, pero creo que no le gustara las papillas nuevas que traje —dijo, atrayendo a su esposo a su pecho apresando sus caderas con sus venosas manos.
—Déjame ayudarte, cariño—ofreció Taehyung, desbotonándose, y entregándole el pezón a la beba, quien recibió gustosa.
Juntos, observaban como su pequeña creación se alimentaba y hacia preciosos gestos, mientras una de sus manos estaba en el pecho como si cuidara de su comida. Jungkook rio por sus ocurrencias, y Taehyung acariñaba a Emma con suaves canciones y toques es sus cabellitos.
—Eres una madre maravilloso, Taehyung —dijo el pelinegro, sonriendo al ver la escena.
—Y tú eres el mejor compañero que podría pedir —respondió Castaño, devolviéndole la sonrisa.
Mientras que su hija se alimentaba, Jungkook y Taehyung recordaron su primera cita... Taehyung había hecho una reserva con semanas de antelación, queriendo asegurarse de que todo fuera perfecto.
—Recuerdo lo nervioso que estaba esa noche —dijo Jeon, riendo—. Quería impresionarte, pero no sabía si lo estaba logrando.
—Lo hiciste, y con mucho amor —respondió Tae, tomando la mano de su esposo—. Fue una de las noches más especiales de mi vida.
Después de la cena, caminaron juntos hasta la torre, disfrutando de la vista panorámica de la ciudad iluminada. Jungkook, siempre el romántico, había preparado una sorpresa: un pequeño picnic con postres y una botella de vino.
—Fue tan hermoso —dijo Tae, recordando cómo se sentaron bajo las estrellas, hablando y riendo hasta altas horas de la noche.
—Y fue ahí donde supe que quería pasar el resto de mi vida contigo —añadió Jungkook, mirándolo con ternura.
Esa primera cita marcó el comienzo de su historia de amor, una historia llena de momentos inolvidables y un amor que solo creció con el tiempo.
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🌟Gracias por su apoyo a esta historia🌟
<3
©VanteMoHanna
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Somebody to Love | Kookv
Romance𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 | - ¡Oh!, mira mamá. El será mi querido futuro esposo -exclamó Jungkook, de cinco años, señalando con entusiasmo al adolescente castaño que corría alegremente por el parque. Pero quien puede predecir el futuro, menos un pequeño niño q...