Holaa, antes del cap quería decirles que voy a sacar un cap en el que puedan poner sus pedidos, ya que wattpad desactivó los mensajes, si esa manera no funciona estaré avisandoles como voy a hacer.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✫ 𝙼𝚒𝚌𝚊𝚎𝚕𝚊'𝚜 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚙𝚎𝚌𝚝𝚒𝚟𝚎 ✫
- Dale Micaela, apurate - me grita mi amiga Bianca desde abajo.
Nos estábamos yendo a un recital de una banda que le gusta a Bian. Yo ni siquiera sé cómo se llama, pero cualquier excusa para salir es buena.
- Voy, voy - le digo llegando a su lado
- Tenes todo? - asiento con la cabeza - segura? - hago un sonido en forma de afirmación - vamo'
Cuando subimos al auto, Bian me pasa su celular para poner música. Busco una playlist de rock nacional que me gusta y pongo el volumen alto, pero no demasiado.
- Sabes quien es Favio Posca? - me pregunta Bianca de la nada
-Si, obvio - le digo, Favio es uno de los mejores comediantes en la Argentina, un gran ídolo para mí
- Bueno, el vocalista y guitarrista de la banda es el hijo - me dice volteandome a ver y con una sonrisa grande
- Enserio?
- Si boluda, no te conté? - niego con la cabeza
- Se llama Rocco, tiene pinta de hippie, pero eso no le quita lo atractivo y tiene una personalidad muy linda - dice Bianca, le doy una sonrisa pícara y ella se ríe. - No lo digo de esa manera, boba. Aunque, para mí, el bajista es el lindo - agrega, mordiéndose el labio.
Nos reímos juntas y seguimos nuestro camino, pero yo no puedo dejar de pensar en ese tal Rocco. ¿Cómo será?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al llegar al lugar del recital, vemos a bastante gente. Bianca me agarra de la muñeca y me lleva hacia un espacio vacío donde podamos pararnos y disfrutar del show.
Mientras esperábamos, revisé un poco Twitter, como lo hago todos los días.
Pasaron unos diez minutos, cuando de repente se empezaron a escuchar aplausos y chiflidos. Levanté la mirada por el ruido, y ahí estaban.
De inmediato, mi atención se centró en una persona que mi amiga había mencionado: Rocco. No era muy alto, pero definitivamente más alto que yo. Tenía un cabello increíble, llevaba una camiseta roja no muy holgada, pantalones azules con roturas en las rodillas y zapatillas Nike normales.
Sería mentira decir que su apariencia no me atrajo de alguna manera.
Comenzaron a tocar temas reconocidos argentinos y otros de distintos países. Durante todo el show, Rocco capturó mi atención por completo. Su manera de cantar y de interpretar las canciones era extraordinaria; se notaba que hacía lo que amaba. Observaba cómo su melena se movía al compás de su cuerpo y la música, creando un espectáculo hipnótico, casi mágico.
Faltaban unos 30 minutos para que terminara el show, según lo que me dijo Bian, y yo estaba decidida a vencer mi timidez. Voy a intentar hablar con Rocco al final del espectáculo.
Dicen que quien no arriesga, no gana, ¿no?
Una vez terminado el show, los chicos se despiden y se van por la parte de atrás. Cuando veo que es el momento, le aviso a mi amiga.
- Bianca - Ella me mira - Voy a ir a hablar con Rocco - ella sonríe y asiente.
Me levanto decidida y camino hacia el backstage, mientras mi mente se llena de ideas sobre qué decirle cuando esté cerca. Al acercarme, lo veo guardando su guitarra en su estuche y riéndose con sus compañeros de banda. Sus risas se detienen cuando se vuelven y me ven.
- Disculpen que los interrumpa, ¿podría hablar con vos? - digo, mirándolo.
- Sí, obvio - me responde con una sonrisa tranquila, a la cual respondo gustosa.
Sus amigos se retiran, dejándonos solos. Me acerco un poco más para poder hablar mejor.
Él me mira con calma y serenidad, mientras yo, por dentro, estoy muriendo de nervios.
- Primero, dejame presentarme - digo, soltando una pequeña risa nerviosa - me llamo Micaela.
Él sonríe suavemente - Rocco, un gusto.
- Mira, no sé, me pareciste muy lindo y quería pedirte tu número o Instagram, por si algún día quisieras hacer algo, no sé - le digo, nerviosa.
Estaba que me moría; quería salir corriendo y dejarlo ahí, pero mi dignidad quedaría por el piso, aún más de lo que ya estaba.
- Sí, obvio - me respondió con una sonrisa que me dejó sin aliento.
Le paso mi celular para que siga su cuenta de Instagram y me lo devuelve con una sonrisa encantadora.
- Gracias, y disculpa las molestias - le digo, sonriendo.
- No es nada, linda. Nos vemos - me dice, dándome un pequeño pero significativo beso en la mejilla.
Con una sonrisa tonta, lo despido agitando la mano.
